Una entrevista con Dahlia de la Cerda, sobre su ensayo “Feminismo sin cuarto propio” y el taller de creación literaria para mujeres privadas de su libertad en el Cereso Femenil
La activista y escritora Dahlia de la Cerda acaba de presentar su ensayo “Feminismo sin cuarto propio” con mucho éxito, publicado en la antología Tsunami 2, de Sexto Piso, en donde cuestiona a un feminismo hegemónico, blanco, clasista, racista y colonial, uno muy apegado al concepto “cuarto propio”, alusión al libro Un cuarto propio, de Virginia Woolf, como una metáfora de la burguesía que teoriza desde el privilegio de tener tiempo y un lugar para sentarse a pensar y a escribir, “un café en una colonia llena de árboles y calles como de postal”, muy diferente a lo que es un zulo, ese “lugar desde donde escriben las desposeídas”, la antítesis del cuarto propio, el borde, la periferia, el baño, la cocina, la alcantarilla, el camión como único lugar para que las mujeres en esos contextos escriban. Como la cárcel. En su ensayo, Dahlia recorre la agenda feminista, realiza una genealogía de la teoría y las reivindicaciones, hasta aterrizarlo en la praxis. Eso es a lo que convoca a Dahlia, pasa de la teoría a la práctica ahora con la oportunidad de impartir el taller Ventanas propias. Escrituras para la Reinserción, en el Centro de Reinserción Social Femenil de Aguascalientes sobre creación literaria para mujeres privadas de su libertad, proyecto del que platicó con LJA.MX, y de su ensayo retomamos fragmentos importantes que respaldan con las palabras, los hechos.
“Para acceder a los derechos se necesitan privilegios de raza y clase”
El taller Ventanas propias. Escrituras para la Reinserción es una iniciativa del Instituto Cultural de Aguascalientes para que los derechos culturales de las personas sean respetados de forma integral, independientemente del lugar y el contexto en el que se encuentren, porque luego damos por hecho que los derechos culturales se respetan, pero la realidad es que hay muy pocas personas que tienen acceso. Parte de la política de esta administración fue hacer accesibles estos derechos a personas que difícilmente pudieran tenerlos, y ahora se hará con mujeres que están en condición de cárcel. El programa consiste primero en un donativo por parte de la editorial Sexto Piso de 120 ejemplares del disco Tsunami 2, y de dos talleres, uno de poesía y otro de narrativa, ambos talleres enfocados a estas mujeres para que adquieran herramientas literarias para que puedan contar sus historias, sus experiencias de vida, sus sentimientos, sus aprendizajes, pero sobre todo que sean escuchadas y sus voces visibilizadas, es un proyecto muy chido para que se incentive la creación, más allá de lo que hacen adentro, ellas hacen muchas cosas, pero esto es para que se involucren con la creación literaria.
“Esto no es anecdótico. Es político”
El taller es biográfico pero habrá quien decida contar otras historias o contar por qué están en contacto con el sistema penitenciario, sobre todo es para darles las herramientas para que lo hagan, la meta es ver qué se puede hacer con esos textos, una publicación aunque sea independiente o algún subsidio estatal, es importante conocer esas historias, que ellas las cuenten, que se conviertan en agentes activas de los derechos culturales.
Para las que emergen de los zulos
Más que ir a enseñar o dar clases este taller es para establecer un diálogo. Desde luego que hay un plan curricular que seguir, pero quiero que sea poco explicativo y más un diálogo, como las clases serían vía zoom por la pandemia, no será tan fácil hablar con ellas, pero yo quisiera que esa interacción sea por medio de sus textos. A mí lo que me interesa es que tengan las herramientas para que logren trascender de lo que yo pueda decirles, que ellas lo tomen y de ahí trasciendan, a mí me gustaría verlas ganar los concursos literarios que se hacen para mujeres privadas de su libertad, me gustaría que escribieran un libro. Mi compromiso es con ellas, no solo quedarme en el reconocimiento de mis privilegios, teorizar, y gestionarlos. Hace poco leí un libro de una mujer indígena musulmana, Los blancos, los judíos y nosotros, de Houria Bouteldja, donde habla de la concepción que existe de los musulmanes sobre todo racializados, que son terroristas, criminales, que ella siempre está bajo sospecha de ser una terrorista, y aunque pudo haberse convertido en una criminal, no lo hizo porque tuvo los privilegios para no caer en conductas delictivas terroristas, yo lo analizo y pues he tenido toda una serie de privilegios que me han permitido no ser criminalizada, y pues mi compromiso político está en aportar algo a la vida de las demás y no quedarme solo en el reconocimiento de mis privilegios. “Se trata de que reconozcamos nuestros privilegios, los asumamos, entendamos cómo nos beneficiamos y cómo nos beneficia el sistema, esto para que gestionemos ese privilegio de la forma más ética posible”.
“Praxis es poner el cuerpo”
“Las mujeres de los zulos no ven nada liberador en el feminismo, porque el feminismo no les está resolviendo nada”
Estamos atrasadas un mes porque hubo cambio de dirección en el ICA, este proyecto estaba a cargo de Claudia Santa Ana, y pues ya está todo listo, solo nos falta la luz verde para comenzar, los grupos de mujeres ya están armados, ellas están muy ilusionada por empezar porque no es común estos talleres, ellas reciben clases de literatura, de redacción, pero no de manera profesional recibir talleres de escritura, para ellas es algo muy importante, pero la cuestión es que es significativo que a pesar de estar adentro no están siendo olvidadas, sino que se contemplan en una política de reinserción, que no solo es producir en serie, sino el ocio, el despertar de la curiosidad, el ponerse a leer. Han estado muy solas este año, más todavía, de por sí las mujeres en prisión no reciben tantas visitas como los varones, son olvidadas por sus familias, sus amigos, sus hermanos, sus parejas, el hecho de saber que las voltean a ver, que tengan espacio para el esparcimiento, es muy importante.
“Un zulo es la cárcel”
“Si teorizamos desde los privilegios de clase y raza, proponemos agendas que reproducen sistemas de opresión como el racismo y el clasismo”.
Yo soy totalmente abolicionista de las prisiones, me parece que las prisiones tal y como las conocemos, tal y como están no son justicia, no son garantía ni de reparación del daño ni de reinserción ni de nada, son aparatos de castigo donde históricamente las personas que están adentro son personas empobrecidas, racializadas, las que han sido abyectas de la sociedad, como la comunidad lgbt+, están ahí por delitos patrimoniales, el grueso son personas con estos delitos, robo, las más de las veces sin violencia, y un buen porcentaje está ahí sin sentencia, hay quien lleva un año así, con ellos no se respeta la presunción de inocencia, para ellos es la prisión preventiva oficiosa, entonces si yo controlara el mundo no habría cárceles y dignificaría los espacios para que esas personas pudieran revisar su historia de vida y aprender a vincular sin violencia, y como no es así, lo único que puedo hacer es tomar oportunidades como este taller, mi aporte es este, desde el feminismo anticarcelario al menos existe esta oportunidad de entrar y preguntarles a las mujeres que están adentro en que podemos serles útiles.
“Si teorizamos desde el privilegio, proponemos soluciones que reproducen sistemas de opresión”
“Para muchas mujeres el problema no es el aborto, son las esterizaciones forzadas. Para las mujeres racializadas parir es un acto de resistencia en contra de los procesos de limpieza racial.[…] Parir es escupirles en la cara a los racistas que las quieren infértiles. […] También es una continuidad de la comunidad y cuidar de la familia es cuidar de su raza. Los cuidados son entonces una defensa radical contra el racismo que amenaza su vida”.
Como parte de los proyectos que realiza Morras Help Morras damos información y acompañamiento a mujeres que deciden abortar, nos enfocamos en mujeres que están en la periferia, y la verdad es que sin mucho éxito, no creas que a ellas les interesa mucho abortar por un montón de cosas, pero también damos talleres de derechos sexuales y reproductivos, amor romántico, que están detenidos por la pandemia, estuve dando unos cuantos en el IAM en contextos en donde los alumnos no tenían los contextos para estudiar en sus casas, comunidades donde eran 20 alumnos y uno tenía laptop y 10 celular propio, los otros tenían que esperar a que les prestaran un celular, entonces los dimos hasta donde se pudo en Pabellón, pero luego subió el semáforo covid a rojo y ya no nos dejaron, en una de las escuelas hubo un brote. Estas vinculaciones que hacemos son porque las instituciones ya tienen ubicadas los grupos, las escuelas, los alumnos, nos saltamos todo ese trámite burocrático que sería si fuéramos solo como la colectiva a ofrecer sus servicios.
“El feminismo de los cuartos propios ha olvidado a las mujeres de los zulos”
“El patriarcado no es un monstruo enorme que sentado en una mesa de madera brinda: salud por la opresión de la mujer.”
Y pues una piensa que va llegar a enseñarles, pero no, por ejemplo, en Norias de Paso Hondo llegué a hablar de amor romántico y le plantee al grupo que me dijeran canciones donde mientan o insulten, y me dice una niña, pero esas no son canciones de amor, son de desamor, y yo: mi trabajo aquí está concluido. Por eso es establecer diálogo, platicar y a partir de ahí aterrizar la teoría, porque sobre todo vamos a ofrecerles la información pero a tratar de ser útiles, de si necesitan un día saber a dónde acudir si tienen un tema de violencia, sobre todo a las jóvenes.