- Según el Índice Global de Impunidad el Poder Judicial se ubica en el tercer lugar
- Corrupción e impunidad por origen de género afecta el acceso a la justicia de las mujeres
Existe un círculo vicioso en la relación entre la corrupción, la impunidad y la injusticia en México, ya que el 68.5% de las personas consideran que en el Poder Judicial existe corrupción, además que en el índice Global de Impunidad se ubica en el tercer lugar, y con base en los informes generados desde el 2015 a la fecha sólo un Poder Judicial, el de Durango, era el único que publicaba todas sus sentencias, no así los 31 restantes, pues mientras algunos lo hacían de manera parcial, otros simplemente no lo llevaban a cabo. Expuso que a través de una encuesta realizada por Equis Justicia para las Mujeres arrojó que el 76% de los poderes judiciales no eran transparentes.
Así lo manifestó Fátima Gamboa Estrella, codirectora de Equis Justicia para las Mujeres, abogada integrante de la comunidad indígena maya y activista de la comunidad LGBTI+, experta en el ámbito de la justicia con perspectiva de género, como parte de su participación en el foro “La justicia abierta, elemento primordial para el combate a la corrupción”, organizado por el Secretaría Ejecutiva del Sistema Estatal Anticorrupción de Aguascalientes.
“Entonces vemos que este contexto de opacidad judicial ha generado una especie de desconfianza de la ciudadanía a los entes de impartición de justicia, al no conceder la ciudadanía una legitimidad por esta opacidad desde que inició el Poder Judicial en México hace 190 años y que apenas estamos dando un primer paso hacia la Justicia Abierta con esta resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y la modificación legislativa a la Ley general”, manifestó la activista.
Consideró que es ahora importante y urgente revertir el contexto expuesto, al ser posible que la Justicia Abierta, que tiene como pilares la transparencia, la participación ciudadana y la accesibilidad, aunque ella agregó que además tiene como centro y como objetivo poder garantizar el acceso a la justicia en condiciones de igual y de no discriminación.
“Cuando hablamos de corrupción es importante poder mirar cómo esta tiene origen –aunque a muchos no les gusta la palabra- en este sistema patriarcal que existe en México y el mundo, que ha creado estructuras y formas de relacionarnos, socializar y prácticas que tienen una consecuencia desproporcionada en las mujeres; sí hay corrupción e impunidad por origen de género que afecta la desigualdad de las mujeres e impone obstáculos en el acceso a la justicia y niega esta igualdad sustantiva, mandatada en la Constitución”, destacó.
Entre algunos datos que compartió Gamboa Estrella destaca que en el 2018 uno de cada mil delitos sin desagregación, obtuvieron una condena condenatoria, según estimados hechos por la organización civil Intersecta; si se habla de violencia familiar es unos de los delitos más denunciado en el país y el menos juzgado con una sentencia condenatoria. Además, cuando de analiza los motivos por los que están las mujeres en la cárcel, se detecta que están por violencia familiar, a pesar de ser una figura creada para protegerlas a ellas, y donde el 99% de estos casos es la mujer la víctima y son los hombres los generadores de esta violencia, y sin embargo hombres y mujeres están en la misma proporción por este delito.
En los casos de feminicidio, que aumentaron de nueve a 11 diarios con la pandemia, vemos que hasta 2019 hubo más de 10 mil asesinatos de mujeres y menos del 20% han recibido justicia.
“Entonces debemos de ver esta corrupción en términos de cómo con el pacto patriarcal hay ciertas acciones al interior de los poderes judiciales que también terminan impactando en el acceso a la justicia de las mujeres”, subrayó Fátima Gamboa.