Triste y decepcionante espectáculo el de la presentación de la alianza electoral del PAN, PRI y PRD, cuyo único acierto fue nombrar la coalición Va por México y no como proponía Gabriel Quadri: TUMOR, Todos Unidos contra Morena, aunque esa sea realmente la única coincidencia de esos partidos.
Va por México se presentó sin un plan programático, sólo con buenas intenciones y el propósito único de arrebatarle al presidente Andrés Manuel López Obrador la mayoría que tiene en la Cámara de Diputados, para lo que postularán candidatos comunes en 180 distritos electorales. Es decir, PAN, PRD y PRI sí tienen muy claro dónde creen que pueden ganar por sí mismos, de otra manera, se habrían unido en una alianza total, pero ni para eso les alcanza.
En la presentación virtual de Va por México participaron los tres dirigentes nacionales de los partidos, Marko Cortés, Alejandro Moreno y Jesús Zambrano, todos con un discurso vacío, centrado no en las ideas sino en pintar a López Obrador como el enemigo a vencer; lo que a mi entender, va a resultar contraproducente en el ámbito local, al querer imponer en las entidades federativas una visión centralizada de lo que es el poder, a lo que hay que sumar que estos partidos no acaban de entender que al unirse contra el presidente, sólo le cumplen el capricho a López Obrador, quien ante el castigo se crece, a quien si atacan animan a los tetratransformistas a defender a su guía.
El presidente nacional del PAN confesó que no los unen “solamente una propuesta determinada o una política pública específica”, es decir, que no hay programa, Marko Cortés indicó que lo que motiva la alianza es “una forma de entender el sistema democrático y político, de entender el poder y sus funciones, nos une la convicción democrática y el sentido de responsabilidad. También nos une la amenaza que hoy vivimos todos”; esa forma de entender el poder es incapaz de observar la crisis del sistema de partidos, que se requieren propuestas y candidatos que, antes de responder a los intereses de cada partido, defiendan causas y movimientos.
Quizá el peor momento del panista fue cuando hizo alusión a la incertidumbre, la estrategia del miedo como campaña, porque volver el pésimo manejo de la pandemia por parte del Gobierno Federal muestra una ausencia total de empatía con el sentir de la sociedad, porque evidencia que los partidos tampoco han sido solidarios con sus electores en estos tiempos de pandemia, y que incluso tienen que mentir, como cuando Marko Cortés acusó al Gobierno Federal de querer “monopolizar el acceso a la vacuna”, reducir a eso la ausencia de un plan de distribución y aplicación de la vacuna es ruin.
El presidente del PRI aseguró que la coalición no estaba hecha para derrotar a nadie, que su intención era rescatar a México, pero cuando tuvo oportunidad, Alejandro Moreno criticó por frívolo a Hugo López-Gatell. Para quienes crecimos bajo el régimen priista, escuchar al líder del tricolor asegurar que es necesaria la voluntad política de los partidos para “corregir el rumbo de México” sólo puede mover a risa, al hacer alusión a la ineptitud de los funcionarios públicos no se puede más que recordar los muchísimos ejemplos de la falta de capacidad demostrada por priistas que llegaban a un puesto sólo para servirse y corromper.
“No hay un solo aspecto fundamental de la vida nacional que se encuentre en buen estado”, dijo Jesús Zambrano, el perredista hizo un repaso de la situación política nacional y acusó de todos los males a la “excesiva concentración del poder de todos los Poderes de la Unión en el presidente de la República. Estamos de regreso en el país de un solo hombre. Morena no sabe gobernar”, dicho por el líder de un partido que se une al partido que generó ese modelo, que se alía con el PRI, resulta poco convincente, no importa que sostenga que “el presidente sabe que nuestra unidad es veneno puro para su proyecto autocrático y que le podemos ganar. Morena es un gigante de pies de barro”.
Va por México, el tumor que genera la enfermedad del poder.
Coda. Cuando los candidatos de Va por México tengan que explicar por qué van en alianza y sin un programa específico, entonces tendrán que mentir para justificar las contradicciones que los distinguen.
@aldan