Estimado lector, si le va al peje, no se ofenda ya sabe que esta columna es puro cotorreo, así que con el permiso del respetable iniciaré con mi sarta de sandeces, no sin antes mencionar que don tlatoani dice que es el preciso más ofendido de la historia de esta nación, más bien es el más jarrito de Tlaquepaque y el más autoritario dicho sea de paso, porque el más ofendido… Hace un sexenio teníamos al más, más ofendido y de pentonto no lo bajábamos, pero bueno, así es el don.
La historia dice que, por el momento don Porfirio ha sido el presidente más odiado y a la vez amado de México; de hecho alguna vez Mario Vargas Llosa calificó al régimen de don Porfis como la dictadura más perfecta que nuestro país ha tenido. Pero ahora, que se cuide el presidente Díaz porque por ahí anda un gallo tabasqueño que está rompiendo todos sus récords; digamos que, a los que nos gusta el futbol americano es como comparar a Joe Montana con Tom Brady, o algo así.
Mire por ejemplo don Porfis oriundo de la bella Oaxaca, de la mismísima tierra que vio nacer a el ídolo de Brady López, a don Benito, ejerció un control omnipotente sobre lo político, social, económico e incluso militar y hasta policiaco. Brady López está arrasando con los poderes, dos añitos más para Gronkowski Saldivar en su alineación ofensiva, y qué me dice del gran paternalismo, a poco no es bien bonito ver como muchos de nosotros creemos con los ojos cerrados en las bondades de la auto denominada cuarta transformación, por cierto ya compró tortillas últimamente, o que tal el litro de gasolina, todo bajo control, es un mundo maravilloso. En lo económico, las cifras oficiales reflejan un debacle pero lo que nos salva son los otros datos, esos son los buenos y los que nos mantienen a flote, en lo militar mejor lo dejamos así, al paso que va Brady López alcanzará y romperá todos los récords del Porfis Montana.
Pero en aquellos tiempos de antaño, no todas las canicas eran para el amante de la cultura francesa, gracias al Porfis Montana tenemos esos bellos edificios afrancesados regados por toda la República Mexicana, en la capirucha el Palacio de Bellas Artes, el Palacio Postal y el Teatro Juárez entre otros recintos. Este presidente oaxaqueño realmente potenció la educación con el clásico modelo prusiano, lo que estaba de moda, estabilizó la paridad peso-dólar e hizo crecer el comercio tanto en el interior como en el exterior de nuestra patria, récords que veo difícil pueda romper el Brady López o por lo menos en estas dos primeras temporadas no ha tenido muchos pases de anotación.
Limantour, gran seguidor y fan del Porfi Montana alguna vez apuntó que “El General Díaz fue un trabajador infatigable que dedicó la totalidad de su tiempo, de su sobresaliente habilidad y de su gran fuerza a crear el bienestar del pueblo y al desarrollo de su país. Ningún asceta se ha preocupado menos por sus propios intereses, placeres o comunidades”. Digamos que ahora tenemos a Epigmenio y a todos los reporteros de la primera línea de las eternas conferencias de prensa o charlas de propaganda del buen Brady López que defienden a capa y espada, sin ton ni son.
Al Maestro Porfi Montana la historia también lo recuerda y acusa de malinchista, por aquello de afrancesar la estética y el jet set de México, acá Brady López ni gusto tiene para eso, así que no existe punto de comparación. En el rubro del nepotismo las estadísticas están parejas, al Porfis Montana se le acusa de ser experto en el tema, pero que me dice del Brady López, hijos, hermanos, primas, primos, toda la familia dentro del nuevo coto de poder; está en riesgo este rubro para el maestro Porfi Montana, se me hace que al final de las temporadas activas de estos dos estrategas del emparrillado el Brady López va a superar al maestro.
Otro tema que la historia señala con efusiva vehemencia es que nuestro veterano mariscal estaba viciado de poder; Brady López no está viciado de poder, está enfermo, no, está lo que le sigue de enfermo; con este ensayo de mantener al Gronkowski Saldivar dos años más “en el poder” deja claras sus intenciones de romper el récord de longevidad en la liga que en estos momentos le pertenece al único Porfi Montana; debemos tener cuidado estimado lector, ese récord es de miedo, se imagina.
Existen ya similitudes en el estilo de comandar la ofensiva de estos dos experimentados mariscales, al Porfi Montana le gustaba impedir la libertad de expresión, el Brady López no canta mal las rancheras, nada mal.
Entre el bien y mal, Porfi Montana será recordado por todos sus errores, por su dictadura perfecta pero también por sus aciertos, historia que definitivamente no queremos ni debemos permitir.
Qué hacer entonces para que el Brady López no llegue a ser como el buen Porfi Montana; estamos en el siglo XXI con muchos años de historia como nación, creo que tenemos todo para evitar que la historia se repita y que los récords del buen Porfi Montana nunca se alcancen, ni por el Brady López ni por nadie.
Sigamos viendo el futbol americano.
@ericazocar