Uno de los temas centrales en la campaña presidencial de Joe Biden fue la migración. Las personas que pretenden entrar a los Estados Unidos en búsqueda de una mejor vida encuentran dificultades al llegar a la frontera, pues además de los riesgos que trae la delincuencia y los obstáculos naturales, también deben enfrentarse a las autoridades migratorias.
Durante la administración de Donald Trump las y los migrantes eran tratados con suma violencia, incluso a muchas de estas personas se les violaban sus derechos, pues no recibían un proceso adecuado y eran maltratadas. Se han reportado casos también de agresiones y abusos sexuales durante su detención. No solo eso, sino que las familias que llegaban eran separadas, por lo que las y los menores eran encerrados en celdas sin saber nada de sus familiares.
Al tomar posesión como presidente de los Estados Unidos, Joe Biden estableció una serie de cambios encaminados a revertir esta situación, entre los que se encuentra un plan para que la gente indocumentada pueda obtener la ciudadanía después de varios años de residencia. No obstante, estas medidas han encontrado obstáculos, especialmente entre grupos y gobiernos opositores, por lo que muchas de las prácticas anteriores siguen vigentes.
Además, a pesar del cambio de discurso, cabe resaltar que las nuevas políticas migratorias siguen contemplando la detención de menores en centros del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés). De hecho, se ha anunciado la reapertura de un centro de reclusión en Texas, administrado por el Departamento de Seguridad.
Se informa que dicho establecimiento, con capacidad para 700 personas, está destinado para menores sin compañía. Si los arrestos superan la disponibilidad del sitio, esta se incrementará utilizando tiendas de campaña. Acciones de este tipo fueron sumamente criticadas durante el gobierno de Donald Trump, sin embargo permanecen en la nueva administración.
Siguiendo la misma línea, las deportaciones no se han detenido. Muchas de estas personas huyen de la violencia en sus lugares de origen, razón que las lleva a cruzar varios países y solicitar asilo en los Estados Unidos. Aún así, sus peticiones son desestimadas y varias de ellas son expulsadas antes de conseguir defensa legal. La emergencia epidémica ha sido utilizada para acelerar este proceso, aludiendo que las personas migrantes representan riesgos sanitarios.
Aunque las acciones y discursos de Joe Biden muestran una intención por atender la migración de forma más accesible que su antecesor, lo cierto es que en los pocos días que lleva de mandato no ha logrado reflejarla en la realidad. Por el contrario, iniciativas como un nuevo centro de detención para menores dejan ver que las y los migrantes seguirán encontrando las mismas dificultades que antes.