APRO/Arturo Rodríguez
En su primera reacción a la aprobación de la reforma eléctrica en el Senado, el presidente Andrés Manuel López Obrador celebró el proceso legislativo y anunció la presentación de un plan de reactivación de las hidroeléctricas que en su diagnóstico, están subutilizadas.
“Voy a anunciar un plan. Vamos a cambiar turbinas para producir más energía limpia a menor costo, vamos a empezar con 14 hidroeléctricas”, dijo.
De madrugada del miércoles, alrededor de la 1:00, el Senado de la República aprobó la iniciativa de reforma a la Ley de la Industria Eléctrica, que ha sido descrita en su parte toral, como un cambio en el despacho de la energía generada dando prioridad a las plantas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), pues la reforma energética del peñanietismo, daba prioridad a la generación privada.
La propuesta presidencial, enviada como iniciativa preferente, fue previamente aprobada en la Cámara de Diputados, prácticamente sin cambios a la redacción recibida.
El tema fue abordado en la conferencia presidencial en Palacio Nacional, que se ocupó de manera destacada del sector energético.
El asunto no está cerrado. El propio mandatario admitió hoy que aun falta recorrer el análisis y fallo constitucional de la Suprema Corte de Justicia de la Nación pues las bancadas de oposición están controvirtiendo el contenido del nuevo ordenamiento.
En sus referencias al asunto, el presidente López Obrador insistió en que la reforma beneficia a la CFE, haciendo amplias referencias a la soberanía energética y el carácter público del sistema eléctrico que, desde su oferta política histórica, ha reiterado frente a la apertura a la inversión privada de lo que llama el “período neoliberal” en el que afirma se cometieron abusos y actos de corrupción.
Además, recordó los recientes apagones regionales de febrero, señalando la dependencia que se tiene del gas de Texas, cuya suspensión del suministro de gas fue alegada como origen de la afectación en las plantas de generación en México. Para el presidente, el problema está en la subutilización del sistema de generación.
Por eso, consideró que gracias a la reforma la CFE podrá invertir en las plantas generadores con tecnología de punta para generar electricidad, en concreto, refiriéndose a la inversión en nuevas turbinas en las hidroeléctricas y con ello contribuir a las energías limpias.
El tema lleva meses en la agenda presidencial. De hecho, la primera quincena de noviembre Tabasco se inundó. El presidente liberó la presa “Peñitas” e inundó comunidades para evitar, según se dijo, un impacto mayor en Villahermosa. La razón expuesta entonces por el mandatario fue que la subutilización de hidroeléctricas hacía que se saturaran las presas provocando su saturación y obligando el desfogue.
Ahora, el presidente se refirió a la posibilidad de renegociar contratos con la española Iberdrola, una de las empresas inmersas en la generación de las llamadas energías limpias, a la que ha señalado por corrupción y por el favoritismo que suele indicar en la contratación, una vez que dejaron el gobierno, de la extitular de Energía, Georgina Kessel, así como de su jefe, el expresidente Felipe Calderón.
Además de Iberdrola, otras diez empresas entrarían en renegociación con el gobierno.