Entrevista a Guadalupe Nettel sobre La hija única
La hija única es la más reciente novela de la escritora mexicana Guadalupe Nettel. Una novela fascinante, que indaga en la maternidad, en el cuerpo, en la sobrevivencia, en la idea de los cuidados que necesitan los hijos para poder crecer, para poder sobrevivir en este mundo. Pero, sobre todo, indaga en la idea de la fuerza de voluntad para poder vivir, para seguir viviendo. ¿Qué impulsa al hombre a seguir viviendo? O en el caso de la novela de Nettel ¿Qué impulsa a una pequeña niña, a una recién nacida, que tiene todas las probabilidades de morir al nacer, a aferrarse a la vida? Este es el caso de Inés, la pequeña sobre la que gira La hija única, una niña que está condenada a morir apenas nazca.
La hija de Alina, amiga cercana de la protagonista, ha sido diagnosticada con microlisencefalia, una condición caracterizada por malformaciones en el cerebro de las personas. Los doctores le han diagnosticado Inés su muerte apenas nazca. Un golpe para todas las personas en el entorno de Alina. La novela de Nettel desarrollará entonces los miedos, las tristezas, las preguntas y las dudas que Alina y sus amigas se hacen a través de esa maternidad que parece condenada al fallecimiento de la hija. Una maternidad que servirá como un espejo para que la protagonista de la novela pueda observar otras maternidades que la rodean No la suya, pues ella ha decidido no ser madre, pero sí la de su entorno más cercano, como el de su propia madre, que al principio de la novela le insiste en ser abuela. La de su vecina, madre soltera de un hijo, que sufre de unos arranques de violencia que hacen temblar a todo el edificio. Maternidades y preguntas sobre cuál es el rol de las mujeres en una sociedad tan machista y patriarcal como la mexicana. La hija única bucea así también en la explosión del movimiento feminista que en los últimos años ha vivido un florecimiento en nuestro país.
Conversamos con Guadalupe Nettel, autora de novelas como El huésped (2005), El cuerpo en el que nací (2011), Después del invierno (2014) Premio Herralde de Novela, y de los libros de cuento El matrimonio de los peces rojos (2013), con la que se hizo acreedor al Premio de Narrativa Breve Ribera del Duero, y Pétalos (2008), sobre La hija única publicada por la editorial Anagrama: “Hay historias que nos conmueven muchísimo, que nos intrigan, y que no solamente quisiéramos compartir con los demás en sus detalles más sutiles, sino que quisiéramos que los demás las conocieran y supieran la prueba tan dura por la que tuvieron que atravesar los protagonistas de esta historia. Pero también la forma en la que pudieron salir de ello y encontrar un equilibrio, una tranquilidad, una alegría incluso, una forma de vivir en alegría, con todo y sus circunstancias”.
Javier Moro Hernández (JMH): Una de las líneas narrativas es la maternidad, que vas narrando con varios personajes, no solo es la protagonista, está la mamá de la protagonista, está la imagen de los palomos que hacen su nido en el balcón de la casa de la protagonista.
Guadalupe Nettel (GN): Fue un tema que se fue imponiendo solito, en realidad, lo que quería era hablar de esta historia, la historia de Alina y de su hija, pero fueron surgiendo historias que se fueron entretejiendo y la novela al final acabó construyéndose como se construye un nido, y cada pequeña paja era una historia que llegaba, la historia de Mónica y su hija, y otras historias, que fueron entremezclando.
JMH: La protagonista decidió no ser madre, que es un tema complicado, pues decidir no ser madre en una sociedad en la que históricamente se les ha impuesto a las mujeres, es el centro del papel de las mujeres para esta sociedad patriarcal.
GN: Te cae el oprobio de la sociedad si dices que no quieres serlo, porque se piensa de inmediato que ella debe tener un problema o un trauma para no querer reproducirse, y a veces es simplemente porque tu estilo de vida no corresponde y para qué vas a traer niños al mundo si tu estilo de vida no se corresponde, así solo los vas a hacer infelices. Porque si te gusta viajar o moverse o cambiar de ciudad, los vas a estar haciendo sufrir, y si de verdad no quieres o no se te da, no hay razón para tener hijos que no van a recibir la atención que merecerían.
JMH: Pensaba en la mamá de Nicolás, que es un chico súper lindo pero que al mismo tiempo es súper violento, y saca su violencia con su madre, todo lo que lo consume lo saca con su madre.
GN: Para ella es invivible esa situación, porque además había sufrido violencia de parte del esposo, más la viudez, entonces no estaba en capacidad de poderse encargarse de un niño así, no sabía cómo manejarlo, entonces ese tipo de historias también ocurren, son muy frecuentes y ocurren y están escondidos, entonces también creo que hay que visibilizar también esos lados de la maternidad, y sobre todo, el aislamiento que viven muchísimas mujeres que son madres, porque justo, como es una sociedad tan moralista y castigadora con las madres, que no coinciden con la norma, pues evitan explicar su situación, evitan pedir ayuda, y de hecho tampoco es que haya muchas instancias a las cuáles pedir ayuda, ni siquiera de amigo o de familiares, porque no se acostumbra, porque normalmente es la madre la que se ocupa de los hijos o la pareja y ya. Esa es otra cosa que quería cuestionar en la novela, el hecho, de qué tan segura realmente es la familia biológica, porque si la madre está totalmente aislada y es una madre soltera, pues muchas veces se va a ver rebasada porque no va a poder ocuparse de todo, económicamente, cuidados, tiempos, etc. Ni va a tener las condiciones psicológicas para hacerlo bien, y a veces también la familia biológica, como sucede en la novela, es la más violenta con los niños, la más abusiva.
JMH: El tema de los cuidados es otro tema presente en la novela, porque Alina no solo tiene que cuidar a Inés, su hija, sino que también ha estado cuidando a su familia desde siempre.
GN: Es un trabajo muy cansado, muy agotador, y que no está remunerado, y cómo no está remunerado no está apreciado en su justo valor. Pero si pagamos, o vemos el salario de una enfermera particular, o de una cuidadora de niños, ahí nos damos cuenta de que, si es algo que debe ser remunerado de una forma u otra, justo porque no es contabilizado no es apreciado. Porque hay muchas mujeres que cuidan a sus padres, a los ancianos, a los hijos, y después se les acusa de ni siquiera trabajar, es decir, que se parten el lomo todo el día, pero a los ojos de la sociedad no trabajan.
JMH: Otra parte de la novela que me parece súper importante es el contexto contemporáneo de México, que abordas a partir del movimiento feminista en el país.
GN: Si, y es lo que hemos estado viviendo en los últimos años, sobre todo el último año, pero que en realidad viene de muchas generaciones y ahora se llega a un punto de hartazgo tal, que hubo que hacerse ver, y necesitaba ponerlo ahí, para mí era muy importante que apareciera el contexto, que fuera el contexto, porque ha habido una toma de conciencia que hay que seguir propiciando.
JMH: En ese sentido se encuentra la historia de la mamá de la protagonista, que es una historia muy importante, porque es una mujer de otra generación, que tiene una vida más o menos estable, que, sin embargo, toma conciencia y se va a trabajar, a colaborar a La Colmena, el centro cultural feminista.
GN: Me gustaba que fuera ella, es decir, una señora que normalmente caería en el cliché de la madre sacrificada, pero es justo muy importante darnos cuenta de que a cualquier edad nos podemos dar cuenta de las injusticias que todavía aquejan a las mujeres. Y al final es capaz de contarle a su hija, por fin, todo lo que ella tuvo que renunciar para cuidarla, para cuidar a sus hijos.
JMH: Quería preguntarte por Inés, sobre todo por la idea que mencionas de la fuerza con la que podemos aferrarnos la vida, que es una fuerza que sorprende a sus madres, a las enfermeras, a los doctores.
GN: Es una de las partes que más me conmueven de la historia. Aquí haré referencia a la frase que dice la neonatóloga de la novela, que es una frase real, que si lo dijo alguien que yo conocí, y que dice que hay niños que tienen todas las condiciones para vivir y no se aferran a la vida, y cualquier cosa, enfermedad, hace que se mueren, mientras que hay niños que sus condiciones son sumamente complicadas y se aferran a la vida, es algo impresionante, y es ahí en donde está la conciencia, creo yo, ahí está la voluntad de vivir, porque a veces por más que digan que es un vegetal esa persona, a veces no se dejan abatir, y yo creo que eso es muy inspirador. Es muy difícil, pero al mismo tiempo muy inspirador, y yo creo que cuando ves a alguien que está con toda esa fuerza vital la reacción inmediata o natural, es apoyarlo, ayudarlo.
JMH: También lo dice Alina, que ha aprendido mucho de Inés, y que no sabe cuánto tiempo logre vivir, pero ella ha aprendido mucho de su hija, que ha cambiado su vida.
GN: Los místicos de todas las corrientes te dicen que vivamos el presente, que no pensemos en el futuro, pero es algo muy difícil lograrlo, y ellos tuvieron que aprender a la mala prácticamente, cómo se hace vivir en el presente, en el aquí y en el ahora, porque alguien que en teoría no es capaz de ver, ni de oír, ni de comunicarse, aunque después se descubre que sí, pero al principio se creía que no, pero ella es capaz de transformar completamente la vida de otras personas. Estoy convencida de que todos los seres con los que interactuamos transforman de una u otra manera nuestra vida, aunque sea muy ligeramente, pero nunca nos imaginamos que alguien con una discapacidad así sería capaz de hacerlo, y sí, muchas veces las personas que tienen este tipo de condiciones transforman la percepción o la conciencia de las personas que las cuidan.
JMH: En la contraportada se nos dice que es una novela “aparentemente sencilla” pero supongo que no es tan fácil escribir esos capítulos que concentran tanto ritmo.
GN: Últimamente mi búsqueda estilística tiene que ver con esta especie de naturalidad, de fluidez, quiero que sea muy accesible, estoy buscando la simplicidad. No soy poeta, pero me gustaría mucho serlo y leo mucha poesía, y me gustaría encontrar un estilo así, ese es mi ideal de estilo así, muy aparentemente simple, muy minimalista. En este momento va por ahí mi búsqueda.
JMH: El tema del cuerpo es abordado en esta novela de otra manera, el hecho de que Inés haya nacido con esta discapacidad nos acerca al tema del cuerpo de otra manera, es una búsqueda por entender justo la voluntad de vida.
GN: En muchas ocasiones el cuerpo es justo lo que oponemos a la violencia, el cuerpo es lo que oponemos justo cuando estamos en una manifestación, pensando una vez más en las manifestaciones feministas, nuestra única forma de resistencia es el cuerpo, y las mujeres lo tenemos clarísimo, eso mismo que nos han ultrajado, violentado es con eso con lo que podemos oponernos y hacer resistencia. También es innegable que la violencia pasa a través del cuerpo. Por ejemplo, cuando Alina está en el hospital después del parto y su cuerpo queda ahí como desechado entre las gasas sanguinolentas y los instrumentos, es muy fuerte esa violencia institucional que se apodera de nuestros cuerpos, lo que me lleva a pensar que nosotros tenemos que defenderlos también. Cualquier madre que haya pasado por una cesárea te puede contar que es así, literalmente.