Salud, vida y poder: la realidad del biopoder en contexto mexicano - LJA Aguascalientes
29/06/2024

La historia humana nos ha brindado muchas lecciones muy duras de asimilar. Una de estas difíciles lecciones ha sido que dentro de nuestros sistemas sociales y políticos tendemos a tomar hasta el más elemental o simple aspecto de la vida y convertirlo en un factor de poder. Esto quiere decir que factores tan esenciales y elementales para la vida humana como la salud, se convierte en una herramienta de control que determina decisiones con consecuencias directas en la sociedad y el estilo de vida de los ciudadanos. 

Actualmente, debido a la pandemia del COVID 19, discutir sobre el poder que se obtiene del acceso y la provisión de salud es el tema más importante que se pueda abordar ya sea desde la administración pública o la sociedad civil. Desde que empezó esta crisis sanitaria surgieron una variedad de temas que involucran el bienestar de los ciudadanos y el poder que ejerce el gobierno sobre el sector salud: medicinas, atención hospitalaria, equipo medico y, especialmente, el acceso a la vacuna contra el COVID 19. La discusión debe abordarse y entenderse desde la perspectiva del biopoder. 

El biopoder, según lo concibió el filósofo francés Michel Foucault, se refiere a la forma en la que los estados ejercen poder basado en gestionar la vida (Osorio,2006). De este concepto se desprende la biopolítica, concepto acuñado por el mismo autor, y que se refiere a las estrategias para gestionar la vida tanto al individuo como a la población y las instituciones y la ciencia se vuelven extensiones controlar la vida, su prevalencia y su aprovechamiento en sentido social o económico (Osorio, 2006). Esto es relevante porque gran parte para perpetuar la biopolítica y el bio poder es gestionar la vida lo que implica su conservación por medio de garantizar la salud de los ciudadanos. 

Esta discusión es muy relevante en el contexto de una pandemia sobre todo analizando las decisiones del gobierno y su sistema de salud. La relación entre salud y biopolítica es sencilla pero complicada, al mismo tiempo. La medicina y su desarrollo es una herramienta del biopoder, el cuerpo humano es un objeto económico que es utilizado y explotado para beneficio del sistema político y económico (Cabrera, 2016). El trabajo de la medicina es de mantener los cuerpos humanos en plenas condiciones para ejercer el papel que les toca en el sistema social. 

Con la pandemia, todo el sistema se paralizó: las calles quedaron vacías, los lugares de recreación y diversión cerraron y las escuelas y trabajos se mudaron plataformas digitales. Todo se vino abajo y para el estado, la sociedad y la economía fue un duro golpe del que no se recuperará pronto. Esto también significó un golpe para el biopoder que ostenta el estado ya que debido a que todo se paralizó, no se puede explotar el acelerado ritmo de la sociedad que mantenía la calidad de vida de la gente. Y ahora existe una solución: una vacuna, un nuevo mecanismo de poder que le toca administrar al estado.

Cuando hablo de la vacuna como un instrumento de poder no me refiero (aunque lamentablemente, no puedo descartarlo) a que esta sea usada para controlar de manera arbitraria a la población mexicana. Me refiero a que es la única solución y el único medio para recuperar la calidad de vida que teníamos antes de la pandemia y su compra, almacenamiento, provisión e impartición dependen totalmente del Estado mexicano para que la repartición sea justa y obtenga resultados eficientes. El biopoder del estado en la vacuna se manifiesta en las estrategias, preferencias y medios que escoge para administrarla. 

El estado, después de una valoración técnica, decide la estrategia para impartir la vacuna lo que implica seleccionas poblaciones prioritarias y lugares clave (Bautista-Arredondo, 2021). Las autoridades también deciden a qué laboratorio comprar la vacuna y en qué cantidad como una estrategia que gestiona y decide lo mejor para salvaguardar a la población (Animal Político, 2021). Estos ejemplos solo resaltan el hecho de que los ciudadanos dependen de la infraestructura y el poder que tiene el estado al tomar decisiones sobre sus vidas y su salud. 

No solo eso, sino que la forma en la que enfrentamos la pandemia también depende de la disposición y las instituciones gubernamentales en todos los niveles. Por ejemplo, el mismo gobierno puede crear oportunidades para que los gobiernos estatales y el sector privado puedan comprar y proveer la vacuna (Forbes, 2021). Esto es un ejemplo de como el Estado puede extender las facultades y conceder acceso al biopoder no sólo al gobierno y sus ramificaciones, sino al sector privado, incluso a particulares. Es otra de las libertades que el estado toma para garantizar la calidad de vida y el funcionamiento de un sistema que depende de la salud de sus ciudadanos. 

Toda esta reflexión solo se dirige a una conclusión aterradora. Le biopolítica de la salud y el hegemónico poder que ejerce el Estado sobre este sistema hace que nuestra salud como ciudadanos y nuestra calidad de vida dependa de las decisiones de nuestro gobierno. Es una realidad que nos deja en una posición cómoda ya que depende de otros nuestra salud, pero preocupante porque dependemos de que otra persona decida por nosotros. Y estas decisiones pueden ser adecuadas o pueden ser un completo desastre, algo que no es para menos tratándose de la decisión de un gobierno. Cuando sus decisiones son correctas, la población prospera y cuando no lo son, solo queda el desastre. 


Para el caso de México, las circunstancias son alarmantes en muchos aspectos. Sin embargo, en el contexto actual de la reciente jornada de vacunación hay varios factores que mencionar: tenemos un programa de vacunación que en el pasado era un ejemplo de eficiencia internacional y ahora es un programa con cobertura limitada debido a la mala gestión gubernamental; los plazos del plan de vacunación actual para los adultos mayores parece que tendrá que extenderse más tiempo del previsto, lo que afecta al resto de la población y atrasa la cobertura; como resultado, el ritmo tan lento de vacunación atrasa todavía más la recuperación del país (Tamayo, 2021). 

La eficiencia de la actual estrategia de vacunación y de la estrategia sanitaria para combatir la pandemia depende totalmente de la voluntad política y la coordinación institucional. El futuro y la salud del país se encuentra a merced del biopoder ejercido por la administración mexicana. Los resultados han demostrado ser agridulces, lentos y desorganizados. Es en estos momentos de crisis en que debemos tener una perspectiva crítica del gobierno y sus decisiones ya que estas cuestan vidas y desarrollo. En ese sentido es cuando el Estado no solo debe concentrarse en administrar control y poder, sino en aplicarlo con una perspectiva bioética que tiene que ver no solo con tomar decisiones en cuanto a la gestión de la vida y la salud, sino de tomarlas a la luz de valores y principios que conduzcan a tomar las mejores decisiones respecto a la vida de los miembros de una sociedad (Antúnez, 2019). 

Desafortunadamente, nuestras opciones son limitadas en circunstancias como estas, pero el papel de la sociedad civil y de la ciudadanía es señalar las fallas, generar conocimiento y proponer soluciones con la esperanza que mejore la situación. Es imposible no pensar que la situación pudo manejarse de mejor manera ya que a veces como gobierno justificarte diciendo que la pandemia fue un evento inesperado no es suficiente. Las facultades que tiene el Estado para administrar y garantizar la salud de las personas es una manifestación directa del concepto de biopoder. De más esta decir que esto conlleva una enorme responsabilidad, una que no debería tomarse a la ligera, aunque eso tampoco depende de nosotros, desafortunadamente. 

 

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Bibliografía

Osorio, J. (2006). Biopoder y biocapital: El trabajador como moderno homo sacer. Argumentos (México, DF), 19(52), 77-98.

Cabrera Díaz, E. (2016). La medicina moderna como dispositivo al servicio del biopoder u la biopolítica. Departamento de Medicina Social y Preventiva, Facultad de Salud.

Bautista-Arredondo, Sergio (2021). Actualización del análisis de priorización de las vacunas para COVID-19 en México y recomendaciones generadas. Salud Pública de México.

Redacción Animal Político (2021), Vacunas COVID: las autorizadas, sus dosis y a quiénes se destinarán en México, Animal Político. Recuperado de: 

https://www.animalpolitico.com/2021/02/vacunas-covid-las-autorizadas-sus-dosis-y-a-quienes-se-destinaran-en-mexico/

Forbes Política, (2021). Estados y empresas podrán comprar y aplicar vacunas: AMLO, Forbes México. Recuperado de: 

https://www.forbes.com.mx/politica-estados-empresas-comprar-aplicar-vacunas-amlo/

Tamayo, Karina (2021). La estrategia de vacunación contra COVID-19 en México: a tiempo de cambiar el rumbo. Animal Político. Ciudad de México. Recuperado de: 

https://www.animalpolitico.com/inteligencia-publica/la-estrategia-de-vacunacion-contra-covid-19-en-mexico-a-tiempo-de-cambiar-el-rumbo/

Antúnez, J. V. V., Molina, R. I. R., & Cid, L. E. D. (2019). Bioética y biopoder: Perspectivas para una praxis pedagógica desde la ética de Álvaro Márquez-Fernández. Utopía y praxis latinoamericana: revista internacional de filosofía iberoamericana y teoría social, (87), 65-77.

 


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