Hay tres nuevas feministas entre nosotros. Bueno, no es verdad así como lo escribo, la verdad es que ellas son feministas de toda su vida. La diferencia es que recientemente han recibido su título de Doctorado en Psicoterapias Humanistas.
Una de ellas es psicóloga, la otra es abogada y una más es maestra de instrucción media y superior. Lo notable es que sus tesis aportan nuevas ideas y propuestas realizables y eficaces para mejorar la calidad de vida de las mujeres. Para elevar el rango de reconocimiento social, político y de género. Una de las tesis es un profundo estudio de “Los Sueños” como instrumento de trabajo en la solución de conflictos psicológicos de la persona. La autora es parte de un gran grupo de estudios de varias ciudades de nuestro país, tiene un consultorio muy bien acreditado y además tiene alumnos a quienes enseña lo más nuevo de la psicoterapia, porque se mantiene en constante aprendizaje. Para hacer su tesis, consultó a psicólogos de 28 países.
La abogada, quien trabaja en una dependencia de asistencia a las mujeres, abordó un tema por demás feminista, “Los Aspectos Psicosociales en la Personalidad del Feminicida”. De la misma manera hizo una encuesta a 250 profesionales de la salud mental y de ellos obtuvo conclusiones firmes a las cuales agregó sus propias experiencias. El resultado fue contundente y de ahí extrajo varias propuestas sobre programas, acciones y proyectos que pueden realizarse para prevenir, evitar el feminicidio y atender a las víctimas.
La tercera de ellas, una maestra con vasta experiencia en el manejo de profesores y alumnos de nivel universitario, exploró el “Estrés Académico y su influencia en la Deserción en Educación Superior” Y todo sabemos que el acoso sexual, psicológico y moral es una fuente de estrés para las alumnas por parte de los docentes varones, como ha sido demostrado en infinidad de ocasiones en nuestro Estado.
Este es el feminismo efectivo, el de las mujeres que se dedican a trabajar por el bienestar de ellas mismas, de sus familias y de la sociedad. Lo hacen con el rostro descubierto porque hablan con la verdad, la valentía y el verdadero sentido de la justicia. No temen represalias porque lo hacen apoyadas en su sabiduría, su academia y también apoyadas por mujeres y hombres que compartimos su ideología. Para ser escuchadas no eligen el camino del vandalismo, sino otro sendero mucho más difícil, el de convencer con razones, argumentos y trabajo científico. Hacer una tesis para obtener Doctorado no es nada fácil, es una labor titánica de investigación, horas dedicadas al estudio, horas robadas a los hijos, al esposo y su descanso. Rompen paradigmas no rompen ventanas, escriben sus proclamas en textos científicos, no en los muros de los edificios públicos. Y para expresarse utilizan su mejor lenguaje y exquisita conducta. Son las otras feministas.