- Aunque Rubén Rocha Moya asegura ser un hombre de izquierda, el candidato a gobernador por Morena eligió como su coordinador de campaña a Alejandro “el Diablo” Higuera, un expanista que como alcalde de Mazatlán se caracterizó por atacar a la comunidad LGBTQ+
EMEEQUIS/Óscar Balderas
El candidato de Morena a la gubernatura de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, designó como coordinador de su campaña a un político de talante abiertamente homofóbico y con un historial de corrupción.
El operador de la campaña morenista es un expanista apodado el Diablo, Alejandro Higuera Osuna, quien ha sido alcalde de Mazatlán en tres ocasiones y enfrentó un proceso de inhabilitación para desempeñar un cargo público, por el presunto mal manejo del dinero del municipio.
Su nombre llegó a los medios nacionales en 2013 cuando, siendo presidente municipal, impidió la llegada de un crucero a las playas de la ciudad para que no descendieran unos 500 turistas de la comunidad LGBTQ+.
Ese año, el Diablo negó por segunda ocasión consecutiva la participación de un colectivo de personas gay, lesbianas y bisexuales en el tradicional Carnaval de Mazatlán y amenazó con detener a quien repartiera condones en el desfile.
“¿Por qué no se reparten condones? Muy sencillo: usted tiene una niña, yo tengo una niña, ella tiene una niña, ella quiere llevar a su niña a un espectáculo, un evento para las familias ¡Y de repente tiran condones! Los niños sin saber lo que son los inflan como globos”, se excusó el entonces alcalde ante la prensa.
Según la más reciente encuesta de El Financiero, el morenista Rocha Moya se encuentra en empate técnico con Mario Zamora, candidato de la alianza Va por Sinaloa, integrada por PRI, PAN y PRD. El primero tiene 43%, mientras que el oriundo de Los Mochis detenta el 41% de las simpatías.
Homofobia institucional
La homofobia de la mano derecha de Rocha Moya es conocida desde hace años: en 2006, un par de jóvenes le gritaron “¡gay!” cuando salía de un restaurante en el Centro Histórico de Mazatlán. La respuesta de Higuera fue ordenar a la policía municipal que hallara a los jóvenes para sancionarlos. Tras dos horas de búsqueda, fueron localizados y detenidos por “insultarlo”.
Ahora, ese hombre de posturas ultraconservadoras es el cerebro detrás de la candidatura al gobierno de Sinaloa por Morena, un partido que dice ser aliado de la comunidad LGBTQ+ y que presume ser el primero en el país en nacer con una Secretaría de la Diversidad Sexual.
“Ya no es el Diablo azul, ahora es moreno”, soltó Rocha Moya para justificar la adhesión de Alejandro Higuera Osuna a su campaña.
El expanista le devolvió la flor al candidato de Morena y aseguró que decidió trabajar para él porque es un “hombre congruente de la izquierda democrática”.
Conservador con facha de morenista
Pero el chaleco guinda del neo “izquierdista democrático” Alejandro Higuera Osuna no borra su militancia de 39 años en el PAN ni su visión confesional de lo que necesita Sinaloa.
Por casi cuatro décadas, el Diablo fue un fiel blanquiazul que se opuso a los matrimonios igualitarios, a la despenalización del aborto y que glorificó al expresidente Felipe Calderón, mientras tachaba de “loco” a Andrés Manuel López Obrador en sus intentos por llegar a Palacio Nacional.
Fue un panista de cepa que se codeó con los ultraconservadores de su partido… hasta que a principios de este año decidió renunciar a Acción Nacional, en protesta por la alianza con el PRI y el PRD, que postula para gobernador al senador priísta con licencia Mario Zamora.
“Vamos a hacerle un exorcismo al partido”, dijo Alejandro Higuera Osuna al renunciar a su militancia junto con 150 ahora expanistas. “La alianza es una decisión que no compartimos y no vamos a ser alcahuetes de una decisión que va en contra de los principios históricos del PAN”.
Sin embargo, los blanquiazules creen que, en realidad, el Diablo renunció al partido porque le negaron una candidatura, dado su paso polémico por Mazatlán.
“Él es un hombre que ambiciona el poder, que no sabe vivir fuera del erario. Tiene un ego enorme, se cree tocado por Dios y cuando no le dieron una candidatura salió echando pestes y amenazando con que él iba a hacer todo lo posible para que el PAN perdiera.
“Dice que renunció por ideales, ¿cuáles ideales, hombre? Si se está yendo con Morena, a hablar maravillas de López Obrador cuando todo el que lo conoce puede decirte que no bajaba de viejito loco al presidente. Y ahora resulta que Alejandro (Higuera) hasta izquierdista nos salió, ¡eso es no tener ideales!”, aseguró un líder del PAN en Sinaloa, quien pidió no ser nombrado.
Inhabilitado por corrupción
A pesar de su pasado que choca con la filosofía de Morena, Rocha Moya ha defendido a ultranza a su coordinador de campaña, sobre quien pesa un proceso administrativo por supuestos actos de corrupción.
“Nunca llegarás a tu destino, si te pones a tirarle piedras a cualquier perro que ladre” y “Deja Sancho que los perros ladren” son dos frases que ha usado el morenista para defender a su nueva mano derecha.
En diciembre de 2017, Alejandro Higuera Osuna fue sancionado con una inhabilitación por cinco años para ocupar cualquier cargo público. Un síndico de Mazatlán lo acusó de negligencia cuando fue alcalde por no supervisar adecuadamente la construcción del acuario de la ciudad.
La denuncia –que también incluyó al exalcalde de Mazatlán Carlos Felton– se dio tras un peritaje de una empresa especializada que dictaminó que los daños estructurales en las peceras del acuario se debieron a la compra de material de baja calidad.
El Diablo protestó la sanción y sostiene que fue una venganza política para negarle una candidatura; a pesar de ello, el proceso judicial siguió su curso.
“Es un hombre que se nutre de la polémica, del escándalo. Él es de los que piensa que no hay mala publicidad, si hablan de ti. La verdad es que es, incluso, un alivio que se haya ido del partido y que lo haya recogido Morena, porque es un hombre de ideas viejas.
“Ahora es el jefe de la campaña de Rocha Moya y ya nos ha llegado información de que entre los morenistas hay mucha inconformidad porque está tomando todas las decisiones importantes. Para muchos, él sigue siendo panista, porque así lo dijo toda su vida: que él sería panista hasta la muerte. Bueno, ya vimos que no”, aseguró el líder blanquiazul en Sinaloa.
¿Izquierda panista?
Para los militantes de Morena, la fuerte influencia que tiene un ultraconservador en la campaña de Rubén Rocha Moya es una decisión que no logran entender del todo.
Especialmente porque el abanderado morenista tiene una larga trayectoria en la izquierda: nunca se afilió al PRI y militó desde muy joven en el Partido Socialista Unificado de México. Se formó académicamente en escuelas normales rurales y absorbió el discurso de defensa de las poblaciones más vulnerables.
“Cuesta trabajo no aceptar que Rocha sea un hombre de izquierda a pesar de su paso por administraciones priístas. El problema ahora es que, a esa parte de su trayectoria, el candidato de Morena a la gubernatura ha estado sumando actitudes y decisiones excesivamente pragmáticas que lo alejan de ese perfil, sobre todo a vistas de sus seguidores más leales”, escribió el 4 de abril pasado el periodista sinaloense Ismael Bojórquez del diario Riodoce.
Entre sus acompañantes más polémicos están Héctor Melesio Cuén Ojeda, fundador del Partido Sinaloense, con quien cruzaba acusaciones de corrupción apenas en 2018 y lo señalaba de incurrir en “tráfico de calificaciones” durante su paso por la rectoría de la Universidad Autónoma de Sinaloa.
Y luego sumó a su equipo de trabajo al panista Gerardo Vargas Landeros, quien fue la mano derecha del polémico exgobernador sinaloense Mario López Valdez, a quien Morena acusó en varias ocasiones de corrupción y enriquecimiento ilícito.
Ahora, Rubén Rocha Moya quiere convencer al electorado que con él llegará la izquierda a la gubernatura de su estado… mientras se rodea de un Diablo al que muchos siguen viendo azul y no guinda.
@oscabalmen
