- En los dos primeros años de López Obrador, el gasto de obra pública cayó 62.2% con respecto a los dos últimos años de Peña Nieto. Si no fuera por el Tren Maya, la caída habría sido mucho peor
EMEEQUIS/Patricia Tapia
A pesar de que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha reconocido que el desarrollo de infraestructura genera empleos e impacta positivamente en la economía, su gobierno ha reducido drásticamente el gasto en obra pública y los servicios relacionados con esta.
Durante 2019 y 2020 hubo 18 mil 344 contratos de obra pública iniciados a nivel federal. Esta cifra está muy lejos de los que se registraron en los últimos dos años de Enrique Peña Nieto (2017 y 2018) cuando fueron 49 mil 779: una caída de 63%.
Esta menor actividad ha provocado que el destino de recursos para obra pública se desplome en 62.2%. En los dos primeros años de AMLO, el monto ascendió a 166.9 mil millones de pesos, mientras que los dos últimos de EPN alcanzaron los 441.1 mil millones, de acuerdo con los registros de Compranet (sin contar Pemex y la Comisión Federal de Electricidad).
“No es lo mismo crecimiento que desarrollo. Entonces entiendo que hay quienes se desesperan, pero vamos a ir avanzando. Además, es ponernos de acuerdo, aunque nos lleve tiempo de cómo hacer negocios, sin medrar, sin robar, con utilidades razonables. Es reeducarnos; es decir, antes las cosas se hacían de esa manera, ahora se tienen que hacer de otra”, dijo López Obrador en octubre de 2019, cuando se le cuestionaba la caída en la industria de la construcción.
El presidente siempre ha criticado que en las administraciones pasadas las contrataciones de obra pública han estado llenas de corrupción, con sobrecostos e infraestructura inconclusa.
Una SCT que languidece
Uno de los grandes contratantes del gobierno federal era la Secretaría de Comunicaciones y Transporte (SCT), sin embargo, con la llegada de la 4T, se le quitaron los reflectores de los grandes proyectos. Por ejemplo, el Tren Maya, el nuevo aeropuerto en Santa Lucía y el Corredor Interoceánico. Aunque bien podrían haber estado bajo su control, no fue así.
Ahora sólo le queda una obra de gran calado y es heredada por EPN: el Tren Interurbano México-Toluca, que según la SCT tiene un avance de casi 90%, pero que se prevé su inauguración en 2023. Y sobre todo permanece con la infraestructura carretera, en la cual según la propia Secretaría falta mucho por invertir.
Entre 2019 y 2020 esta dependencia ha iniciado 2 mil 201 contratos de obra pública y servicios relacionados que suman 21.4 mil millones de pesos.
El año pasado ha sido de los más bajos en gasto, con apenas 7.3 mil millones de pesos. Las medidas de austeridad de esta administración han dado un golpe a la SCT, que ahora dirige Jorge Arganis Díaz Leal.
Mientras que en los dos últimos años de EPN, la SCT, que comandó Gerardo Ruiz Esparza, inició 7 mil 832 contratos, que en conjunto llegaron a los 84.4 mil millones de pesos.
Entonces, en comparación, los contratos en esta dependencia con AMLO se han reducido 72% y la inyección de recursos 75%.
En Salud tampoco
Aunque 2020 fue un año en el que la contingencia sanitaria por la Covid-19 demandó más infraestructura y que el gobierno realizó varias ampliaciones y construcciones de unidades móviles para la atención de la pandemia, el gasto en infraestructura de Salud tampoco creció.
Los contratos federales en 2019 y 2020 del IMSS, Issste y la Secretaría de Salud fueron mil 932 para obra pública y servicios relacionados, que en total representaron 2.7 mil millones de pesos.
En 2017 y 2018 los contratos iniciados fueron 2 mil 935, aunque hay tan sólo una diferencia de casi mil contratos con los dos primeros años de AMLO, los montos con Peña fueron mayores, pues suman 60 mil millones, un desplome de 95.5% en la 4T.
A un mes de haber asumido el poder, AMLO prometió que México llegaría a tener un sistema de salud como el de Dinamarca, para lo cual reconoció que hacía falta infraestructura hospitalaria, “porque hay algunos que se están cayendo; hay que construir nuevos centros de salud, hay que terminar centros de salud y hospitales inconclusos”.
Y en todo momento ha señalado que la construcción de estas obras está enmarcada en corrupción y que se favorecía a empresas.
“Se negociaban en Hacienda, los mismos de Hacienda les hablaban a los gobiernos estatales para recomendarles a estas empresas y así pagando del presupuesto año con año por estas obras. Ya eso se terminó. Esto tiene a algunos enojados, pero van a ir entendiendo, afortunadamente ya muchos saben que esto ya no se puede seguir haciendo”, comentó en septiembre pasado.
Tren Maya salvó 2020
El año pasado la obra pública (111.9 mil millones de pesos) duplicó el monto respecto a 2019 (55 mil millones). Esto por los contratos que se adjudicaron para una de las megaobras de la 4T, que es el Tren Maya. Fueron cuatro del Fondo Nacional del Fomento al Turismo (Fonatur), que suman 64 mil millones de pesos (58% del total) que, cabe destacar, son multianuales, es decir, que finalizan entre 2022 y 2026.
ICA fue la empresa más ganadora. De los cuatro contratos que dio el gobierno, esta obtuvo el más alto, por 25.8 mil millones de pesos, para construir el tramo 4. Además, fue a la única que se le otorgó por adjudicación directa, pues para los tramos 1, 2 y 3 sí se hizo una licitación.
AMLO ha dejado ver su simpatía por la constructora de Bernardo Quintana Isaac, que, de la mano de su directora general, Guadalupe Phillips se ha acercado en buenos términos con esta administración.
En octubre del año pasado, el presidente destacó que ICA fue la primera empresa que aceptó la cancelación del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México y que llegó a un acuerdo. “Eso no se me va a olvidar, todavía era yo presidente electo cuando sucedió este hecho importante”.
Si bien no hubo una caída en el monto en 2020, en el número de contratos iniciados sí, ya que solo fueron 7 mil 324, esto es 33.5% menor a lo de 2019.
Una industria que sufre
Al finalizar el 2020, la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) dijo que cerraron 2 mil micro, pequeñas y medianas empresas del sector, esto por la baja inversión del gobierno, la pandemia y porque muchas obras se les han consignado a la Secretaría de Defensa Nacional.
El presidente de la CMIC, Eduardo Ramírez Leal, señaló ante medios de comunicación que esta administración ha estigmatizado mucho a la industria, al asegurar que es alta generadora de corrupción.
Recalcó que en 2020 el PIB de la construcción tendrá una caída de 15%, la más alta en los últimos 25 años, además de una pérdida de 140 mil 550 empleos.
La Encuesta Nacional de Empresas Constructoras (ENEC) del Inegi indica que el valor de producción de las compañías, en octubre de 2020, registra una caída de 24.2% en su comparación anual. El personal ocupado descendió en 19.7% y las horas trabajadas 19.6%.
A pesar del panorama nada alentador, la CMIC confía que el próximo año el PIB de la construcción pueda crecer al menos en 3%.
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