- Transformar el Bitcoin en capital de curso legal es complejo
- Su revalorización podría ser una burbuja económica y cualquier situación adversa lo desplomaría
Aunque recientemente la moneda virtual Bitcoin rebasó los 50 mil dólares, ello como resultado del interés de inversores tradicionales que desconfiaban de la criptomoneda, la tendencia hacia el uso de dinero electrónico podría llevar años porque hay que normarlo, crear un marco legal y establecer una base, aseguró Raúl I. Morales Chávez, profesor de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón.
El fabricante de automóviles Tesla, la multinacional financiera Morgan Stanley, y PayPal, empresa de alcance mundial que opera un sistema de pagos en línea y otras empresas, informaron que lo utilizarán como medio de cambio, lo cual respaldó, sin duda, ese disparo en su cotización, sostuvo: “Adicionalmente, en el mercado de Australia el Bitcoin se ha beneficiado y respaldado por su aceptación, a pesar de sus variaciones de precios, lo que permitió que haya superado las expectativas de crecimiento de cualquier instrumento monetario”.
El economista universitario precisó que al ser una moneda digital puede ser almacenada y transferida en forma electrónica, está basada en un código binario y puede utilizarse en el mercado de bienes reales. Por ejemplo, la primera transacción con esta criptomoneda se realizó para comprar pizzas.
Recordó que las divisas digitales no son nuevas, la primera se creó en 1996 y se llamó E-gold; la segunda fue el sistema de pagos PayPal.
Existen otras monedas que son las virtuales, éstas son ficticias, su objetivo es el mercado virtual y no pueden usarse para comprar activos reales. “Por eso se les denomina monedas de juguete, surgieron en plataformas de entretenimiento, como Second Life y Blizzard”.
Morales Chávez detalló que el Bitcoin está sustentado en un algoritmo computacional y en 2010 sufrió su primer ataque informático, por lo que perdió popularidad. Ese mismo año su situación empeoró al señalarse que era utilizada para el lavado de dinero. Sin embargo, a inicios de 2011 nuevamente empezó a atraer la atención de los mercados, sobre todo de los informales, y en febrero de 2011 recobró confianza, por lo cual alcanzó una paridad de 31 dólares.
Dos años después la red de control de crímenes financieros de Estados Unidos emitió un documento en el cual estableció que la moneda quedaba regulada, por tanto ganó aún más confianza y aceptación en los mercados, situación que incrementó el precio de la divisa virtual en 700 dólares.
En noviembre de ese mismo año su importancia empezaba a consolidarse, toda vez que la Reserva Federal de Estados Unidos afirmó que era un activo financiero prometedor en el largo plazo, sobre todo porque promovía un sistema de pago rápido, seguro y eficiente.
Ello provocó que a partir de 2014 instituciones en la Unión Americana y del mundo confiaran en este instrumento, “es el caso del Departamento de Servicios Financieros estadounidense, el cual liberó un documento que establecía la regulación de las monedas virtuales, sobre todo del Bitcoin”.
El especialista comentó que a partir de 2017 inició la elevación del precio del Bitcoin y se ubicó en cuatro mil 400 dólares, con 256 mil transacciones diarias, algo nunca visto.
Y en lo que va de 2021 se dio un disparo increíble de este instrumento, ya que el 15 de febrero la paridad del Bitcoin rebasó los 50 mil dólares, mientras que su competidor, el Ethereum, otra moneda virtual, cayó ocho por ciento.
Ello se debe a la confianza que diversas empresas, Tesla entre ellas, colocaron sobre esta moneda virtual, misma que aceptaría como pago por los autos que produce, reiteró Morales Chávez.
Para el universitario la emisión de este tipo de monedas no es un problema simple, pues es necesario establecer cuáles serían las implicaciones para el diseño de los diferentes instrumentos digitales. Cualquier moneda debe cumplir tres funciones: ser un medio de cambio, una unidad de valor y un recurso acumulador de riqueza.
Si buscamos crear una moneda digital y que haya una aceptación de ésta, debemos establecer una infraestructura; es decir, que los usuarios cuenten con teléfonos inteligentes, conectividad y computadoras “para que pueda llegar a la tienda y decir: te pago con mi dinero virtual, mientras no exista esa infraestructura, esto no puede realizarse”.
El Bitcoin no es tan simple de establecer como dinero real, la creación de monedas legales implica el planteamiento de una serie de reglamentos; “no se aceptaría pagar impuestos con esta criptomoneda o comprar propiedades, por ejemplo”.
Destacó que de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, la mayoría de las leyes de bancos centrales no autorizan la emisión ni recepción de monedas digitales, porque entonces se tendría que aceptar como moneda de curso legal. “Supongamos que se hace una reforma legal para la aceptación y emisión de ellas, el problema es la ley monetaria para transformarla en una moneda legal, es complejo”.
El conflicto principal de esta situación es que puede ser una burbuja económica, y cualquier escenario adverso contra el Bitcoin podría desplomar su precio, mientras persista la confianza en esa criptomoneda, continuará su revalorización.
El economista aclaró que esta criptomoneda no se puede comprar o vender en ningún mercado bursátil, banco o casa de cambio, puesto que se trata de un sistema de inversión regulado por la Reserva Federal de Estados Unidos o por la Unión Europea.
Cualquier persona puede comprar Bitcoins, pero para ello debe vincularse, preferentemente, con algún sistema de inversión regulado, como Cripto-robot y Bitcoin-dólar que operan en México, para evitar ser estafado.
De igual manera, para convertir los Bitcoins en dinero real se debe acudir a un sistema de inversión especializado en criptomonedas y solicitar cambiar las monedas virtuales por alguna divisa; para ello se cobrará una comisión del uno por ciento y se solicitará una cuenta bancaria para depositar los recursos.
UNAM