APRO/Rafael Croda
El gobierno de Colombia denunció este jueves, ante autoridades de México, malos tratos e inadmisiones de inmigrantes colombianos que buscan ingresar a ese país.
La canciller colombiana Claudia Blum planteó la queja a su homólogo mexicano, Marcelo Ebrard, a quien dijo que son “frecuentes (las) inadmisiones de nuestros connacionales al llegar a territorio mexicano”.
Además, en un comunicado la cancillería colombiana dio a conocer que le expresó “las recurrentes denuncias de los compatriotas que han informado públicamente presuntos malos tratos por parte de las autoridades migratorias de ese país”.
Esta tarde, la embajadora colombiana en México, Patricia Cárdenas, se reunió con los secretarios de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, y de Turismo, Miguel Torruco, y con la presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Rosario Piedra, para formalizar esas denuncias.
“Ante estos tres funcionarios, la representante diplomática reiteró la preocupación del gobierno colombiano, transmitida a su vez por la canciller Claudia Blum a su homólogo mexicano”, según el comunicado.
De acuerdo con la cancillería local, los altos funcionarios mexicanos le expresaron a la embajadora Cárdenas su compromiso de trabajar para lograr pronto disminuciones en las inadmisiones y mejorar los procedimientos en temas migratorios.
El pasado viernes 5, 24 colombianos fueron inadmitidos en el Aeropuerto Internacional Benito Juárez sin ningún argumento ni explicación, más que el derecho que tienen los países de rechazar a inmigrantes.
Según las denuncias, colombianos inadmitidos han sido aislados durante horas por las autoridades migratorias mexicanas, sin agua, comida ni teléfonos celulares.
Colombia y México tienen una mesa de trabajo conjunta para analizar este tipo de casos “en los que se presentan posibles vulneraciones de los derechos de nuestros connacionales”, señaló la cancillería.
Entre las denuncias que se han conocido, por parte de colombianos que fueron inadmitidos, advierten que tuvieron que soportar por algunas horas en un cuarto, aislados, sin celular, sin agua, sin comida, sin una explicación distinta a la de “no los vamos a dejar entrar a nuestro país”, además de que les recomendaron buscar otros países de Latinoamérica para sus vacaciones.