A poco menos de un mes para las elecciones del 6 de junio 2021, el momento de analizar los candidatos ha llegado ya sabe, es una decisión súper importante que puede favorecernos o afectarnos en corto o largo plazo.
Candidatos nuevos y algunos a quienes les podríamos preguntar ¿otra vez tú?, ¿por qué? y es que después de haberse postulado en elecciones pasadas, algunos de ellos fueron señalados por malversación de fondos, uso indebido del ejercicio público y fraude por lo que culpables o no, sin pena volvieron a postularse.
En estas elecciones, a diferencia de las de 2019, algo que me ha llamado la atención es el marketing y la comunicación política en general. Si bien en la actualidad las redes sociales tienen un papel preponderante, también la estructura de las campañas políticas y aunque mucho ha evolucionado la cuestión de la imagen digital no olvidemos que hay un cómo se hacen las cosas.
Mientras que en Aguascalientes vemos fotografías donde los candidatos están posando cual fotografía social, selfie o presentadores de televisión en la Ciudad de México optaron por seguir la regla de la fotografía para espectaculares y volantes alineados a lo propuesto de los libros del marketing político los cuales, se han ido adaptando a lo que las redes sociales van dictando sin que, de alguna manera se conviertan en una imagen más para el perfil de cualquier ciudadano.
Parecería que seguir el marketing político hace “tradicional” la publicidad de las elecciones cuando en realidad lo diferencia del resto de la publicidad, así como de las publicaciones en general en redes sociales.
Por cuestiones de presupuesto muchos partidos políticos no contratan asesores de imagen o casa productoras con trayectoria, sino que entre ellos mismos se echan porras y tienen a estudiantes de comunicación como fotógrafos para economizar. Aunque debemos reconocer que otros, aunque tienen el presupuesto para pagar un fotógrafo profesional especializado en marketing y comunicación política el candidato hace lo que le da su gana y envía al diseñador la que a él le gusta sea buena o no la elección.
Y bueno, también hay muchas casas productoras que no le entran al rollo de las elecciones porque un candidato en el 2015 le quedó a deber 50 mil pesos, otro partido en 2019 unos 120 mil y pues así ni como decir sí, así que los profesionales quedan fueran y entonces tenemos lo que tenemos de imagen política y, si a eso le sumamos la cuestión de la impresión de las lonas pues en ocasiones tenemos unos espectaculares terribles.
Así que, además de los problemas de marketing político tenemos a los candidatos a alcaldes 2021, excandidatos de elecciones pasadas (ganadores incluso) y quienes contienden por la capital y municipio.
En una publicación, por cierto de Facebook, un chico comentaba que le avisaran por favor a Luis Armando Reynoso de que no es “su experiencia” la que necesitamos para llevar la alcaldía en la capital (ahora con el partido Fuerza x México) como respuesta al video donde Luis Armando habla en tercera persona de él mismo e indica que tiene mucha experiencia en la administración pública por haber sido gobernador del 2004 al 2010 por el PAN pero, hay que reconocer que se necesita mucho valor para después de todo lo que pasó cuando terminó su gobierno para postularse nuevamente a un cargo, que aunque menor sigue siendo importante para nosotros, los simples mortales ciudadanos de Aguascalientes.
Aunque, con Luis Armando se puede aplicar el “más vale malo por conocido que bueno por conocer”.
Y que decir de Gabriel Arellano, fue presidente municipal del 2008 al 2009 (así es, no terminó su mandato) en 2010 fue líder de la bancada parlamentaria local, aunque era observado por el uso indebido del ejercicio público, malversación de fondos y fraude, al parecer sin que llegara a mayores. Después, fue el primer candidato independiente a la gubernatura en 2015 y ahora, nuevamente candidato a la alcaldía, quizá esta vez con la esperanza de si terminar su periodo, naturalmente esta tercera vez cambia de institución nuevamente y ahora se postula con Movimiento Ciudadano.
Como todos, su carta es resolver el problema con la concesionaria del agua, argumentando que trae muchísimo dinero para resolverlo y que es lo único en lo que invertirá durante su campaña, la pregunta es ¿por qué no lo hizo antes y esperó hasta las elecciones?
Nuevamente vemos a Arturo Ávila como candidato para presidente municipal ¿otra vez? Pues sí, no quita el dedo del renglón, se postula y como es su estilo va con todo para poder lograrlo, aunque no le he seguido la pista, recuerdo que su nombre se encuentra en la lista de empresarios beneficiados por Emilio Lozoya, aunque claro, ese caso fue solo una pantalla para distraernos y de lo que sucede con él después de su llegada a México casi no se sabe nada y por poco queda en el olvido.
Tres personajes que se repostulan con el fin de “hacer lo mejor por los aguascalentenses” cada uno desde sus plataformas políticas, estilo, pero sin acercarse a la ciudadanía mientras no hay elecciones.
Si pueden obtener recursos “para apoyar” durante las campañas políticas también podrían hacerlo sin campaña, pero lo que en realidad los mueve es la política y sus beneficios no las personas así que otra vez nos encontramos con las mismas promesas políticas y con los mismos planes de crecimiento personal de cada uno de ellos.
Qué difícil es elegir a alcalde y diputados ¿no cree usted? Mientras los candidatos a alcaldes cantan: Y volver, volver, volver…al poder otra vez.
Laus Deo
@paulanajber