- Dióxido de cloro es tóxico incluso en dosis bajas, no se debe de recomendar su consumo
- Cofepris, UNAM, OMS y OPS piden a la población evitar su consumo
El Municipio de Jesús María promovió la ingesta de dióxido de cloro como medida para prevenir el contagio y el tratamiento del Covid-19, esto a pesar que la evidencia científica acerca de los daños que puede ocurrir en el cuerpo. El dióxido de cloro es un producto tóxico y corrosivo, por lo que no se pide evitar su uso para el tratamiento de cualquier enfermedad.
Ayer durante el evento Lunes con tu Alcalde, el presidente municipal José Antonio Arámbula López hizo uso del espacio para promover el consumo del dióxido de cloro para evitar el contagio por el Covid-19 e incluso invitó a una supuesta doctora que también promueve su consumo, asegurando que si se consume durante catorce días evita que sean contagiados y contagiar a otras personas.
El funcionario desestimó la evidencia científica existente acerca de los peligros que hay en el consumo del dióxido de carbono e incluso criticó a la Cofepris por no apresurarse para certificarlo. La doctora aseguró que el dióxido es una sustancia que no tiene toxicidad.
El dióxido de cloro es un compuesto químico utilizado para actividades industriales de limpieza y como blanqueador de papel, con efectos similares a la lejía y el hipoclorito de sodio, conocido comúnmente como cloro. Desde hace tiempo se ha comercializado el dióxido de cloro como una sustancia milagrosa, cuando no es así.
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha señalado que el dióxido de cloro no funciona como tratamiento contra el Covid-19, subrayaron que su uso sí es tóxico, pues incluso una baja dosis podría ser letal.
El uso de esta sustancia milagrosa podría provocar vómito, diarrea, intoxicación, alteraciones en la sangre, fallo renal, afectaciones en la sangre y la tiroides e insuficiencia respiratoria. Incluso si se inhala el dióxido de cloro podría causar inflamación de células respiratorias ocasionando neumonitis química y provocar edema de pulmón, además de afectaciones en nariz y en el sistema gástrico.
La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) emitió un alerta desde julio para que no se consuma esta sustancia.