Las declaraciones de López Obrador según las cuales la DEA fabricó el caso Cienfuegos desató una evidente molestia en Estados Unidos, ya sea en la DEA o en el Departamento de Justicia
Ante la decisión de la Fiscalía General de la República (FGR) de no ejercer la acción penal contra el general Salvador Cienfuegos Zepeda y el respaldo de Andrés Manuel López Obrador a esta determinación, el Departamento de Justicia estadunidense dijo a un reportero de Vice News que se “reserva el derecho de reiniciar su persecución” contra el extitular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) “si el gobierno de México fracasa en hacerlo”.
"It's just not that surprising. Mexico is a narco state," a U.S. law enforcement official told VICE News. https://t.co/rbCZOOWe28
— VICE World News (@VICEWorldNews) January 15, 2021
En noviembre pasado, el gobierno estadunidense de Donald Trump aceptó devolver a Cienfuegos a México –ante un inédito cabildeo diplomático de la Cancillería para conseguir su liberación–, bajo el entendimiento de que la FGR se encargaría de investigar y resolver el caso del militar, con base en el expediente que le entregó la Fiscalía estadunidense.
Ante la presión del gobierno mexicano, el fiscal William Barr aceptó abandonar los cargos por narcotráfico y lavado de dinero que las autoridades imputaban a Cienfuegos –basados en una investigación de dos años de la Agencia Antidrogas (DEA)–; la jueza del caso acató la decisión, bajo el argumento de que la relación bilateral entre México y Estados Unidos es de mayor interés que un caso judicial particular.
Sin embargo, las declaraciones del presidente López Obrador según las cuales la DEA fabricó el caso Cienfuegos desató una evidente molestia en Estados Unidos, ya sea en la DEA o en el Departamento de Justicia.