Distraído por la idea de qué le pasaría a las lentejas si en vez de cortar las zanahorias en cuadritos las agregaba en juliana, perdí el hilo de lo que decía el conductor del noticiero entre nota y nota, tapé la olla y me acerqué al radio, justo a la mitad de la declaración del presidente Andrés Manuel López Obrador en contra de los organismos autónomos, ¿otra vez?
Me acomodé frente al aparato, sintonicé, subí el volumen y sí, ahí estaba el presidente perorando con las mismas descalificaciones en contra de los organismos autónomos, como ayer, antier y el día anterior. Me levanté lentamente, embargado por la sensación del sueño que se repite, revisé la olla de lentejas, y sí, corté las zanahorias en cubo, como siempre hago, de la misma forma en que el presidente se repite al justificar su odio contra aquello que no entiende o no funciona de acuerdo a sus deseos.
El final de la nota sobre la perorata de López Obrador me indicó que no había quedado atrapado en un círculo temporal, pues tras citar al presidente reiterando que los organismos autónomos “no tienen como función servir al pueblo sino proteger a minorías”, agregó que se preparaba una reforma para proponer que las funciones que tienen el INAI y el INE, entre otros, las absorban las dependencias de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, “una reforma administrativa para ajustar al gobierno a las nuevas circunstancias, que no tengamos toda esta dispersión, todos estos organismos autónomos. La mayoría no hacen nada, solo cuando se trata de defender intereses creados y ganan muchísimo. Fueron los que se ampararon para poder ganar más que lo que gana el presidente”.
Eso también ya lo había dicho López Obrador no ayer o antier, hace meses, atrapado en su verborrea y constreñido apenas por la veda electoral, recurre a sus discursos viejos para seguir alimentando la polarización, mencionar la supuesta burocracia de oro que desde la función pública se dedica a robar al pueblo. Esa invención, la de que todo burócrata es privilegiado, le funcionó en campaña, miles de empleados federales creyeron que su voto a López Obrador les auxiliaría a componer la brecha salarial, romper con prácticas corruptas y generar condiciones de igualdad entre el trabajador de a pie y las directivas.
Ya en el poder el presidente les arrebató a miles su seguro médico, descontó aguinaldos, congeló los salarios y se han dejado intactas las estructuras enfermas al interior de las organizaciones, pero… ya nadie gana más que él.
No me animo a cortar en juliana las zanahorias para las lentejas, en especial por una cuestión de practicidad, no creo que sea igual de sencillo sorber una cucharada si en el camino del caldo y las lentejas se cruzan unas tiras alargadas de zanahoria, no me importaría cuántas veces me lo repitieran como la fórmula mágica para cambiar el sabor al platillo, aunque lo dijera todos los días en la mañanera López Obrador, pero ¿yo qué voy a saber?, a la mejor es que pongo atención a lo que me dicen, no como mis conocidos que votaron por el actual presidente, quienes se quejaron por los recortes que sufrían en sus empleos y en vez de decirles “te lo dije”, les indiqué: te lo dijo todas las veces que pudo, ¿qué creíste que iba a pasar?
Coda. “Los organismos autónomos responden a una exigencia ciudadana de contar con instancias técnicas, especializadas e independientes como factores de equilibrio del poder, son una exigencia social emanada de un contexto que obliga a que hoy, naturalmente, se combata la desconfianza a un sistema institucional que resguarda sus acciones y decisiones como secretos de Estado”: Blanca Lilia Ibarra Cadena, comisionada presidenta del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), a lo mejor esto es lo que hay que repetir todos los días.
@aldan