Gustavo de Alba/ Maniobras de Escapismo  - LJA Aguascalientes
21/11/2024

Falleció Gustavo Arturo de Alba Mora, periodista inteligente y hombre generoso.

Don Gus, como le decían sus amigos, merece un capítulo completo de la historia del periodismo en Aguascalientes, es un imprescindible, no se entiende el desarrollo de los medios de comunicación impresos y su versión digital sin su presencia.

Nunca lo llamé Don Gus, no es que no mereciera esa expresión de respeto o distinción social, era que me abrumaba su amabilidad y sencillez para demostrar su conocimiento, ser inteligente; las ocasiones en que me acerqué a Gustavo siempre salí del encuentro con las manos llenas por las certezas compartidas y la cabeza repleta con las preguntas con que instigaba a pensar.

A Gustavo lo conocí en los patios de Palacio de Gobierno, físicamente, ahí fue la primera vez que hablamos; lo leí muchos años antes, a través de la revista que dirigía, Crisol Plural

Crisol Plural surgió a finales de la década de los ochenta y se transformó al formato digital en 2016, durante décadas fue un referente para conocer a la inteligencia aguascalentense, en un escenario editorial plagado de revistas miserables que se editaban sólo para poder cobrar una comisión en las oficinas de comunicación social de los gobiernos, la publicación de Gustavo de Alba mostraba una verdadera preocupación por convertirse un foro en el que se argumentaba sobre los temas de interés social, comprometido por formar opinión pública, analizar las raíces de eso que llamamos aguascalentense y dar espacio al debate.

En las páginas de Crisol Plural escribieron todos aquellos a los que importaba leer para dejar de pensar en Aguascalientes únicamente como la tierra de la gente buena, una revisión de los artículos y ensayos ahí publicados ayudaría a elaborar la historia de cómo esta ciudad abandonó decididamente el pueblito para constituirse en una metrópoli donde se pensaba sin la carga de ser provinciano.

Lo que distinguía la línea editorial de la revista de Gustavo de Alba era la pluralidad, a pesar de las transiciones políticas, la alternancia de partidos en el poder de los gobiernos municipales y estatales, no hubo bandazos vergonzantes o elogios a causas de las que después se tuviera que retractar o arrepentir. 

Cuando llegué a Aguascalientes, fue un alivio encontrar Crisol Plural, una publicación de esas características destacaba entre la oferta de ediciones dedicadas a satisfacer el morbo o elogiar a la clase política.

–Es usted un hombre inteligente –me dijo Gustavo en uno de los patios de Palacio de Gobierno, me sobresaltó el elogio y dudé en aceptar el ejemplar de Crisol Plural que me extendía–. Usted debería de escribir.


–Yo escribo –le contesté en espera de la petición de algún asunto relacionado no con mi persona sino con mi labor en el gobierno.

–Sí, ya sé, pero no escribe en Crisol, ¿cuándo me manda un artículo?

Hablamos en varias ocasiones más, cuando podía lo buscaba en el café de la calle Zaragoza que para mí fue su preferido, por supuesto, colaboré con Crisol Plural, pero mi mayor placer era leer su revista. 

Cuando La Jornada Aguascalientes llegó a esta ciudad, se presentaba como el periódico en el que colaborarían las mejores plumas de la entidad, en la misma línea de Crisol Plural; Jorge Álvarez Máynez nos dio oportunidad de elaborar el suplemento cultural de ese medio, Guardagujas, con la consigna de que debía ser el mejor que se hubiera hecho en Aguascalientes, en el cuarto número decidimos presentar un especial sobre western, yo no dudé en quien acudir si se trataba de cine, porque de eso platicaba con Gustavo de Alba, de su pasión volcada en su sitio cineforever.

Antes de que Gustavo me entregara Los imperdonables del western [que hoy volvemos a publicar en la edición de LJA.MX] me citó en el café de siempre y durante un largo rato me dictó cátedra sobre las películas del género, no sólo eso, me entregó 15 copias de los filmes que él consideraba esenciales, así de generoso era.

Frecuenté a Gustavo de Alba en más ocasiones, no tantas como hubiera querido; cuando me asignaron la dirección editorial de La Jornada Aguascalientes le propuse que escribiera una columna, lo hizo esporádicamente, cuando yo insistía en que tenía que estar en estas páginas, él me reviraba con la invitación a replicar mis textos en la versión digital de Crisol Plural; afable y sencillo, antes que dar importancia a sus ideas, privilegiaba la capacidad de difundir la opinión de otros.

El café donde frecuenté a Gustavo de Alba está en la misma calle que las oficinas de LJA.MX, desde hace un tiempo ya no ocupaba la mesa de siempre, pero eso lo cambió por mensajes de WhatsApp y llamadas telefónicas, no eran constantes, siempre fueron precisas, se comunicaba para hacer una precisión, un comentario sobre algo que yo había escrito, en más de una ocasión me dijo “es más inteligente que eso”, y yo tenía que asentir, agradecido por la lección. 

No estoy seguro de ser tan inteligente como Gustavo de Alba creía, entiendo que me lo decía como acicate, una provocación para dar lo mejor de mí mismo en lo que opinaba. Hombres así siempre harán falta y, en lo personal, lo voy a extrañar.

 

@aldan


Show Full Content

About Author View Posts

Edilberto Aldán
Edilberto Aldán

Director editorial de La Jornada Aguascalientes
@aldan

Previous Adiós al 2020/ Sobre hombros de gigantes 
Next Cierren todo/ De imágenes y textos
Close

NEXT STORY

Close

Los gobiernos deben proteger la salud y seguridad de los reclusos

26/03/2020
Close