APRO/Raúl Ochoa
A medio año de los postergados Juegos Olímpicos (JO) Tokyo 2020, el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, y los titulares de los 204 comités olímpicos nacionales (Cons) discuten desde el 22 de enero el futuro de la edición de esta justa veraniega, cuya fecha oficial de apertura se mantiene para el próximo 23 de julio.
Pero antes de que iniciara esa reunión virtual, el periódico británico The Times informó que el gobierno japonés planeaba cancelar los JO, y horas después el primer ministro nipón Yoshihide Suga descartó esa posibilidad.
El viernes 22 de enero, hora de México, el COI también desmintió la versión del diario británico en un breve comunicado: “queremos hacer referencia al claro y contundente mensaje que el gobierno de Japón ha hecho hoy (jueves), diciendo que esas informaciones son ‘categóricamente falsas’.
“Todas las partes implicadas estamos trabajando juntas para preparar unos exitosos Juegos este verano”.
El covid-19, la presencia de una nueva cepa relacionada con la pandemia y las urgencias de las naciones participantes de acortar su presupuesto previsto para la preparación de sus atletas precipitaron esta reunión de alto nivel entre los principales responsables de los Cons y la máxima autoridad del COI.
En la junta virtual se acordó que la decisión definitiva se tomará a finales de marzo o principios de abril, confirma a Proceso el presidente del Comité Olímpico Mexicano (COM), Carlos Padilla Becerra.
La incertidumbre de los JO Tokyo 2020 se potenció en la primera semana de este año a partir de la declaración del ministro de Administración y Reforma de Japón, Taro Kono, quien puso en duda la realización del evento tras asegurar que el COI deberá replantearse seriamente la posibilidad de alternativas: “El Comité Olímpico Internacional debió pensar en un Plan B, un Plan C; lo que sea. La situación no es sencilla. Se necesita un plan de respaldo”, sentenció.
El ministro del gabinete japonés fue más allá. “Por eso, desde ahora hasta el verano, cualquier cosa es posible”. Lo anterior, luego de que la televisora japonesa divulgara una encuesta en la que se revela que 80% de los ciudadanos de aquel país considera que los JO no deben efectuarse.
El viernes 15, el comité organizador de Tokyo 2020 manifestó su disposición a realizar el encuentro. En un comunicado atribuido al primer ministro de Japón, Yoshihide Suga, este expresó “su resolución de realizar los juegos”, si bien admitió que “la situación en torno al covid-19 cambia a cada momento”.
En marzo pasado, la propagación de la pandemia de coronavirus obligó al COI a anunciar oficialmente el aplazamiento del evento deportivo.
Y el panorama no puede ser más desalentador para el presente del evento, tanto así que los presidentes del COI, Thomas Bach, y del comité organizador japonés, Yoshiro Mori, han coincidido que los JO de este año no se pueden postergar; en todo caso, aclara, si no se pueden organizar serán cancelados.
Hasta el cierre de edición, el Comité Olímpico Mexicano (COM) aún no tenía una posición oficial.
Para empeorar la situación, Proceso pudo constatar que algunos atletas de alto rendimiento ya perfilan su preparación rumbo al siguiente ciclo olímpico, es decir París 2024, ante la inquietud que les causa Tokyo 2020, y las dudas ocasionadas por el sedentarismo de un año sin competir.
La incertidumbre
La incertidumbre asedia también a varios Cons, toda vez que la mayoría desconoce la suerte que correrá la próxima edición de los JO. A ello se agrega que la actividad deportiva en el mundo, entre ellas las competencias clasificatorias, están prácticamente frenadas, a excepción de algunos torneos.
Consultados al respecto, algunos directivos, atletas y entrenadores sostienen que los comités olímpicos nacionales ni siquiera contemplan la posibilidad de un nuevo aplazamiento.
Uno de ellos comenta, a condición de omitir su nombre: “El panorama luce muy complicado para la organización del evento, por los gastos que representa y la incertidumbre que genera entre los deportistas, quienes tendrán poco tiempo para prepararse rumbo a París 2024. En ese sentido, nuestra postura debe ser: ‘Seguimos para adelante’, pero en el fondo, la verdad, está muy complicado”.
Otro de los directivos entrevistados sostiene: las declaraciones del ministro japonés Kono deben tomarse con seriedad. “No es que el ministro se haya salido de la línea, porque en Japón nadie se sale de la línea. Lo anterior significa que algo muy serio está pasando…”.
Los Cons esperan que tras la junta virtual del sábado 23 con el máximo jerarca del COI puedan tener un panorama más claro, o por lo menos saber qué rumbo seguir. “Hay cierta desesperación, porque no sabemos qué sucederá con los Juegos. Todos los Cons tienen sus propios programas para preparar a los atletas, pero en el extremo de la intranquilidad dicen: ¿Qué vamos a hacer? No podemos salir a competir. Los torneos clasificatorios también son una incertidumbre. No sabemos si se van a hacer los JO o de plano se cancelan”.
Ma Jin, la entrenadora china que llegó al país hace 18 años para formar medallistas olímpicos y mundiales, opina: “Primero está la salud de mis atletas. Si vamos a ir a cualquier competencia, necesitamos las garantías de que estaremos 100% libres de contagio”.
La entrenadora se dice preocupada de la actual situación, que se complica por la aparición de la nueva cepa derivada del covid-19. Y advierte que aún faltan selectivos clasificatorios en varias disciplinas para los próximos Juegos Olímpicos; los tiempos están muy ajustados.
Para ella, Tokyo 2020 debería aplazarse hasta 2022; si ello no es posible, comenta, lo ideal será pensar en París 2024. “Soy de la idea de que lo mejor es realizarlos tres años después y pensar en prepararse rumbo a París”.
El optimismo de González
Raúl González, doble medallista olímpico en Los Ángeles 84 y primer director que tuvo la Conade, ahora dirige a un grupo de marchistas que buscan clasificarse al evento de Japón. Con ese motivo, viajó a Italia con dos de sus discípulos, Jesús Tadeo Vega y Julio César Salazar, quienes participaron en el Campeonato Nacional de aquel país el sábado 23 en busca de dar la marca en la prueba de 20 kilómetros: debajo de la hora 21 minutos.
González está consciente de las dudas que generan los venideros JO por la contingencia sanitaria mundial. No obstante, sostiene que mientras oficialmente no se suspenda el evento, “no hay que bajar los brazos. Hay que seguir trabajando para estar listos”.
“Para ir a París 2024 tienes que pasar primero por Tokyo 2020. (De lo contrario) se tendrían que abrir otras competencias en las que de alguna manera participen los atletas, así sea de forma especial. Hasta ahora estamos buscando las marcas clasificatorias. Ya tenemos la invitación de la federación de atletismo de Italia, y por ello nos realizamos la prueba de covid-19 como requisito para ingresar a aquel país.
“Para la Federación Internacional de Atletismo, las marcas de esta competencia son clasificatorias para el Mundial de Atletismo del próximo año. Así que mientras el COI no diga: ‘se suspenden o se posponen los JO’, seguimos en función de lo que hay hasta ahora”, puntualiza González.
Y añade: “Si queremos Juegos Olímpicos, tenemos que estar listos: si se realizan, excelente; si no se hacen, ya estábamos listos. ¡Imagínate que se realicen y no estemos ni siquiera entrenando!”.
Sin embargo González admite que el atraso en la celebración de los JO va en detrimento de la calidad de los mismos. “Se habla de que el comité organizador sólo permitirá un cierto porcentaje de aforo, y otra propuesta es que se desarrollen sin presencia de aficionados”.
A la espera de la luz verde para continuar, también hay una propuesta de los Cons sobre la mesa en la reunión virtual: en la parte médica se plantea que todos los integrantes de cada delegación deberán vacunarse contra el covid-19 al menos dos meses antes del certamen. Además, deberán llegar con el certificado de la prueba de coronavirus expedido con un máximo de 72 horas previo a su ingreso al país, donde serán sometidos a otra prueba rápida.
El problema, explica uno de los directivos consultados, se presentará cuando alguien resulte contagiado o se enferme durante ese lapso, pues todo el equipo –atletas, médicos, fisiatras, auxiliares…– será aislado durante 21 días por el riesgo que implica para el resto de los participantes.