- En los últimos 21 años, Iberdrola ha invertido 154 mil millones de pesos en México, pero AMLO no pierde oportunidad para recordar que el expresidente Felipe Calderón formó parte del consejo de administración de su filial en Estados Unidos
EMEEQUIS/Patricia Tapia
En la apuesta del gobierno federal de devolver el control total del mercado eléctrico a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) que dirige Manuel Bartlett Díaz, desde el Ejecutivo se ha arremetido contra las empresas privadas.
Una en particular está en la mira de Andrés Manuel López Obrador: Iberdrola.
En el propio gobierno se reconoce que la empresa española de José Ignacio Sánchez Galán y que en México es dirigida por Enrique Alba, es la que mayor Inversión Extranjera Directa (IED) tiene dentro del sector energético en nuestro país.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Economía, que encabeza Tatiana Clouthier, en el acumulado de 1999 a 2020, la IED del sector asciende a 43 mil 257 millones de dólares. El país de origen que ocupa el primer lugar, con 9 mil 43 millones, es precisamente España, donde Iberdrola es la principal empresa.
Desde que la compañía ibérica se instaló aquí en 1999, ha apostado por la construcción de una serie de proyectos en México: centrales de ciclo combinado y cogeneración, en las renovables ha desarrollado parques eólicos y fotovoltaicos. En los últimos 21 años ha invertido más de 154 mil millones de pesos.
Después de la CFE, Iberdrola es el mayor generador de electricidad y a la vez la misma Empresa Productiva del Estado es su cliente número uno, algo que sin duda no ha sido del beneplácito de AMLO.
El año pasado, las ventas de electricidad de Iberdrola en México fueron de 52.558 gigavatios-hora, de los cuales 39.160 fueron para CFE y 13.398 para privados.
“Imagínense cuánto nos vamos a ahorrar si se dejan de entregar subsidios a estas empresas extranjeras, a Iberdrola, por ejemplo, que se le entregan subsidios, no sólo le compra caro la Comisión Federal por los contratos que se establecieron antes”, señaló López Obrador el pasado 12 de febrero, cuando aún se discutía la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica (LIE), la cual privilegia el despacho de energía de la CFE y que finalmente fue aprobada en Diputados el 2 de marzo y publicada este 9 de marzo en el Diario Oficial de la Federación.
El alegato del presidente es que con la reforma energética de Enrique Peña Nieto se quería desaparecer a la eléctrica nacional y favorecer a empresas particulares, sobre todo a “extranjeras corruptas”.
Calderón, su pecado
López Obrador también ha dejado claro cuál es su descontento con la empresa española. Además de acusarla de corrupción, no pierde la oportunidad de recordar que el expresidente Felipe Calderón Hinojosa pasó a formar parte del consejo de administración como miembro independiente de la filial de Iberdrola en Estados Unidos, Avangrid, esto en 2016, tres años y medio después de terminar su mandato.
“Con la privatización de la industria eléctrica se afectó al pueblo de México, se benefició a una minoría, sobre todo a empresas extranjeras y hubo corrupción. Se asociaron, yo diría de manera delictuosa, empresarios extranjeros con funcionarios públicos, al grado de que una empresa eléctrica española, Iberdrola, contrató a la secretaria de Energía del gobierno de Felipe Calderón (Georgina Kessel), o sea, la convirtió en su empleada; pero no sólo eso, esta misma empresa contrató como consejero al expresidente Calderón. O sea, algo vergonzoso, algo que no sucede en ningún país del mundo”, es el reproche de AMLO.
Los dimes y diretes entre López Obrador y Calderón Hinojosa no cesan. El expresidente panista es una de las voces más críticas de esta administración, mientras el Ejecutivo le ha dedicado varios minutos de sus conferencias matutinas en recriminaciones por la violencia que dejó en el país, incluso lo ha llamado “Comandante Borolas”.
La tunden
También desde la CFE se han hecho acusaciones directas a la ibérica, el pasado 11 de febrero, el director corporativo de finanzas de la empresa productiva del estado, Edmundo Sánchez, dijo que existían empresas como Iberdrola, que hacían uso de empresas fantasma para simular competencia y obtener contratos.
Según la misma CFE, Iberdrola ha recibido subsidios del gobierno mexicano por 56 mil 175 millones de pesos desde la implementación de la reforma energética y Bartlett Díaz declaró que tiene adeudos con la Comisión por 10 mil millones de pesos por incumplimiento en contratos de venta de energía.
Tras la aprobación de la reforma a la LIE, AMLO dijo que se van a revisar todos los contratos que se tienen con Iberdrola. “Vamos a buscar acuerdos en esta lógica de que queremos seguir manteniendo contratos, pero que los tenemos que actualizar a la nueva realidad, que no es sólo la nueva realidad económica, es la nueva realidad política, así también de claro; ya no es el tiempo de que los políticos estaban al servicio de las empresas”.
Según el presidente, antes de lanzar la reforma a la LIE se buscó negociar con Iberdrola, pero no hubo respuesta, “eso me llevó a presentar la iniciativa de modificación de la ley, para que tengamos un marco legal y podamos estar en mejores condiciones y defender el interés público”.
Cómo empezó / cómo va…
En el primer año de López Obrador parecía que pintaba para seguir con el mismo entusiasmo de Iberdrola por invertir. En mayo de 2019, en una reunión entre el dueño de Iberdrola y el entonces jefe de la Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo, la empresa anunció que en esta administración invertiría 5 mil millones de dólares.
No obstante, ante el cambio en las reglas del juego por parte del gobierno mexicano, en octubre de 2020, Sánchez Galán apuntó que requerían de certidumbre para seguir invirtiendo.
Es visible que el entusiasmo ha menguado y la precaución cobró fuerza. Los datos de la distribución geográfica de la inversión de Iberdrola lo deja ver: en los últimos dos años de Peña Nieto (2017 y 2018), la porción destinada a México rondaba el 17%. Para los dos primeros de AMLO se redujo: en 2019 la parte correspondiente a nuestro país fue de 5.8% y en 2020 de 4.9%.
En 21 años, Iberdrola ha configurado un amplio portafolio en México, con 12 centrales de ciclo combinado de gas, cinco de cogeneración, así como nueve parques eólicos y tres centrales fotovoltaicas.
No es la única que ha puesto freno a sus inversiones. En general, la IED en el sector energético se desplomó con AMLO. En 2018, en el cierre de gobierno de Peña, fue de 6 mil 773.7 millones de dólares. Para 2019, con López Obrador, se derrumbó a 2 mil 811 millones y en 2020 fue peor, situándose en mil 847 millones, año que además de enfrentar la incertidumbre en el marco regulatorio se combinó con el impacto de la pandemia.
España, Canadá, Estados Unidos, Italia y Brasil son los cinco países que más invierten en el sector energético mexicano, representando 81% de la participación.
Un competidor incómodo
En 2020, mientras que la CFE acumuló una pérdida neta de casi 79 mil millones de pesos, Iberdrola reportó un beneficio neto de 3 mil 611 millones de euros (alrededor de 91 mil millones de pesos).
Bajo el nuevo modelo energético de México con Peña Nieto a través del Mercado Eléctrico Mayorista, la empresa española se hizo de contratos para el suministro de electricidad con otras grandes compañías, por ejemplo, con Soriana, Grupo Modelo, Grupo Deacero y la farmacéutica Bayer.
Iberdrola siempre ha sido clara con sus intenciones: el mercado objetivo es el industrial, por el consumo intensivo de electricidad, algo que sin duda no le agrada a la CFE, pues es el sector de donde proviene casi el 60% de sus ingresos.
En tanto que AMLO aboga por los intereses de la CFE, en el camino va arremetiendo contra Iberdrola. Incluso por otras vías: al no parecerle las publicaciones de El País lo ha acusado de estar vinculado con las empresas españolas en México y que en conjunto orquestan ataques contra su gobierno.
“Calderón, además de Iberdrola, tenían a Repsol como empresa favorita, también española; y el expresidente Peña Nieto a OHL, también española. Eso es lo que no le gusta a El País, pero aquí es otra cosa”.
@ptcervantes