El próximo año será uno complejo e incierto para las ciudades del país, no sólo porque continuarán los impactos asociados a la pandemia del covid-19 en términos económicos, sociales, entre otros, sino también porque se elegirán casi mil presidencias municipales, entre otros cargos directamente relacionados con la gestión de las ciudades. En ese sentido, los aspirantes a las presidencias municipales en Aguascalientes, especialmente de la zona metropolitana, deberán ofrecer un programa de gobierno claro, integral, viable e innovador que facilite la recuperación de sectores que han sido afectados por la pandemia, y atender desafíos que inciden directamente en las oportunidades y la calidad de vida en la ciudad. ¿Qué podrían explorar quienes aspiran a las presidencias municipales en Aguascalientes? Veamos.
La pandemia ha limitado considerablemente la movilidad de las personas en el país, especialmente de quienes dependen del transporte público, pues la necesidad de evitar espacios hacinados ha obligado a muchas personas a evitar sistemas de transporte público que operan con sobreocupación, como el sistema de autobuses en Aguascalientes; mientras muchas otras personas, que difícilmente pueden quedarse en casa, se encuentran en mayor riesgo de contagio cada vez que utilizan un sistema de transporte hacinado y de baja calidad. En Aguascalientes, a pesar de haber renovado algunas unidades, el servicio de transporte público sigue siendo deficiente, especialmente en cuanto a capacidad, cobertura y confiabilidad, lo que, aunado a la pandemia, limita la movilidad de la población. Quienes aspiren a liderar los municipios podrían ofrecer alternativas de movilidad seguras, cómodas e incluyentes para, cuando menos, facilitar traslados de distancia razonable en modos distintos o complementarios al autobús, como caminar o usar la bicicleta. ¿Por qué no pensar en una estrategia ambiciosa de infraestructura peatonal y ciclista para proveer más y mejores alternativas de movilidad?
El distanciamiento físico también ha demostrado que, en Aguascalientes, la oferta de espacios públicos de calidad que las personas pueden disfrutar en condiciones adecuadas de seguridad, confort, etcétera, es cada vez más limitada; pues cada vez se destina más espacio a los automóviles, de manera que el espacio disponible para las personas tiende a ser menor, no sólo en plazas o parques, sino también en calles, banquetas, andadores, o cualquier otro espacio que las personas requieren para moverse en un ciudad o pasar un tiempo al exterior. Los aspirantes a las presidencias municipales, por tanto, podrían plantear un verdadero programa para ampliar la oferta de espacios públicos, lo que no necesariamente implica concentrar la inversión en unos cuantos espacios públicos de escala monumental, sino distribuir estratégicamente los recursos para crear más espacios públicos y mejorar y dinamizar los existentes, con la finalidad de que su cobertura alcance a un mayor porcentaje de la población.
Por otro lado, se espera que el impacto económico de la pandemia continúe el próximo año, por lo cual, probablemente las empresas y comercios locales requerirán apoyos y facilidades para dinamizar sus actividades e incentivar la inversión. En ese sentido, quienes aspiran a cargos de elección popular podrían proponer estrategias reales que contribuyan a promover el desarrollo económico local. Por ejemplo, los procesos para la obtención de licencias de construcción, comerciales, etcétera, suelen ser excesivamente largos, burocráticos, e incluso opacos y discrecionales, lo que suele inhibir el emprendedurismo y elevar el riesgo o desincentivar la inversión. Por lo tanto, los gobiernos municipales podrían impulsar la modernización de procesos administrativos asociados a la expedición de permisos y licencias que la iniciativa privada requiere para materializar proyectos de inversión o nuevos negocios. ¿Por qué no pensar en un verdadero gobierno electrónico o ventanillas únicas transparentes y eficientes para ayudar a dinamizar la economía local?
Finalmente, los gobiernos municipales cuentan con recursos cada vez más limitados e inciertos, en parte por su alta dependencia de las transferencias federales, las cuales suelen estar sujetas a intereses político-electorales; pero también por su incapacidad para generar mayores recursos propios. Por ello, los aspirantes deberían explicar cómo pretenden hacer realidad sus promesas; o sea, no sólo decir qué quieren hacer, sino también, y especialmente, cómo piensan hacerlo. Los municipios cuentan con alternativas para aumentar sus ingresos propios, como administrar de manera más estratégica e inteligente el impuesto predial o implementar mecanismos de financiamiento como cargos y tarifas por servicios públicos. Y también pueden implementar mecanismos asociados a la regulación del suelo, como las contribuciones por mejoras y los convenios urbanísticos, que buscan movilizar recursos de la iniciativa privada como contraprestación por obtener mayores aprovechamientos del suelo –como nuevos usos o mayores derechos de construcción–, que a su vez pueden aumentar el valor de las propiedades y la rentabilidad de inversiones inmobiliarias. O ¿qué proponen los aspirantes a las presidencias municipales?
En conclusión, esperemos que los aspirantes a los distintos cargos en Aguascalientes definan agendas viables, innovadoras e integrales que permitan a la ciudadanía evaluar su voto en función de propuestas claras que realmente puedan generar beneficios para la población.
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