La Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) de Inegi, se plantea como un instrumento que afina la medición de la percepción de la seguridad pública en zonas urbanas, ya que la mayor parte de los casos de victimización en el país ocurren en estas. La ENSU ofrece una serie de indicadores con elementos de análisis de percepción de la inseguridad más detallados, tanto a los expertos como a autoridades responsables en la materia. Su levantamiento es trimestral, pues esta periodicidad permite la construcción de series de tiempo para el análisis del fenómeno.
La ENSU tiene como objetivos específicos:
*Medir la percepción de los habitantes de las principales ciudades de México sobre la seguridad pública en estas
*Conocer la percepción de los habitantes de las principales ciudades de México sobre la tendencia de la delincuencia en los siguientes 12 meses después del levantamiento
*Cuantificar la atestiguación de conductas delictivas o antisociales que afectan a la población de las principales ciudades de México en el entorno inmediato a su vivienda
*Identificar los cambios en las actividades y rutinas de las personas por temor al delito
*Conocer los conflictos y conductas antisociales derivado de conflictos con familiares, vecinos, compañeros de trabajo/escuela, establecimientos o autoridades de gobierno
*Reconocer las formas o medios de comunicación para enterarse de la seguridad pública
*Hacer estimaciones sobre la victimización delictiva
*Registrar la percepción de la población sobre el desempeño de las policías Preventiva Municipal, Estatal, Federal y la Gendarmería Nacional como autoridades de seguridad pública
*Determinar la percepción sobre el desempeño gubernamental sobre los principales problemas que enfrentan las personas en su ciudad y la efectividad de la autoridad
*Generar estimaciones sobre el número de víctimas de corrupción con algún servidor público o empleado de gobierno
*Describir las situaciones de violencia (agresiones físicas, abuso, hostigamiento y acoso sexual) que ha experimentado.
La ENSU aplica para 70 ciudades del país*, entre las que se encuentra Aguascalientes, zona metropolitana ubicada dentro de las 10 ciudades con menor inseguridad percibida, al pasar de 51.4% en septiembre del 2020 a 48.2% en diciembre del mismo año, en un contexto nacional de 68% de percepción de inseguridad; es decir, un porcentaje inferior en un 20% a la marca de los mexicanos en lo general. La materia es liderada por San Pedro Garza García N.L., Los Cabos BCS y Mérida Yucatán, ciudades donde sólo uno o dos de cada diez perciben un ambiente urbano inseguro; a diferencia de Fresnillo, Zacatecas; Ecatepec, Estado de México; y Coatzacoalcos, Veracruz, en ellas, nueve de cada diez de sus habitantes se sienten inseguros.
La percepción de inseguridad es mayor (ocho de cada diez) en los cajeros automáticos localizados en la vía pública, seguida del transporte público y los propios bancos; le siguen las calles que normalmente se usan, los parques y mercados, para notarlo menos en las carreteras, los centros comerciales y los espacios más privados como lo son el automóvil, el trabajo, la escuela, o la propia casa, donde extrañamente dos de cada diez se sienten inseguros.
En Aguascalientes, los tres espacios en donde se advierte mayor inseguridad son los siguientes:
La expectativa de los habitantes metropolitanos de la capital hidrocálida sobre la delincuencia es que en un 62% el fenómeno delictivo seguirá igual o empeorará… en un contexto nacional de percepción semejante, pero en un sentir regional que supera el 80%.
Atestiguación de incivilidades
El porcentaje de la población aguascalentense mayor de 18 años, que durante el 4° trimestre del 2020 presenció o escuchó sobre incivilidades tales como: consumo de alcohol en la calle fue del 60%; robos o asaltos 53%; vandalismo 48%; venta o consumo de drogas 39%; tomas irregulares de luz 16% y disparos frecuentes 14%.
Cambio de hábitos por la delincuencia
El porcentaje de ciudadanos de Aguascalientes, que durante el 4° trimestre del 2020 cambió de hábitos por temor a la delincuencia, fueron los siguientes: llevar objetos de valor 42%; caminar de noche 39%; no permitir salir a menores por temor a que sean víctimas de la delincuencia 30% y dejar de visitar parientes y amigos por el mismo temor un 26%.
Acoso personal y violencia sexual
Porcentaje de la población adulta de Aguascalientes que en el segundo semestre del 2020 enfrentó alguna situación de acoso o violencia sexual en lugares públicos 15%. El porcentaje de mujeres fue del 25%; muy superior al de los hombres del 3%.
Victimización en el hogar
Un tercio de los hogares en Aguascalientes fueron víctimas por delitos que se reportaron de la siguiente manera: robos a casa habitación 26%; robo parcial de vehículo 15.7%; extorsión 13% y robo o asalto de algún integrante del hogar en la calle o en el transporte público el 7%.
Calificación de desempeño
Porcentaje de la población de Aguascalientes, con 18 años y más que durante diciembre del 2020 consideró efectivo el desempeño de las siguientes instituciones de seguridad: La Marina 86%; el Ejército 85%; la Guardia Nacional 72%; la Policía Estatal 67%; la Policía Preventiva
Municipal 53%.
Corrupción entre autoridades de Seguridad Pública
El porcentaje de la población ciudadana de Aguascalientes que durante el segundo semestre del 2020 tuvo contacto con autoridades de Seguridad Pública fue del 18%. De quienes tuvieron contacto con este tipo de autoridades el 38% experimentó algún acto de corrupción. En el país se detectaron este tipo de actos entre el 8% en Mérida y el 83% en Ecatepec Estado de México.
Problemas Urbanos en Aguascalientes
Por orden de importancia, el tipo de problemas reportados mediante la ENSU por los ciudadanos de Aguascalientes son los siguientes: Baches 78%; delincuencia 48%; alumbrado público 36%; entre otras fallas y fugas en los servicios públicos. La efectividad de las autoridades para resolver los problemas se calificó con un 30%, cuando el porcentaje mayor entre las 70 ciudades evaluadas no supero el 50% habiendo calificaciones de 10/100 puntos como en Naucalpan Estado de México.
Las personas que experimentaron gritos, insultos o groserías, por parte de sus vecinos, a consecuencia de algún conflicto o enfrentamiento sufrido por el 80% durante los últimos tres meses, ascienden al 29% en Aguascalientes, por 36% en el país, derivado de ruidos, basura, estacionamientos y otras molestias, lo que no deja de ser preocupante en medio de una pandemia.
A medida que el covid-19 cambia drásticamente las vidas, tanto en la seguridad como en los medios de subsistencia, se hace hincapié en una serie de soluciones multiactor, que se debe trabajar como la consecución de los diecisiete Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU cuyo Consejo Económico y Social está proponiendo: “Unir fuerzas para encontrar soluciones políticas efectivas para dar respuesta a la Covid-19”.
Debemos preguntarnos: ¿cómo podemos encontrar una base sólida en la nueva normalidad en curso? si se ha expuesto y agravado la inseguridad y las desigualdad en las sociedades. Las respuestas urbanas deben basarse en garantizar los derechos humanos, la gobernanza y, sobre todo en la solidaridad, hasta ahora la mejor carta para superar la tormenta.