El Censo de Población y Vivienda 2020 revela varias de las condiciones de vida de la población de nuestro país. En esta ocasión se censó también a las personas que viven en situación de calle, las cuales son sumamente marginadas y vulnerables. De la misma forma, contabilizaron la cantidad de viviendas existentes en nuestro país, tomando en cuenta aquellas que están deshabitadas y también las de uso temporal.
De acuerdo a lo que indica el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, en México hay 43 889 122 viviendas particulares, de las cuales 6 155 682 están deshabitadas y 2 514 299 son de uso temporal. Lo que deja ver estas cifras es que existen muchas más viviendas desocupadas que personas sin hogar, ya que estas ascienden a 5 778 a nivel nacional. En otras palabras, hay más de mil viviendas desocupadas por cada persona en situación de calle.
Si hacemos este mismo análisis en el estado de Aguascalientes, encontramos una tendencia similar. En esta entidad hay 463 746 viviendas en total, de las cuales 60 327 están deshabitadas y 16 974 son de uso temporal. Lo que presenta el INEGI es que hay 64 individuos sin techo, dando una relación de poco menos de mil viviendas desocupadas por cada persona en estas condiciones.
Algo que cabe resaltar es la dificultad que existe en contabilizar a la población en situación de calle, pues se encuentra muy dispersa y se mueven constantemente, por lo que no hay un lugar fijo donde puedan encontrarse estas personas. Existen discrepancias con lo que estima el INEGI respecto a otras organizaciones, lo que deja ver las dificultades metodológicas que implica esta estadística.
Ahora, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) expresa que las condiciones de vivienda en nuestro país son muy inequitativas y gran parte de ellas presentan rezagos importantes. De acuerdo con su publicación del 2018, Principales retos en el ejercicio del derecho a la vivienda digna y decorosa, 14 millones de viviendas, es decir, el 44.7% de acuerdo a sus mediciones, presenta algún rezago respecto a su definición multidimensional de las condiciones habitacionales que debería tener toda la población.
Los motivos por los cuales se abandonan las viviendas son varios, entre los que se encuentran la inseguridad, la marginación, ingresos bajos, falta de servicios y condiciones de terreno inadecuadas. Las acciones gubernamentales en cuanto a la garantía de este derecho han sido insuficientes e inapropiadas, reflejándose también en estos fenómenos.
Uno de los grandes problemas que tiene la población mexicana es precisamente en cuanto a la vivienda. Lo mostrado por instituciones como INEGI y CONEVAL dejan ver la gravedad de esta situación, pues los derechos de muchas personas en este país están siendo vulnerados. Para atender la desigualdad en México, es necesario atender a esta población vulnerable, la cual ha sido ignorada por mucho tiempo.
