- Algunos rubros deberás ser muy bien analizados y explicados
- Recursos del 2020 se gastaron en superficialidades más que en apoyos ante pandemia
La próxima semana se votarán las cuentas públicas del municipio capital del 2020, dentro de las cuales existen algunas cifras que tendrán que ser muy bien explicadas, manifestó la regidora Citlalli Rodríguez González, quien aseveró que en algunos rubros se gastó más de lo planeado en el Presupuesto de Egresos.
Reiteró en la necesidad de que los integrantes del cuerpo edilicio realicen un análisis a conciencia antes de aprobar las cuentas públicas la próxima semana, y no caigan en el error de no hacer esa labor a conciencia, ya que se trata de los recursos del erario, es decir, de la ciudadanía; aseveró que inclusive las cuentas del 2029 fueron aprobadas con muchas inconsistencias, razón por la cual votó en contra.
Destacó que aunque las cuentas públicas de los municipios o el estado sean aprobadas, esto no significa que el gasto del erario fue el adecuado, ya que una cosa es lo que el Cabildo aprobó y otra que se aplicó de forma efectiva, pues si bien es normal que en el transcurso del año hayan ajustes, desde la perspectiva de la regidora el año pasado se hicieron en aspectos que no abonaron al beneficio de la ciudadanía de Aguascalientes, a pesar del estado de emergencia que se vive en medio de la pandemia.
Si bien este estado de emergencia sanitaria que comenzó en el 2020 con la aparición del nuevo coronavirus trajo como consecuencia el ejercicio de más recursos públicos, para Rodríguez González este gasto fue en banalidades e imagen personal más que en apoyos a la ciudadanía.
La regidora expuso como ejemplo que mientras que gasto un 3% más para apoyos sociales en año pasado, para la entrega de despensas, pollos, huevo, entre otros artículos, tan solo para anunciar las entregas se erogaron 87 millones de pesos, al ser una inversión mucho mayor en la difusión de las acciones que el monto que representó la ayuda misma.
Destacó que además, se compró equipo médico por 975 mil pesos y al mismo tiempo se dilapidaron dos millones de pesos en la compra de cámaras fotográficas y de video, al ser un evidente la diferencia y pertinencia entre uno y otro gasto.