Jorge Alejandro López Rivas cursaba su internado médico de pregrado A en el Hospital General de Ecatepec “Dr. José María Rodríguez”. Él perdió la vida a causa del COVID-19, que presuntamente obtuvo donde prestaba sus servicios a causa de la negligencia y desinterés de sus superiores.
Mediante un comunicado, sus compañeros y compañeras de diferentes instituciones educativas relatan los eventos que condujeron al desenlace fatal. Mencionan que Jorge Alejandro fue asignado al área de urgencias, donde hizo labores de reanimación y toma de muestras a pacientes de COVID-19 sin el equipo adecuado para su protección, por indicación de sus superior en turno.
Inició con síntomas de enfermedad respiratoria el 12 de diciembre, que fueron desestimados por el personal del hospital, indicándole que permaneciera en su guardia. Tres días después de los primeros síntomas acude a los servicios de evaluación, donde se hace una prueba PCR y nuevamente se ignoraron sus síntomas. Le dijeron que continuara con sus actividades pues “no se veía tan mal”.
Otros tres días después, los signos de la enfermedad empeoraron, sin embargo el Departamento de Enseñanza señaló que si no se cuentan con los resultados de la prueba PCR, cualquier ausencia será tomada como falta. Durante el transcurso de esa jornada Jorge Alejandro decidió abandonar la unidad médica por su malestar.
El Médico Interno acudió a servicios de salud privados, donde se le recetó oxígeno ya que su saturación era muy baja. Las autoridades hospitalarias decidieron tomar las ausencias a las guardias como faltas, argumentando que aún no tenían los resultados de la evaluación PCR, además decidieron no comunicar a su familia esta situación. Los resultados de dicha prueba jamás llegaron.
El día 4 de enero ingresó al hospital con una saturación de oxígeno extremadamente baja. El personal médico que lo atendió tampoco tenía el equipo ni la protección adecuada para tratar a un paciente COVID. Cuarenta minutos después de su ingreso a urgencias, se declara su fallecimiento.Ante estos acontecimientos, las y los estudiantes declararon que el hospital no ha admitido su responsabilidad.
A raíz de este caso y para evitar que ocurran situaciones similares, las personas que suscriben el comunicado elaboraron un pliego petitorio. Entre sus exigencias piden que se les dé atención médica debida y competente a ellas y sus familiares, acceder lo antes posible a la vacunación contra COVID-19, equipo de protección completo y adecuado y la realización de pruebas en su unidad de trabajo ante cualquier sintomatología.
Aclararon que no pretenden detener sus labores, sin embargo exigen que se les garanticen las condiciones para poder realizarlas con total seguridad. De la misma forma, piden que no se tomen represalias por parte de las y los superiores de la gente que realiza su internado y residencia, pues es común el ejercicio de violencia verbal y psicológica en este ambiente.
El caso de Jorge Alejandro muestra la precariedad con la que se atiende la pandemia en México. No es la primera vez que se denuncian condiciones terribles en los centros de salud, pues antes se ha hablado de falta de equipo necesario, de insumos, jornadas extenuantes y demás. Dichas situaciones no pueden continuar más, sobre todo para evitar poner en riesgo a más personas durante esta emergencia sanitaria.
Murió un interno de COVID en Ecatepec. Leer esta historia de terror es triste e indignante. Espero que los responsables del hospital paguen por su negligencia. pic.twitter.com/tsP430sma8
— Marco Tapia Maltos (@marcvs_avrelivs) January 7, 2021