APRO/Arturo Rodríguez
Entre recomendar a sus opositores no hacer el ridículo, acusar financiamiento a medios para que ataquen la propuesta de reforma a la ley eléctrica y un renovado “ya chole” que incluyó una expresión de respeto al movimiento feminista, el presidente Andrés Manuel López Obrador mantuvo sus posiciones frente a sus “adversarios” por onceavo día consecutivo.
Desde su regreso a las actividades públicas, luego de superar el contagio por covid-19, el mandatario ha destinado amplias referencias y cuestionamientos a sus opositores y a los medios de comunicación que considera conservadores y, la mañanera de este lunes, alcanzó a la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
Y es que, tras el informe emitido el pasado 20 de febrero, el mandatario reaccionó considerando que el organismo exagera, que tiene sus datos mal y los conminó a aclarar y no hacerle el juego a sus opositores.
Luego, se refirió al politólogo, Carlos Elizondo Meyer-Serra, quien habría retomado las observaciones del aeropuerto cancelado de Texcoco, calificándolo de conservador, recordando que fue consejero de Pemex en el “periodo de mayor corrupción”.
En otro momento de la conferencia, se refirió a sus opositores por la campaña “Enciende la luz”, reiterando lo dicho ayer: que la oposición debe realizarse sin hacer el ridículo.
Los acusó de pedir “consumir luz, a prender los focos, a encender la luz y a dormir con la luz encendida”.
En diferentes oportunidades habló de los gobiernos “neoliberales”, de la forma en que rescataban empresas en tiempos de crisis, de la corrupción y de expresidentes, en particular de Carlos Salinas de Gortari.
Además, aseguró que hay empresas con intereses en el sector energético, que están dando dinero a los medios de comunicación para que lo ataquen, en especial, sobre la iniciativa de reforma a la Ley de la Industria Eléctrica. No precisó cuáles medios ni empresas, pero su exposición abundó en descalificaciones genéricas al respecto.
En esto último acentuó sus dichos, por una pregunta sobre glifosato y los defensores de su uso en México, pero en cuya respuesta divagó en el tema eléctrico en los siguientes términos:
“Vean la prensa de hoy –yo no la he visto, ni tampoco la de ayer pero no hace falta verla para saber, pero véanla-. Debe estar llena de ataques por la reforma energética. Por los intereses por los que pagan estas campañas ¡imagínense! Si van a dejar de vender la luz a precios elevadísimos ¿cuánto van a dejar de recibir? Porque saqueaban, robaban, por eso la campaña en medios, entregándole dinero a todos los medios con honrosas excepciones para, a periodicazos, querer combatir la reforma”.
Luego, amplió sus críticas a los despachos de abogados mexicanos que trabajan para trasnacionales energéticas:
“Una vergüenza que abogados mexicanos estén de empleados de empresas extranjeras que quieren seguir saqueando a México. Claro que son libres, pero ojalá y vayan internalizando que eso es traición a la patria”.
Luego regresó al glifosato:
“Lo mismo en esto: dinero para medios y dinero para los abogados, los despachos. Despachos y medios ¡pues no!”, exclamó para incluir finalmente en la misma conducta a los ambientalistas.
López Obrador aprovechó para revindicar posiciones sobre otros asuntos que ya han sido expuestos, por ejemplo, el fracking que por estos días ha resurgido en el debate público por la emergencia del gas de la semana pasada y siguió acusando a “los conservadores de querer conflictuarlo con el movimiento feminista:
“Lo mismo con el maíz transgénico ya… para que no vaya a mal interpretarse yo no me refiero a las compañeras, a las mujeres que las respeto mucho pero no, en el maíz transgénico digo ¡ya chole! …para que se entienda bien, porque luego me sacan de contexto porque quieren enfrentarnos con el movimiento feminista. No es así. Y también son los conservadores que se vuelven feministas cuando les conviene”.