- En tres de las cuatro áreas naturales protegidas del sistema de áreas naturales protegidas hay un porcentaje de áreas de propiedad privada
- Actividad humana podría afectar la flora y fauna de la zona, alguna es endémica
Hay incertidumbre aún sobre el manejo de tres áreas naturales protegidas debido a la existencia de predios en propiedad privada, lo que podría afectar la flora y fauna debido a la construcción de viviendas, el tránsito de vehículos motorizados y la cacería en algunos casos.
En el Sistema de Áreas Naturales Protegidas del Estado se tiene registro de cuatro áreas naturales protegidas: el área silvestre estatal Sierra Fría que abarca el territorio de cinco municipios, declarada en 1994; el Monumento Natural Cerro del Muerto declarada como protegida en el 2008 abarcando el territorio de Aguascalientes y Jesús María, en el 2016 fue incluido territorio correspondiente al de Calvillo; y el cuarto, declarada en el 2015, es el Área de Gestión de Hábitat de Especies de El Tecolote.
En las tres primeras áreas naturales protegidas, aún está pendiente realizar el análisis y trabajos jurídicos sobre las propiedades privadas. Es un aspecto en el que se debe de incidir, pues tienen la facultad de delimitar el terreno, construir una vivienda, además de que algunos se dedican a la cacería vulnerando a la fauna que ahí está protegida, algunas especias endémicas y en peligro de extinción.
Otro aspecto que preocupa a activistas ambientalistas es el flujo de vehículos motorizados en la zona pues peligra la vegetación del lugar.
En particular, se debe de buscar evitar la construcción sobre el suelo de la Sierra Fría, ya que es el principal proveedor de agua para el estado, si aumenta el territorio fraccionado podría agravar el estrés hídrico.
En el Programa de Manejo del Área Natural Protegida Monumento Natural Cerro del Muerto, publicada en el 2015, confirman la existencia de estas propiedades privadas que van desde casas de campo, cabañas, restaurantes y tiendas de autoservicio, algunos ofreciendo servicios de visita y recreación dentro de sus predios, por lo que se “requiere de la suma de voluntades y esfuerzos para darle un sentido de sustentabilidad al aprovechamiento de sus recursos naturales”.