Un cierto día, nuestro primer mandatario anunció que cierto primero de diciembre nuestro sistema de salud sería igual al de Dinamarca y otros países. Pocos días después la primera ministra Mette Friederiksen en plena sesión del Christiansborgen (parlamento) se rio a carcajadas y contagió su hilaridad a todos los diputados, burlándose de la afirmación de nuestro presidente. Todo hubiera resultado bien y la ministra tendría que haberse arrepentido de su jocosidad si nuestro país hubiera hecho algo, aunque hubiera sido un poco, un algo. Sólo que nada sucedió. El Sistema de Salud mexicano no se unificó, las cinco dependencias siguen funcionando por su cuenta con el ya consabido caos a la hora de colaborar entre ellas. Por si fuera poco, ante el reto sanitario más importante de los últimos cien años, el sistema sanitario quedó fuera y la vacunación corrió a cargo de otra dependencia la Secretaría del Bienestar que no tiene ni conocimientos ni experiencia en el tema. Y por si nos hiciera falta algo, nuevamente el H. Congreso Federal volvió a discutir el tema de la marihuana. Después de 14 horas concluyen que está permitido el “uso lúdico”. Lo triste del asunto es que otra vez la discusión en el alto podio de la legislatura adoleció de ciencia, conocimiento, experiencia y sensatez. Como ya va siendo costumbre la comparecencia de nuestros representantes populares se convirtió en un circo. Un diputado se preparó un churro delante de todos avisando que se lo fumaría más tarde, una diputada aseguró que ella y muchos de sus compañeros de bancada la usaban. Los demás oradores se enredaron en discusiones de dominio político de siempre. Y la cosa quedó como ya estaba. No se avanzó nada, el uso personal de los 28 gramos ya existía, el cultivo en casa ya está tolerado, el consumo en la vía pública no está sancionado. Y si la intención es que deberíamos parecernos a Dinamarca, primeramente habría que estudiar lo que ellos hacen. Y no se necesita que una comisión de diputados viajen con gastos pagados a todo lujo, para una estancia de dos semanas en Copenhague supuestamente para estudiar el sistema. El sistema danés puede conocerse por internet. En ese país la marihuana hace más de 18 años no es problema. Ya está permitido el uso medicinal porque existe una amplia variedad de fármacos elaborados con canabinoides. Se acepta el uso personal, pero de igual manera que el alcohol, toda persona que cometa delitos bajo el influjo de la sustancia, es severamente sancionado. Existe permiso para su cultivo, al igual que en otros países nórdicos, en Uruguay y en varios estados de los Estados Unidos. O sea que nos llevan mucha ventaja y nos la seguirán llevando si los que discuten el tema son nuestros diputados. En ningún momento se consultó con expertos en salud mental, bioquímica, farmacología, psicopatología y ciencias afines quienes son lo que realmente deberían opinar sobre la cannabis.