La compañía japonesa de vehículos Nissan tiene una importante industria en Aguascalientes. Es cierto que su llegada ha contribuido significativamente al crecimiento económico del estado, sin embargo también ha estado envuelta en varios problemas, muchos generados por comportamientos deshonestos y abusivos. A continuación, un recuento de algunos de los episodios más lamentables de esta compañía en estas tierras.
Amenaza de huelga
En 2018, trabajadores y organizaciones sindicales relacionadas con Nissan amenazaron con un huelga en caso que las condiciones laborales en esta empresa no mejoraran. La inconformidad surgió por tratos precarios y abusivos por parte de esta compañía, pues los horarios laborales no eran respetados. Esto ocasionaba jornadas laborales verdaderamente extenuantes y descansos insuficientes de acuerdo al marco legal.
Otra de las razones de la protesta eran los salarios, puesto que en otras plantas de la misma firma los salarios eran más altos para los mismos puestos, lo que consideraron una injusticia. El descontento provocó protestas y marchas en la ciudad por parte de trabajadores que buscaban una solución efectiva, incluso solicitando el apoyo del gobierno.
Finalmente, el paro de labores no ocurrió, puesto que se llegó a un acuerdo con la empresa para terminar con las jornadas de 12 horas por cinco días a la semana. Sin embargo, posteriormente se presentarían otros conflictos que generarían malestar en la platilla laboral.
Pago menor de utilidades
A mediados de este año, 2020, varias personas que laboran para Nissan se manifestaron debido a un pago de utilidades muchísimo menor al esperado. Estas personas solo recibieron aproximadamente 700 pesos por el pago de esta prestación, mientras que en otros años este mismo ingreso era mayor a 10 000 pesos.
Esto, junto con despidos que consideraban injustificados, generó nuevas protestas. Buscaron la intervención de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para aclarar si la cantidad recibida realmente correspondía a las ganancias generadas por la empresa durante este periodo o era un intento engañoso de reducir costos.
Después, un grupo de ex trabajadores de esta compañía llegaron en la madrugada para bloquear los accesos de la planta A1 en señal de protesta. Sus reclamos fueron provocados por las situaciones mencionadas y también la falta de reconocimiento al sindicato de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (Catem). Las autoridades estatales esta vez calificaron estas movilizaciones como un intento por desestabilizar la economía estatal, orquestadas por grupos políticos opositores.
Disputa entre sindicatos
Los problemas en esta empresa produjeron también descontento con las organizaciones sindicales a cargo de la protección de las y los empleados, pues algunos grupos consideraron que actuaban en complicidad con la empresa. Es por ello que gente afín al Catem buscó que la contratación colectiva pasara de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) a sus manos.
Finalmente, en las elecciones sindicales, la CTM triunfó y se quedó con la titularidad de los contratos colectivos, a pesar de los reclamos de Catem en tribunales y en la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje. La organización que lleva varias décadas en control de la representación de las y los trabajadores de Nissan continúa al día de hoy en funciones.
Fabricación del Tsuru
Uno de los vehículos más populares en nuestro país fue el Tsuru, fabricado por Nissan. Sin embargo, a pesar de su popularidad, se ha demostrado que es uno de los vehículos más inseguros. En las pruebas de seguridad realizadas por Latin NCAP, este modelo obtuvo un puntaje de cero. No solo eso, sino que las tasas de mortalidad en un Nissan Tsuru son de las más altas registradas en comparación con otros carros comerciales.
Las autoridades y organizaciones de seguridad llamaron irresponsable que este vehículo siguiera fabricándose, tanto por parte de la empresa como de los gobiernos mexicanos. Aún así, esta marca japonesa siguió manufacturando este modelo hasta 2017. No solo eso, sino que Aguascalientes se volvió el centro de su producción y antes de retirarlo del mercado definitivamente aumentaron la producción en este estado.
Regalo de terrenos
Hace ya algunos años, antes de construir una segunda planta en este estado, Nissan puso varias condiciones para concretar este proyecto. Conscientes de la cantidad de empleos y derrama económica que generaría otra fábrica, la empresa decidió hacer peticiones fuera de la ética y los acuerdos a los cuales se adhirieron.
Los requisitos incluían principalmente la cesión de tierras por parte del gobierno. Es decir, pedían terrenos gratis para poner su fábrica. Además, también buscaron que se utilizaran bienes públicos para crear la infraestructura necesaria para su operación. El gobierno de aquel entonces, al mando de Carlos Lozano, accedió a las peticiones. No solo eso, sino que reformó las leyes vigentes para poder transferir los recursos mediante un fideicomiso y generar deuda sin rendir cuentas.
Fue así como Aguascalientes retuvo la inversión de esta empresa, sin embargo, para lograrlo tuvo que endeudarse. Puede que albergar la producción de una compañía del tamaño de Nissan genere importantes beneficios económicos al estado. No obstante, esto no exenta a la empresa japonesa de incurrir en conductas deshonestas y abusivas, de las cuales debe hacerse responsable.