“Ya chole” fue la respuesta de un desesperado y cada vez más harto de rendir cuentas Andrés Manuel López Obrador a las mujeres que le demandaban en medios y redes sociales que retirara su apoyo a Félix Salgado Macedonio candidato de morena a gobernador del estado de Guerrero.
La periodista Anabel Hernández había ido más allá al acusar al candidato de morena de tener nexos con los Beltrán Leyva y “la Barbie” en su columna para Deutsche Welle Contracorriente!: “La cara de Félix Salgado Macedonio: dócil con los narcos, violento con las mujeres” en la que también acusó que voces dentro del partido oficial aseguran que la investigación interna de Morena es una simulación y se mantendrá a Salgado Macedonio como candidato. Una muestra de la sobrada soberbia y confianza de que la popularidad de López Obrador puede resolverle la elección a un candidato tan incómodo.
Gran oportunidad le van a brindar al candidato del PRI-PRD Mario Moreno Arcos quien por el contrario goza de buena fama pública y seguramente va a dar la sorpresa al derrotar al supuestamente invencible Salgado Macedonio, porque va a partir con una diferencia bastante remontable en las encuestas y sobre todo porque no tendrá que dar explicaciones en cada acto de campaña o entrevista sobre denuncias y sospechas de violación o nexos con el narcotrafico, a menos que desde el poder le fabriquen alguna denuncia para igualar el marcador lo que sin duda enrarecería el ambiente de la elección y demostraría una elección de estado.
Lo que parece un suicidio político en Guerrero con el “Ya chole” presidencial, vino a empeorar la crítica situación del Gobierno Federal con un nuevo “tengo otros datos” al intentar defenderse del resultado de la auditoría practicada por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) al ejercicio de su primer año de gobierno, el 2019 y en particular a la cifra de más de 331 mil millones de pesos que costó cancelar la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México cuando había anunciado que costaría 100 mil millones “solamente”. Extrañamente, la ASF reculó y emitió un comunicado retractándose por “inconsistencias en el cálculo durante la revisión”. Sin embargo, no necesariamente es una buena noticia para López Obrador porque la suma podría ser mayor porque aún hay adeudos con el Fideicomiso Mexcat. El propio informe advierte que con motivo de la pandemia se tuvieron dificultades para realizar las auditorías por lo que las cifras reportadas pueden sufrir variación.
En otros organismo como la Conade que encabeza Ana Gabriela Guevara quien dijo que no está negada con el destino a ser candidata a Gobernadora de su natal Sonora, la ASF reportó irregularidades por más de 186 millones de pesos. En el proyecto del Tren Maya haya todo tipo de irregularidades, desde administrativas como contratos adjudicados sin justificar hasta financieras 20.7 millones de pesos erogados sin contar con los entregables del servicio, duplicidad de pagos a personal directivo y técnico, 33.1 millones pagados sin justificación, pagos en exceso por 4.2 millones y sigue la cuenta. Otras irregularidades se encontraron en la Comisión de Libros de Texto Gratuito de la SEP, en la Secretaría de Cultura por ejemplo 84.1 millones en plazas no autorizadas y pagos por 675.2 millones a 16 personas morales sin acreditar la prestación de los servicios. El Conacyt pagó 251.4 millones del programa de “Becas de Posgrado y Apoyos a la Calidad” sin comprobar. Y sigue la lista que parece interminable con el IPN, el actual Aeropuerto de la Ciudad de México, en Segalmex por ejemplo no se acreditó la existencia de 1,496.2 millones que se presentan en registros contables. Diconsa, Liconsa y otros organismos se suman a la larga lista.
En en uno de los programas estrella de este gobierno, que ha sido criticado fuertemente por incentivar a los jóvenes a no buscar trabajo y en cambio hacer promoción a favor de Morena, “Jóvenes Construyendo el Futuro” se detectaron asignaciones de becas a Servidores de la Nación y servidores públicos en diversas dependencias, centros de trabajo inexistentes y bases de datos poco confiables que impactan el padrón de beneficiarios, lo que incluye pagos a personas ya fallecidas.
Lo peor de todo es que la ASF denunció que la Secretaría de la Función Pública obstaculizó sus funciones. Ni más ni menos que la dependencia responsable de verificar que todo el poder ejecutivo se apegue a la legalidad para minimizar las observaciones de la ASF y sobre todo de combatir la corrupción que quedó evidenciada. La titular, Irma Eréndira Sandoval, personaje emblemático de la 4T, negó tal hecho ayer asegurando que puso a disposición de los auditores más de 30 mil expedientes.
Lo que muchos sospechábamos pero nos faltaban pruebas: sí hay mucha corrupción en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Lo sospechábamos por el abuso en la práctica de favorecer las “asignaciones directas” en las adquisiciones y contrataciones del Gobierno Federal aunque ya teníamos pruebas del exceso de soberbia, de la incapacidad para operar el gobierno y de las mentiras. La bandera de la honestidad valiente ya no podrá ser enarbolada por López Obrador y los morenistas, mucho menos los candidatos que postulen a las elecciones del próximo 6 de junio, por eso “ya chole con sus otros datos”.