Con motivo de la Semana Mayor o Semana Santa, hago un reconocimiento a uno de los grupos de los noventa, que presentó la Pasión de Cristo en todas sus facetas. En una entrevista realizada en 1997 al maestro Manuela Ávila Almeida, director del grupo ARCUFI, me relataba su experiencia al llevar este montaje en la Ciudad de los Niños.
“Fue en 1985 cuando me invitaron a dirigir algunas escenas de la Pasión, y decidí hacer un libreto, basado en la Biblia, incluyendo los cuatro evangelios, sobre todo el de San Juan”.
¿Se considera pionero en cuanto a montajes religiosos como el de Semana Santa?
“En cuanto a lo de rescatar las tradiciones, he puesto mi grano de arena que ha servido como semilla porque cuando yo monté la obra en 1987, el nombre de la Ciudad de los Niños estaba un poco apagado, entonces la ciudad resurge con la obra y jala gente”.
¿En cada año tiene más público este tipo de espectáculos?
“Sí, porque cada año va subiendo ya tiene fama y tradición, por ejemplo, en el municipio de San José de Gracia, ya tiene muchos años. En otras colonias han sido costumbre: La Martínez Domínguez, las Huertas, Fátima, y otras más”.
¿Cambia el reparto de los actores que participan en la celebración de Semana Santa?
“Hay algunos que siguen, en el caso de Cristo han sido tres actores, el actor que lleva ocho años haciéndolo es Jorge Aurelio Maldonado Martínez. Varios del reparto han actuado, tienen tablas, son gente a los cuales les he impartido talleres”.
¿Ha sido itinerante la obra?
“Esta obra además de presentarla en la Ciudad de los Niños, la he llevado al Parque México y Parque El Cedazo. Se realiza durante cuatro días (Domingo, jueves, viernes y Sábado Santo). Se monta en escenarios naturales, sin tener que hacerlo en un teatro. No es un Viacrucis, es una obra que trata de resaltar la vida de Jesús. En esta obra hay que seguir lo bíblico, lo religioso, lo tradicional y lo artístico”.
¿Cuánto tiempo le lleva planear una obra de esta magnitud?
“Unos tres meses, aunque no todos los actores acuden a los ensayos, los que quedan somos como una familia”.
Quienes tuvimos el agrado de estar presentes en esta escenificación religiosa, veíamos la multitud de niños, jóvenes y adultos que seguían cada cuadro escénico, por su parte, los actores y actrices (que eran más de 30) se entregaban, no importando el sol y viento que imperaba en primavera. En el año 2009 en mi columna La Escena comentaba que era muy lamentable que se hubiera perdido esta tradición cultural, por caprichos injustificados de algunos dirigentes, siendo más de 15 años de haber estado vigente en el gusto de su público local y hasta foráneo. Sigue mi llamado para que se rescate esta escenificación de la Pasión de Cristo, y mi agradecimiento y admiración al maestro Manuel Ávila por haberla presentado por tantos años, siendo ya parte de la historia teatral de Aguascalientes.