La pandemia del covid-19 ha sido el más grande reto para México y el mundo en tiempos modernos. Un reto especialmente difícil para las autoridades y la estructura de salud mexicana que han tenido que adaptarse a un cambio administrativo con el gobierno de López Obrador y a una crisis sanitaria casi al mismo tiempo. Como era evidente, controlar los brotes y la campaña para prevenir contagios se volvió una prioridad, así como tratar a los enfermos y salvar todas las vidas posibles que fueron afectadas por este virus.
Sin embargo, definir una prioridad siempre implica descuidar otras actividades o personas que también son importantes. En la salud pública, este hecho es especialmente grave ya que cualquier decisión errada puede costar vidas o calidad de vida a la población. Actual y lamentablemente, cualquier enfermedad, padecimiento o problema de salud pública ha sido eclipsado totalmente por el abrumador avance del coronavirus en México del cual, de acuerdo con datos del Conacyt, se estima que existen 1.7 millones de casos positivos y se ha cobrado la vida de más de 135 mil personas en el país (Conacyt, 2021).
Cualquier paciente con cualquier padecimiento que no sea coronavirus enfrenta dos situaciones: se expone a contagiarse buscando atención médica en centros de salud o directamente no recibe ni la atención, ni el tratamiento, ni el medicamento suficiente o necesario para tratar su enfermedad. Esto es un hecho alarmante considerando que antes de la pandemia México tenía problemas graves de salud pública con la alta cantidad de personas enfermas con diabetes, cáncer, hipertensión o poco acceso a servicios de salud de calidad (Reyes-Morales et al., 2020). Por ejemplo, de acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud, México ocupaba el primer lugar en obesidad infantil y el segundo en adultos a nivel mundial para 2019, una condición que genera variados problemas de salud como diabetes e hipertensión. (OPS, 2019).
La crisis sanitaria ha frenado el avance en el combate a estos problemas de salud y los ha sacado del foco de atención de los recursos públicos y médicos. Además, las autoridades sanitarias tienen problemas al tratar la pandemia porque el país y su sistema de salud no estaban preparados para lidiar con este tipo de crisis debido a la poca cultura de prevención y resguardo de la población y a una política de salud inestable y poco eficiente de parte del gobierno federal tanto antes como durante el brote de covid (Mancilla-Rodríguez y Olvera-Muñoz, 2020).
El problema es, entonces, que existe un descuido y mal manejo de problemas de salud pública y padecimientos o enfermedades no relacionadas con covid debido a dos razones. La primera razón viene de un cambio administrativo del sector salud que generó desorganización y desabasto de atención médica y medicamentos. La segunda es la pandemia de coronavirus que ha invisibilizado todos los demás padecimientos y enfermedades al volverse la prioridad más urgente a tratar en cuestión de salud pública.
Respecto a los cambios administrativos se puede mencionar el caso del Seguro Popular. Al principio de 2020, el Seguro Popular fue desmantelado y sustituido por el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), implementado por el gobierno de López Obrador. Como política pública, el Seguro Popular era una estrategia que demostró, con evaluaciones y resultados a lo largo de su existencia, que era una estrategia eficiente para garantizar la cobertura de salud para la población general, lo que incluía acceso a medicamentos y tratamientos que iban desde lo quirúrgico hasta consultas y diagnóstico (Ramírez y Hernández, 2020). En suma, un programa de atención médica de amplia cobertura y esencial para la salud de los mexicanos. El Insabi, en cambio, es un organismo administrativo que está en plena fase de desarrollo y organización. Además, desde su nacimiento, el Insabi presentó varias ambigüedades y dificultades como que carece de procedimientos para establecer y asignar insumos para la prestación de servicios de salud y compra de medicamentos (Reyes-Morales et al., 2020). Se trata, entonces, de un plan de salud que estaba dando sus primeros pasos cuando empezó la peor situación imaginable: una pandemia.
El desabasto de medicamentos es otro problema administrativo que empeora la situación de los enfermos. De acuerdo cuerdo con el reporte de la organización Nosotrox, para 2019, el desabasto de medicamento en instituciones de salud se convirtió en un problema grave acumulando 2,300 casos de desabasto y 912 reportes bien detallados al respecto, siendo los estados más afectados Ciudad de México, Estado de México, Veracruz, Chihuahua y Jalisco (2019, p. 6). De acuerdo con la misma organización, el problema es aún más grave al considerar que los medicamentos que presentan mayor desabasto son para tratar enfermedades complicadas como “diabetes (15.3%), hipertensión (14.3%), cáncer (8.6%), VIH (7.3%) y fallo renal (3.5%).” (Nosotrxs, 2019, p. 2).
La situación para estas personas es crítica. Por una parte, sufren las consecuencias de un sistema de salud en proceso de organización y deficiente desempeño. Por otra parte, son pasados por alto por una administración que intenta controlar una pandemia que no estaban preparados para enfrentar. La crisis sanitaria actual no solo se trata del coronavirus, sino del olvido sistemático que reciben los enfermos que padecen otras enfermedades y el poco aprendizaje, organización y adaptación de las políticas de salud. Es momento de reconocer y reflexionar sobre estos problemas de salud pública, de lo contrario, cuando la tormenta del covid acabe, encontraremos un escenario donde tendremos poco que salvar y mucho que volver a construir.
Referencias
Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (2021). Ciudad de México: COVID-19 México, Datos generales. Gobierno Federal: https://datos.covid-19.conacyt.mx/
Mancilla- Rodríguez, S. M., & Muñoz, B. O. (2020). ¿México está preparado para el COVID-19? TEPEXI Boletín Científico de la Escuela Superior Tepeji del Río, 7(14), 26-31.
Nosotrxs, (2019). No al huachicol de medicinas (Primer informe sobre el desabasto de medicamentos). Ciudad de México: Nosotrxs.
Organización Panamericana de la salud (2019). Ciudad de México: Etiquetado frontal: un tema de protección a la salud de la niñez. PAHO: https://bit.ly/3qqkVN9
Ramírez, Flor de María Tavera, and Virginia Hernández Silva. “Derecho humano a la seguridad social en México, ¿se cumple con el Seguro Popular?” Red Internacional de Investigadores en Competitividad 12 (2020): 1487-1499.
Reyes-Morales, H., Dreser-Mansilla, A., Arredondo-López, A., Bautista-Arredondo, S., & Ávila-Burgos, L. (2020). Análisis y reflexiones sobre la iniciativa de reforma a la Ley General de Salud de México 2019. Salud Pública de México, 61, 685-691.
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