- Sánchez Cordero mencionó que al igual que debe suceder con el candidato morenista, en el caso de Mario Marín se debe respetar la presunción de inocencia
Pasaron 15 años desde que el exgobernador de Puebla, Mario Marín Torres, participó en la detención y tortura de la periodista y defensora de los derechos de mujeres y niñas, Lydia Cacho Ribeiro, hasta que este 3 de febrero fue detenido en el puerto de Acapulco, en el estado de Guerrero.
La Policía Federal Ministerial de la Fiscalía General de la República (FGR) detuvo al político priista, quien fue trasladado de Acapulco a Cancún, Quintana Roo. De acuerdo con la organización Artículo 19, en 72 horas se definirá su situación jurídica, si enfrenta el proceso en prisión o si un juez considera que no hay elementos para procesarlo.
En 2005 Marín, conocido como “el gober precioso”, organizó junto con los empresarios Kamel Nacif y Jean Succar Kuri la tortura de Lydia Cacho. Con el pretexto de una denuncia por difamación, la periodista fue detenida por policías y agentes de seguridad privada el 16 de diciembre de 2005, en Quintana Roo, y trasladada por carretera a Puebla, trayecto en el que fue torturada.
Después de quedar en libertad, Cacho aseguró que los políticos y empresarios fabricaron una orden de arresto para detenerla violando sus Derechos Humanos. Así lo narró en un texto publicado en Cimacnoticias, en 2005. Más tarde, en febrero de 2006, los medios de comunicación difundieron una conversación telefónica entre el entonces gobernador de Puebla y Nacif, quien le agradeció al “góber precioso” por la detención de Cacho y haberle dado un “coscorrón”.
Desde entonces la periodista fue amenazada y perseguida. El hostigamiento se dio después de publicar el libro “Los demonios del Edén”, una investigación donde reveló la existencia de una red de trata y pornografía infantil que involucraba a empresarios y políticos como Marín, Miguel Ángel Yunes Linares, Kamel Nacif y Jean Succar Kuri. Este ultimo es el único que ha sido sentenciado por abuso sexual y pornografía infantil. En 2016 fue condenado a 112 años de prisión, aunque se sigue revisando la pena.
Al conocer la detención de Mario Marín, desde su exilio en España, este jueves Lydia Cacho declaró en entrevista con Aristegui Noticias que el fiscal le informó que el exgobernador fue detenido en una zona aislada y precaria de Acapulco. “Me pareció que ya era el momento. Llevamos poco más de 14 años dando esta batalla y es su trabajo, les tocaba hacerlo”.
La autora también mencionó que cuenta con pruebas que evidencian que quien fuera gobernador del estado de Puebla de 2005 a 2011 no sólo protegió a los tratantes que denunció en su libro, también consumió pornografía infantil y se involucró sexualmente con una niña.
Consultada por otros noticiarios de televisión, Cacho aseguró que esta detención no le da garantías de seguridad para regresar a México y recordó hay dos prófugos más por el delito de tortura: Hugo Adolfo Karam Beltrán, quien fuera secretario de Seguridad de Puebla y el empresario Kamel Nacif, quien se encuentra escondido en Líbano. “Uno y faltan dos”, declaró.
Desde 2029 Lydia Cacho se encuentra fuera del país luego de que el 21 de julio de ese año su casa, ubicada en Puerto Morelos, en el estado de Quintana Roo, fue allanada por dos sujetos, quienes mataron a una perra, envenenaron a otra, y robaron equipo de trabajo y material periodístico mientras ella estaba fuera. En esa ocasión, sus abogados de la organización Artículo 19 señalaron que el acto fue una represalia después de lograr que un tribunal girara orden de aprehensión en contra del exgobernador.
La traición de Olga Sánchez Cordero
En 2016 la detención ilegal de la periodista llegó a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, tribunal que decidió ejercer su facultad de atracción para investigar las violaciones a sus Derechos Humanos. En noviembre de 2007, por mayoría, el pleno determinó que no hubo violación grave a las garantías individuales de la periodista y exoneró a Mario Marín Torres de las acusaciones en su contra.
En ese entonces una de las ministras que estuvo en contra de reconocer la violación grave de garantías de la periodista fue la actual secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero. Este jueves la periodista aseguró que como ministra, Sánchez Cordero la traicionó a ella y a las víctimas y aunque es la funcionaria que más habla de violencia contra las mujeres, “en realidad las abandonó”. Para Cacho Ribeiro la ministra en retiro fue la responsable de detener la justicia por más de 15 años, por lo que tiene una deuda moral y jurídica: “Ella fue parte de una complicidad brutal entre la Suprema Corte de Justicia que impidió que miles de casos similares a los de todas estas niñas que yo había documentado y cientos de casos parecidos, de una y otra manera, al mío, de periodistas, comunicadoras, defensoras de Derechos Humanos, perseguidas, amenazadas, etcétera, fueran llevados ante la justicia y se convirtieran en precedentes jurídicos para México”.
En la conferencia matutina de esta mañana la funcionaria fue cuestionada al respecto. A las preguntas respondió: “El caso del exgobernador Marín tiene que entrar en esta dinámica de ir en contra de la impunidad, de tener un juicio imparcial, de que los tribunales realmente hagan su trabajo adecuadamente y que los fiscales también lo hagan, y avanzar hacia el tema de disminuir lo más posible los índices de impunidad en nuestro país”.
La ministra en retiro dijo que aunque este miércoles molestó su declaración sobre la presunción de inocencia en el caso del candidato a la gubernatura de Guerrero, Félix Salgado Macedonio, acusado de acoso y violación sexual, “si no tenemos este principio constitucional, cualquiera que esté sujeto a un proceso penal injusta o justamente, lo menos que quiere y lo menos que la Constitución en estos principios le da son un debido proceso, una garantía de audiencia y una presunción de inocencia”.
Sánchez Cordero mencionó que al igual que debe suceder con el candidato morenista, en el caso de Mario Marín se debe respetar la presunción de inocencia. Además aseguró que hace 14 años, como ministra, votó porque sí hubo violaciones a los derechos de la periodista. “Obviamente fueron violaciones a sus derechos, sí, yo lo dije categóricamente en las sesiones del pleno, incluso hablé de tortura psicológica a su persona, pero el caso tuvo éxito en las instancias de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y obviamente cumplimos la recomendación de la Comisión y se le brindó una disculpa pública a Lydia Cacho”.
Así fue como la encargada de la política interior del país se refirió a la disculpa pública que el Estado mexicano ofreció a Lydia Cacho en enero de 2019. En ese acto, el subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, Alejandro Encinas, fue el encargado de reconocer que el Estado mexicano violó el derecho de la periodista a la libertad de expresión, a la verdad y la justicia y aseguró que se asumiría el compromiso de no repetición.
En aquella disculpa pública que la periodista obtuvo gracias a una resolución del sistema de Naciones Unidas, lamentó: “No lo logramos, pudo más la fuerza de los criminales que la honestidad de la prensa, la valentía de las niñas y niños víctimas, de múltiples esfuerzos acompañados de la solidaridad social invaluable”.
Sin embargo, en aquella ocasión en la que también estuvo Sánchez Cordero, Cacho reconoció que el logro fue colocar el tema de la pederastía en los medios de comunicación. “Nos dijeron que el periodismo era cosa de hombres, que los Derechos Humanos eran sensiblería femenina, que las voces de la niñez no pertenecían a las páginas de los periódicos. (Pero) ese logro nadie podrá arrebatárnoslo. Ni torturadas, ni perseguidas, habremos de someternos a la narrativa del periodismo corrupto, mentiroso, machista y complaciente del poder patriarcal. Las mujeres llegamos para cambiar la historia de este país”.
Con este nuevo arresto, la periodista destacó que gracias a su trabajo Jean Succar Kuri fue condenado por explotación sexual comercial y ahora él y Mario Marín dormirán en celdas aledañas, en la ciudad de Cancún. Destacó que este caso demuestra que la pornografia infantil no es asunto solo de narcotraficantes y sicarios, también de políticos y que como periodistas “lo importante es utilizar nuestra fuerza y poder para dar la visibilidad necesaria a las voces de las víctimas”.
Anayeli García Martínez|Cimacnoticias