De los 300 diputados de mayoría relativa por los que se votará este 6 de junio, apenas el 1% serán elegidos en Aguascalientes, el 4 de abril comenzaron su campaña 24 candidatos de 10 partidos por las diputaciones federales, a bote pronto ya se pueden establecer que la falta de coordinación entre aspirantes, dirigencias y partidos va a caracterizar esta contienda, en detrimento del sistema de partidos tal como se encuentra en este momento, consecuencia de haber olvidado que trabajan para el electorado y no para los jefes de las tribus o clanes que lograron imponer a uno de los suyos.
El proceso electoral concurrente de este 2021, en el que se van a elegir 21 mil 792 cargos en todo el país, el que sea la elección más grande que haya experimentado México, pronto halló acomodo en una narrativa que intenta homologar todo a una visión simplista que responde a la visión de Andrés Manuel López Obrador, en donde todo se reduce a estar a favor o en contra de la Cuarta Transformación; sin embargo, en Aguascalientes esta batalla imaginada por el presidente no se cumple.
La lucha por los tres distritos federales en Aguascalientes no responde a la voluntad de la Cuarta Transformación de establecerse en este territorio, ese es un discurso que pueden utilizar los candidatos a presidentes municipales, mientras que en el caso de quienes aspiran a una de esas diputaciones se está dejando de considerar desde el bajo nivel de aceptación que tiene Andrés Manuel López Obrador en la entidad hasta los diversos intereses por los que los partidos buscan esas representaciones.
Los distritos 02 y 03 se ubican en la capital del estado y representan casi el 70% de la lista nominal de electores, el distrito 01 se distribuye a lo largo de los llamados municipios del interior (32.89% de la lista), hacer cuentas sobre los votos posibles para estos candidatos a partir de la fortaleza de Acción Nacional en Aguascalientes, Jesús María y Calvillo no refleja que la oposición al panismo haya logrado obtener diversas alcaldías en otros municipios; mientras que en la capital se debe considerar la sorpresa de la elección pasada, en la que el Distrito 02 lo ganó una desconocida que no hizo campaña, pero siempre apareció acompañada por López Obrador en las fotografías; y del 03, hay que ver los registros de participación y el voto duro, nadie puede poner la mano al fuego para indicar que es territorio panista.
De los 12 partidos que participarán en este proceso electoral concurrente, los dos organismos locales no juegan en la elección federal y de los 10 restantes, cada uno tiene intereses muy individuales que, sin duda, afectarán las candidaturas. El cascajo más que ruina en que está convertido el PRI decidió sumarse a la coalición PAN-PRD en uno de los distritos, una bofetada más a su voto duro y magra militancia; la coalición tetratransformista también decidió no jugar unida en los tres distritos; parásitos de la Cuarta Transformación que necesariamente deberían ir solos, como las Redes Sociales Progresistas, el homofóbico Partido Encuentro Solidario y Fuerza por México, decidieron robarse militantes de otras fuerzas políticas, no necesariamente alineadas con el lopezobradorismo y proponen como candidatos a quien decidió venderse para probar suerte o prófugos del priismo que saben que van a perder. Mientras que Movimiento Ciudadano trata de cumplir con el discurso nacional de la evolución mexicana y se arriesga con tres candidatas mujeres, a las que, al menos en el arranque de campaña, dejaron solas porque a este partido le urge rebasar el 3% de la votación y está apostando a que eso lo puede lograr en la elección de presidentes municipales.
Por si faltaran elementos adversos, la pandemia se llevó la creatividad e imaginación de los magos del marketing político que todo lo quieren resolver con campañas a través de las redes sociales, los mismos que creen que todos son iguales y viven reflejados en la pantalla del teléfono inteligente, lo que les impide echarle un ojo a los grupos etarios en que se divide el electorado, en el que los dos grupos más grandes se divide entre los mayores de 60 años, esos que usan WhatsApp para mandar piolines y bendiciones, seguido por el grupo entre 20 y 24 años, con los que no se han tomado la molestia de trabajar una estrategia que responda a despertar su interés en la participación ciudadana.
De bote pronto, todos los estrategas viven la fantasía de López Obrador, quién sabe si a los candidatos les bastará de aquí al 2 de junio para actuar.
Coda. En el país de los otros datos de López Obrador, perder la mayoría en el Congreso de la Unión será tan benéfico como ganarla, a final de cuentas, siempre será culpa de los adversarios el que la Cuarta Transformación no se consolide.
@aldan