APRO/Verónica Espinosa
El Estado Operativo de Alerta del sistema eléctrico mexicano, causado –en parte– por la falta de suministro de gas natural desde Estados Unidos, dejó paulatinamente frío y sin luz a gran parte del territorio nacional desde el lunes 15, con severas afectaciones en la población, industria y servicios.
La interrupción del servicio de electricidad tomó por sorpresa principalmente a entidades como Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas.
A media semana, el desabasto de gas natural alcanzó a industrias como las plantas automotrices radicadas en Guanajuato y Puebla, que tuvieron que realizar paros técnicos –algunas, hasta el sábado 20– para cumplir con el ahorro de 80% de energía que les solicitó el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.
El apagón por el “estado de emergencia” dejó sin luz a 4 millones 700 mil hogares de los cuatro estados del noreste de México, reportó el director general de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Manuel Bartlett Díaz. Las bajas temperaturas en México también siniestraron los cultivos.
Sin luz ni agua
En Chihuahua, unos días antes del sorpresivo gran apagón, el gobierno estatal lanzó una alerta climática que recordaba la emergencia por frío ocurrida en febrero de 2011, cuando la temperatura descendió 17 grados bajo cero en la capital y aún peor en la Sierra Tarahumara, causando escasez de agua y luz varios días.
Sin embargo, este 2020 el clima fue menos drástico: el lunes 15 Ciudad Juárez reportó 14 grados bajo cero. A las ocho de la mañana de ese día, el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) dio a conocer sobre el Estado Operativo de Alerta declarado el sábado 13 y solicitó a la población en general de los estados del norte del país “su apoyo para reducir el uso y consumo de electricidad no prioritaria durante las próximas horas”, para salvaguardar la infraestructura del Sistema Eléctrico Nacional ante los efectos del frente frío 35.
Después Chihuahua amaneció sin luz… y gran parte de su población, sin agua y con temperaturas bajo cero.
Para ese momento, los semáforos viales ya no funcionaban, las personas que realizan trabajo presencial llegaron tarde, los restaurantes y algunos centros comerciales cerraron temprano durante tres días seguidos y las clases se suspendieron ante la imposibilidad de asegurar la conexión de internet.
Aunque a la mitad de la semana se había restablecido casi por completo el servicio de electricidad y agua potable en una parte del estado, la Unidad de Protección Civil de la entidad alertó sobre la llegada de otro frente frío, el 36, junto con la décima tormenta invernal, que causaría un nuevo descenso de temperatura y nevadas en los municipios de noroeste y norte del estado. Nuevamente, varias colonias de la ciudad capital se quedaron sin luz.
El miércoles 17 el sector más afectado por el apagón fue la industria manufacturera de exportación, debido a que las autoridades priorizaron el servicio para los hospitales y el resguardo de las vacunas, incluidas las de covid-19, así como para el uso doméstico y comercial.
El abastecimiento de gas disminuyó hasta 50% en la frontera por los problemas en Texas, principalmente, y las autoridades explicaron que la situación quedaría resuelta hasta el sábado 21, obligando al sector industrial a suspender turnos, en algunos casos.
Esta nueva crisis energética en México, detonada por la escasez de gas natural –en enero de 2019 fue de gasolina–, prendió las alarmas de la industria manufacturera, que ha perdido alrededor de 17 mil millones de dólares sólo en ventas, sin contar el gasto extra que su recurso humano representa por la contingencia, informó el subsecretario de Innovación y Desarrollo Económico del estado, Rodolfo Vázquez Triana.
Retraso en la vacunación
El apagón también impactó los planes de vacunación para las personas mayores de 60 años en Nuevo León, operación que estaba programada para el lunes 15 en los municipios rurales de Linares y Doctor Arroyo, una región empobrecida al sur del estado. La aplicación de las dosis se reprogramó para el miércoles 17.
En Monterrey surgieron protestas en casas y negocios porque los cortes programados de electricidad se prolongaron del lunes 15 al miércoles 17, dejando sorpresivamente sin servicio a la línea 1 del Metro de esta ciudad.
Diferentes videos subidos en las redes sociales mostraron a los pasajeros de ese transporte público bajándose a la mitad del camino de la línea elevada para regresar a pie a la estación de la que salieron.
También por las bajas temperaturas fue cerrada por ambos sentidos la autopista Monterrey-Nuevo Laredo, del kilómetro 32 al 71, dejando vehículos varados.
Al igual que en Chihuahua, los industriales de Nuevo León reclamaron a las autoridades por las pérdidas millonarias. Adrián Sada Cueva, presidente de la Cámara de la Industria de la Transformación en la entidad (Caintra NL), afirmó que entre el lunes 15 y el martes 16 las afectaciones ascendieron hasta 7 mil 200 millones de pesos.
Después del Valle de México, Nuevo León es la entidad que registra mayor consumo de electricidad, con 29% del gas empleado a escala nacional.
En un pronunciamiento que difundió con motivo de la Asamblea Anual de la Caintra NL, Sada estalló contra la CFE: “Primero, no existe capacidad de almacenaje de gas natural ni planes contingentes ante cambios en el precio de la partícula a adquirir por la CFE.
“Segundo, tampoco hay inversión pública en las redes de transmisión entre las diferentes regiones del país”.
Para el jueves 18 las afectaciones habían alcanzado la cifra de 13 mil 984 millones de pesos. “De no tomar acciones inmediatas, esta cifra continuará creciendo en los próximos días, con sus consecuencias en los ingresos y empleos de la población en general”, advirtió el organismo industrial.
Golpe a maquiladoras y al agro
Los cortes en el suministro de la energía eléctrica también impactaron en Coahuila y Tamaulipas, causando estragos en más de 700 maquiladoras y en la industria automotriz, con pérdidas que las cámaras empresariales de ambos estados cifraron en 2 mil 700 millones de dólares.
En Coahuila, el gobierno estatal anunció que cerró temporalmente las carreteras 57, 2 y 29, así como la Autopista Premier en el tramo de Allende a San Juan de Sabinas, debido a las bajas temperaturas, afectando el de por sí golpeado transporte de mercancías.
En Tamaulipas, el Consejo Nacional de la Industria Manufacturera y de Exportación, que tiene firmas del sector automotriz, aeroespacial y médico, entre otros, reportó suspensiones de energía eléctrica por hasta 15 horas, afectando cadenas y procesos productivos y “generando incertidumbre” entre los 219 mil trabajadores que se desempeñan en las 300 compañías que hay en la entidad, informó la administración estatal.
El gobierno del panista Francisco García Cabeza de Vaca también se quejó de la situación y llamó al Cenace a garantizar el suministro de electricidad en áreas estratégicas, como el sector industrial.
Otro sector perjudicado fue el agrícola. Las bajas temperaturas siniestraron 450 mil hectáreas de cultivos en los municipios norteños de San Fernando, Río Bravo y Valle Hermoso, agregó el gobernador García.
Freno a armadoras
En Coahuila, el presidente de la Asociación de Industriales y Empresarios del estado, Mario Hernández Saro, reportó que los apagones que comenzaron el lunes 15 afectaron a 300 empresas del sector automotriz instaladas en el municipio de Ramos Arizpe.
En el transcurso de la semana el desabasto le pegó a otros estados del centro y sureste del país, cuyas empresas debieron tomar medidas drásticas.
En Puebla, por ejemplo, para atender la petición del gobierno federal de reducir el uso de gas natural, las armadoras alemanas Volkswagen y Audi realizaron paros técnicos en sus plantas de Cuautlancingo y San José Chiapa, respectivamente.
En el caso de VW, que cuenta con 12 mil empleados, la decisión fue parar la producción del modelo Jetta los días 18 y 19 de febrero, y la de los modelos Taos y Golf sólo el viernes 19.
Audi, en la que laboran cuatro mil personas, dejó de operar por dos turnos entre el miércoles 17 y el jueves 18. Sin embargo, el dirigente sindical, César Orta Briones, llamó a sus agremiados a estar alerta ante posibles nuevos avisos de suspensión de labores, que implican reducir el salario en 50% o tomar los días sin trabajar a cuenta de vacaciones, pero con sueldo íntegro.
El paro en las armadoras repercute en 130 proveedoras de la industria automotriz en las que trabajan más de 24 mil personas que, de por sí, ya habían reducido sus actividades a causa de la pandemia.
En Guanajuato, las principales armadoras automotrices Honda, Toyota y Mazda, debieron sumarse a los paros técnicos para no sufrir daños en sus equipos.
El director de Desarrollo Económico del gobierno municipal celayense, Adiel Ramos, recibió reportes de unas 14 empresas en la misma situación, la mayoría del ramo automotriz y autopartes y otras del sector metalmecánico, de agroalimentos (congelados) y alimentos.
En estos casos, “las empresas deciden si mandan a los trabajadores a sus casas o si los mueven a otras áreas”, agregó. (Con información de Luciano Campos Garza, Juan Alberto Cedillo, Gabriela Hernández y Patricia Mayorga).