Markets are constantly in a state of uncertainty and flux and money is made by discounting the obvious and betting on the unexpected. George Soros
Hablar de economía es abordar un tema que refiere tanto preámbulos políticos como sociales, pues si bien es entendida como la ciencia que estudia la relación que existe entre la producción, la comercialización y la colocación de un producto o servicio en el mercado, puede también describir el ritmo que lleva cada estado o en su caso cada nación. Las últimas décadas son el claro ejemplo de cómo el ser humano está enfocado en el capital, en la producción y del mismo modo en el consumo. Es una necesidad que profundiza y pone en debate a la pirámide de Maslow, pero así somos los ciudadanos de este mundo, paradójicos, irónicos y especiales.
Considero que cuando se habla de economía, es refutable extender una perspectiva dicotómica, es decir, la síntesis y la antítesis. De tal modo que, si hablamos de capitalismo, el polo opuesto lo encontramos en el comunismo o en el socialismo, siendo importante develar que ambas posturas refieren intrínsicamente una esencia política. No obstante, para no entrar en un ejercicio retórico con Engels o Marx, únicamente me limitaré a expresar que la postura que representan es una extraordinaria literatura propositiva, particularmente considero que estamos muy lejos de tener sociedades en las que se pudiese compaginar con el esquema socialista o comunista. El juego de los autores citados, iba mucho más allá de la incitación social, en un mundo que acababa de salir de las monarquías. Coincido con la expresión del premio Nobel de literatura Mario Vargas Llosa en alusión a las personas que defienden los sistemas citados “Les deseo los salarios de Cuba y la libertad de expresión que hay en Corea del Norte”. Evidentemente, el destacado autor refería una ironía.
Sin embargo, nos encontramos en un mundo que en su mayoría es “democrático” lo cual permite el libre tránsito de mercancías y personas, existe la posibilidad de que las personas puedan trabajar o emprender un negocio, el punto interesante es que la economía marca el ritmo de la vida de las personas, promueve la sana competencia y la interacción entre entes financieros con el firme propósito de generar riqueza, sin duda alguna, es preferible administrar la riqueza que administrar la pobreza.
John Nash, hacía mención que de cierto modo la economía es juego de suma cero, es decir, que es una dinámica en la que una vez que uno gana otro necesariamente pierde, por ejemplo, el 10% de la población tiene la riqueza del 90%, es una proporción muy común en países en vías de desarrollo. Es verdaderamente interesante analizar que en la educación tradicional no se habla sobre las finanzas personales, la gente en el común denominador entiende su ciclo de vida dedicando su esfuerzo y tiempo a conseguir un trabajo que pueda cubrir las necesidades que se le presentan. Las escuelas públicas no manejan alguna materia o asignatura que promueva la buena administración de las finanzas personales, o algún tema de inversión. Es como si las escuelas fuesen fábricas de personas que salen a jugar un juego en donde no conocen las reglas.
Mientras puedes, ahorra para la vejez y la necesidad, porque el sol de la mañana no dura todo el día. Quien compra lo superfluo no tardará en verse obligado a vender lo necesario. Si sabes gastar menos de lo que ganas, has encontrado la piedra filosofal. Un saco vacío se mantiene muy difícilmente en pie. (Benjamín Franklin).
Cada persona determina cómo jugar este juego, no es que la economía sea mala, sino que existen malos o buenos jugadores. La economía enfrenta efectos disruptivos que llevarán al ser humano a adaptarse o a quedarse fuera de la jugada. La tecnología está ejerciendo un papel inédito, la inteligencia artificial avanza a pasos agigantados en donde claramente comienza a desplazar a las personas que no son aptas para actualizarse, pero en el mismo discurso dialéctico, cada vez existen más oportunidades para generar riqueza y nuevas oportunidades. Lo único seguro en esta vida es la muerte y la incertidumbre. El año pasado nos tocó observar grandes cambios en los modos de producción, y en la interacción económica. Es necesario entender que este momento histórico nos permite decidir.
La vida es un instante, y la economía es el medio en el que nos desenvolvemos; dichosos aquellos que aprovechen cada segundo, la pobreza es un estado mental no una circunstancia económica. Feliz inicio de año.
In silentio mei verba, la palabra es poder.