APRO/J. Jesús Esquivel
La Casa Blanca rechazó llamarle desastre a la situación que viven alrededor de 4 mil migrantes menores de edad en centros de detención migratorios en la frontera entre Estados Unidos y México, y aseguró que acelera el proceso para cambiarlos a refugios adecuados.
“Reconocemos que es un problema”, inició diciendo Jen Psaki, portavoz de la Casa Blanca, al hablar ante reporteros que la cuestionaron sobre el hacinamiento de menores de edad en los centros de detención temporal a cargo del Departamento de Seguridad Interior.
“La administración pasada (de Donald Trump) nos dejó un sistema desmantelado e inmanejable y, como cualquier otro problema, vamos a hacer todo lo que podamos para resolverlo”, siguió la vocera del presidente estadounidense Joe Biden.
Indicó que con la participación del personal de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) se trabaja en agilizar la transferencia de los menores de edad de los centros de detención migratoria a refugios y hasta casas privadas.
Psaki manifestó que agentes federales llevan a cabo la inspección de refugios adecuados para menores de edad con todas las garantías de salubridad y capacidad adecuada, al tiempo que se analiza y se somete a escrutinio a patrocinadores o familiares de los menores.
“Ninguno de los inmuebles de la Patrulla Fronteriza están hechos para albergar niños y queremos moverlos lo más rápido posible a refugios y las casas (de sus familiares o patrocinadores dentro de Estados Unidos)”, explicó.
La prensa estadounidense reporta que hay hacinamiento de menores de edad en los centros migratorios de detención temporal, que además están en condiciones insalubres, provocando problemas mentales y sanitarios a los menores de edad que han llegado a la frontera sur estadounidense.
En su mayoría de origen centroamericano, los infantes llegan a la región limítrofe del sur estadounidense guiados por coyotes, conocidos o familiares, con el objeto de que muchos de ellos sean reunidos con sus padres que viven como indocumentados en Estados Unidos.
Estadísticas extraoficiales del DHS sostienen que en lo que va del primer trimestre de 2021, por lo menos 3 mil 500 menores de edad han llegado a la frontera sur de Estados Unidos con la esperanza de ser acogidos como parte de la política migratoria de reunificación familiar de Biden.
“El presidente está muy concentrado en expeditar en todos los pasos lo que está ocurriendo en la frontera”, indicó Psaki, quien además encomió a familiares y patrocinadores de menores de edad a que se acerquen de manera ordenada a las agencias migratorias estadounidenses.
“Que se acerquen sin miedo a aplicaciones de medidas migratorias adicionales. Hemos visto casos de familiares o patrocinadores de menores de edad, preocupados de que al acercarse se les vaya a rastrear, eso ya se terminó”, subrayó la vocera de Biden.
Y, de nueva cuenta, la Casa Blanca envió un mensaje a los padres o familiares de menores de edad que se encuentran en Centroamérica, de que no envíen a los niños en un peregrinaje peligroso e incierto, porque “las fronteras de Estados Unidos no están abiertas” y serán rechazados.