- La iniciativa incrementa el riesgo de lavado de dinero y financiamiento al terrorismo en el sistema financiero mexicano y lo transfiere al Banco de México
- Dañaría la confianza internacional ganada a través de muchos años por el Banco de México y por la banca mexicana, provocando efectos adversos en la economía nacional
Ante la iniciativa de reforma a la Ley del Banco de México enviada a la Cámara de Diputados para su discusión, la Asociación de Bancos de México (ABM) alerta que esta pone en grave riesgo al conjunto del sistema financiero mexicano. La ABM hace un llamado a discutir ampliamente y a enriquecer la propuesta legislativa, atendiendo a todas las voces y los planteamientos existentes, incluyendo los del Instituto Central.
La ABM considera que la iniciativa actual, la cual no ha sido promovida por esta Asociación, incrementa el riesgo de lavado de dinero y financiamiento al terrorismo al obligar a Banco de México a operar como comprador de última instancia de divisas en efectivo. Esta medida podría eventualmente comprometer la integridad de las reservas internacionales del país y afectar la estabilidad del sistema financiero en su conjunto.
Resguardar a la economía nacional
La solidez del sistema financiero mexicano es uno de los pilares más importantes que sostienen la estabilidad macroeconómica del país. Esta solidez se ha conseguido gracias a la adopción de diversas medidas, como son, la autonomía del Banco de México, un régimen de tipo de cambio libre, la disciplina fiscal a través de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, la certificación de los criterios de capitalización y liquidez de Basilea III, y la adopción de normas estrictas de prevención de lavado de dinero y de financiamiento al terrorismo que siguen las mejores prácticas a nivel internacional. Gracias a estos cambios el sistema financiero mexicano goza de la confianza del sistema financiero internacional.
Obligar al banco central a actuar como comprador de última instancia de moneda extranjera en efectivo, aunque estas provengan de instituciones del propio sistema financiero, atenta contra su autonomía. Adicionalmente, podría aumentar el riesgo percibido para el Banco de México por la comunidad financiera internacional, y por extensión a todo el sistema financiero mexicano.
Como consecuencia habría un impacto negativo en varias de las operaciones financieras que se realizan con el exterior, como son: el manejo de las reservas internacionales, las líneas de crédito y financiamiento para cualquier entidad nacional, incluido el gobierno federal, y la custodia de activos internacionales entre otras.
Las remesas se envían por transferencia electrónica y sólo un 1% llega en efectivo
Es un hecho que apenas el 1% de las remesas que reciben las familias mexicanas son en efectivo (295 MDD en 2019, de acuerdo con cifras del Banco de México), y más del 99% se lleva a cabo vía transferencia electrónica (30 mil MDD); las remesadoras entregan el dinero en pesos mexicanos a quienes las reciben.
Por dicho motivo, casi la totalidad de los mexicanos que reciben remesas tienen resuelto su proceso operativo de manera eficiente y segura.
Sin embargo, es indispensable que a la brevedad posible, y entre todos los actores involucrados, encontremos una mecánica dentro del marco legal y regulatorio que permita ingresar dólares en efectivo, que puedan cambiarse a precios competitivos en un sistema financiero que se mantenga seguro, bien regulado y protegido.
La ABM se suma a la propuesta de un debate profundo y consensuado
La gravedad de los riesgos asociados a la iniciativa a debate en la Cámara de Diputados exige una discusión profunda, que considere las opciones disponibles, reconozca las posiciones existentes y evalúe los logros alcanzados. Todo con el fin de lograr una reforma consensuada y eficaz, que cumpla con los objetivos sociales de la iniciativa, manteniendo la buena reputación, la fortaleza y la estabilidad de nuestro sistema financiero.
ABM