- Lorenzo Córdova y demás consejeros del INE recibirán un oficio urgente: capacitadores electorales exigen ser vacunados contra Covid, pues visitarán 12 millones de hogares y pueden contagiar o ser contagiados.
Justo cuando la pandemia pasa por uno de sus momentos más críticos, es necesario comenzar el trabajo en tierra para la elección del 6 de junio próximo. Por ello, más de 48 mil “correcaminos electorales” ya se preparan para visitar casas y capacitar a los futuros funcionarios de casillas.
La preocupación por los posibles contagios y sus consecuencias es tema de conversación no sólo en el INE, sino en los llamados OPLES (Organismos Públicos Locales Electorales). Los vocales ejecutivos de diversas entidades del país preparan un oficio para hacerlo llegar a Lorenzo Córdova y sus 10 compañeros en la herradura electoral.
La idea es pedirles auxilio para llegar a un acuerdo con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador y que más de 48 mil capacitadores electorales que irán en busca de los ciudadanos insaculados para fungir como funcionarios de casillas, puedan ser vacunados contra el coronavirus antes de iniciar sus recorridos por el país.
Estos capacitadores buscarán entrar a más de 12 millones de hogares en el país para convencer y preparar a los ciudadanos y ciudadanas que serán funcionarios y funcionarias de casilla en la elección más grande de la historia en el país.
El INE y los órganos electorales de los estados alistan ya una serie de insumos que les darán en aras de evitar al máximo los riesgos de su trabajo: caretas, cubrebocas, sanitizantes, pero podrían no ser suficientes. Basta con que en una comunidad uno de estos capacitadores sea portador asintomático para que haya riesgo de que contagie a los ciudadanos que deba visitar y a sus familias.
Pero el escenario puede ser inverso: que un capacitador ingrese a un hogar en donde haya personas con covid-19 y lleve consigo el riesgo al resto de los domicilios que deba visitar y, por supuesto, a su propia casa.
A nadie conviene que el problema escale
Esto se ha convertido en un foco rojo que hay que atender de inmediato, según consejeros locales y federales. Es un asunto que no conviene a las autoridades electorales, pero tampoco a los gobiernos federal y locales. Con el propósito fundamental de evitar que la pandemia provoque mayores estragos en la salud y la economía, tal vez resulte importante considerar a estos 48 mil ciudadanos que recorrerán el país en busca de funcionarios para instalar 163 mil Casillas.
Además, para nadie es un secreto que no muchos ciudadanos están en la mejor disposición de aportar un día de sus vidas para atender una casilla. Y ahora menos, con los riesgos que implicará. Apenas esta semana, el consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova, se comprometió a brindar las mejores condiciones sanitarias para que la elección sea exitosa. Sabe, por los números de cada tres años, que las elecciones intermedias son las que menos participación electoral logran. En este escenario, el abstencionismo es un enemigo a vencer el 6 de junio.
Córdova también enfatizó que los funcionarios de casilla son pilar indudable en la certeza y la confianza de los comicios. El reto será mayúsculo para convocarlos en todo el país.
Es cosa de esperar para saber si el INE y las autoridades electorales de los estados logran convencer al gobierno federal de anticipar la vacuna a los llamados “CAES” (capacitadores-asistentes electorales), que al final también son servidores de la nación ¿o no?.
@emeequis