APRO/Ezequiel Flores
Con un llamado a los adultos mayores para que se vacunen contra el covid-19, el presidente Andrés Manuel López Obrador se aplicó la primera dosis del biológico de AstraZeneca en el salón Tesorería de Palacio Nacional.
Un equipo médico de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), ingresó al templete donde se transmite la conferencia mañanera para instalar su equipo en una mesa de madera y colocaron una silla metálica.
Enseguida, el titular del Ejecutivo federal se despojó de su saco azul para quedar en camisa blanca de manga corta y dijo: “Ya vamos a la vacuna, de una vez”.
El mandatario tomó asiento y expresó: “En la izquierda verdad, ahí está el corazón”, a manera de broma al tiempo que la teniente enfermera Melina Vega le explicó el protocolo previo a la aplicación del antígeno.
El personal militar hizo una serie de preguntas para conocer si había presentado fiebre o algún síntoma de covid 19 en las últimas 24 horas; si era alérgico a algún medicamento o si había recibido alguna transfusión sanguínea en los últimos tres meses y el mandatario respondió a todo en sentido negativo.
–Vamos a levantar su camisa, relaje su brazo, tranquilo es muy rápido– soltó la teniente Vega.
–Estoy tranquilo, cabeza fría y corazón caliente– contestó el presidente.
Después de la aplicación de la dosis de AstraZeneca al mandatario, la teniente enfermera Melina Vega explicó una serie de reacciones secundarias que pueden presentar las personas inmunizadas como dolor, inflamación y enrojecimiento en el sitio de la punción y recomendó permanecer bajo vigilancia al menos una media hora para observar el estado de salud y finalmente le entregaron una cartilla donde quedó el registro de la vacuna.
“No dolió, tiene unas manos muy suaves y no duele y además ayuda mucho, nos protege a todos. Hago de nuevo un llamado a los adultos mayores para que todos nos vacunemos, no hay ningún riesgo para empezar, no duele la vacuna. Me la colocaron en el mismo brazo donde tengo la marca de cuando éramos niños y nos vacunaban”, expresó el presidente Obrador.
Luego, insistió en su llamado a los adultos mayores para que se apliquen la vacuna contra el covid-19.
“Si no se aplicaron la primera dosis cuando lleguen de nuevo al municipio para aplicar la segunda dosis pueden aprovechar para que se apliquen la vacuna”, expresó López Obrador, quien pese a que ya se contagió de covid-19, sigue reacio a portar cubrebocas en actos públicos.
“Voy a sentarme como lo recomiendan, pero allá afuera”, soltó el presidente y se retiró del Salón Tesorería. De esta forma el mandatario puso fin a la polémica de la vacunación contra el covid-19, luego de que había dicho en un primer momento que no se vacunaría, pero fue presionado por el mensaje negativo hacia la sociedad.
Luego, adelantó que más tarde va a informar a través de un mensaje en sus redes sociales, su estado de salud después de la primera dosis de la inmunización.