Uno de los espacios culturales emblemáticos de la ciudad de Aguascalientes es, sin duda, el Teatro Morelos, que este año tuvo su aniversario 135, el cual fue inaugurado el 25 de octubre de 1885. En esta nota daremos un breve recorrido por sus antecedentes e inauguración hasta llegar a ser la sede de la Convención de 1914.
En 1860 surgió la primera iniciativa por tener en el estado un teatro con todas las comodidades, digno de la sociedad aguascalentense. Esta idea surgió de parte del general José Longinos Rivera (gobernador interino de diciembre de 1859 a febrero de 1860), para construir el coliseo en una casona. Un año después, el gobernador Esteban Ávila Mier (1860-1862) finalmente aprobó la obra, aunque por causas desconocidas no se inició. Sin embargo, se siguió con el interés de la construcción del teatro, y Esteban Ávila y el jefe político del Partido de la capital, Antonio Rayón, iniciaron el proyecto, pero ahora en un solar que formaba parte de las huertas del Convento de San Diego, ubicado en la esquina de las actuales calles de Morelos y Plazuela de San Diego; aún así, la obra se suspendió nuevamente por razones económicas.
Fue en 1869, después de restaurada la República, cuando el gobernador, Jesús Gómez Portugal (1866-1871) retomó la idea del teatro y solicitó el apoyo del Congreso para que el municipio aportara y vendiera parte de sus bienes, y así obtener los fondos necesarios para continuar la edificación del coliseo. Nuevamente, la restricción presupuestal, al igual que diferencias entre las autoridades, propiciaron la cancelación definitivamente de la citada obra.
La necesidad de tener un teatro no desapareció de la mente de quienes habitaban esta ciudad, pues Aguascalientes crecía cada vez más y se quedaba rezagada en relación con otras ciudades del país. Uno de los promotores e inspiradores que trabajó vigorosamente para concretar tan ansiado objetivo fue Rodrigo Rincón Gallardo, quien solicitó al Ayuntamiento le cediera gratuitamente la finca de la Alhóndiga para tales fines, pero fue hasta marzo de 1880 cuando el exgobernador, Francisco Gómez Hornedo, agrupó una comisión formada por los señores José Bolado, Carlos M. López, Antonio Puga, Julio Pani y Juan Aguilar, entre otros amantes de la cultura, con el noble propósito de reorganizar una compañía para la construcción del teatro.
Pasaron dos años y el 14 de febrero de 1882, los señores Rafael Arellano y Felipe Ruíz Chávez llegaron a la conclusión, en junta previa con la directiva de dicha organización, de que el terreno conocido como la “Alhóndiga” definitivamente era el más apropiado para levantar el tan esperado teatro, para lo cual solicitaron al Ayuntamiento su donación, por lo que finalmente la Comisión Especial del Ayuntamiento no tuvo inconveniente en aceptar la propuesta, y así quedó asentada la fecha del 17 de junio de 1882, cuando el Gobierno General cedió el local conocido como el “Mesón de nuestro amo” a la Junta Constructora para edificar un teatro.
Al gobernador Francisco Gómez Hornedo le tocó el privilegio de ver la edificación concluida, por fin, la anhelada obra, ya que muchos transitaron en esta lucha por obtener dicho sueño. En el libro Teatro Morelos, se hace referencia al ejercicio de esta gestión y se contempla el siguiente párrafo: “Desde que tomé posesión del gobierno mi idea fue terminar las obras que estaban en construcción y emprender algunas otras que redundaran en beneficio del estado. En tal virtud, inmediatamente ofrecí a la Junta Constructora del Teatro los auxilios y apoyo que permitieran los recursos del erario para que se pudiera terminar la obra (…) En memoria del ilustre patriota, héroe de la Independencia Nacional Don José María Morelos y Pavón, se honró la obra mencionada”.
Para los preparativos de la inauguración del coliseo, en un acta de Cabildo, con fecha del 22 de agosto de 1885, se expuso la iniciativa de promover e impulsar una función para solemnizar la inauguración del teatro y las festividades cívicas el 15 y 16 de septiembre, por lo que se pretendía comenzar el domingo 13, fecha en la cual se estrenaría el teatro y concluiría el domingo 20 del mismo mes. Sin embargo, una anécdota cambiaría la historia de la inauguración de este espacio: por motivos de fuerza mayor, la compañía del señor Leopoldo Burón, invitada para estrenar el Teatro Morelos, no llegó en la fecha programada, debido al retraso del ferrocarril central en el que se trasladaría el conjunto artístico para Aguascalientes y fue entonces cuando se tuvo que posponer para el día 25 de octubre de 1885.
Dicha inauguración se llevó a efecto a las 20:30 horas, precedida por el gobernador Gómez Hornedo y el vicepresidente de la Junta Constructora del Teatro, señor José Bolado. El espectáculo dio inicio con la orquesta de los señores Daniel Gómez Portugal y Ángel García, que abrieron el telón para dar principio a la representación del drama italiano La muerte civil, dirigida por Leopoldo Burón. La función dio fin con la divertida comedia, en un acto, titulada Los pantalones.
A partir de la apertura del Teatro Morelos, los espectáculos no se hicieron esperar, convirtiendo este recinto en el más importante lugar de esparcimiento cultural de la entidad. Por su escenario se tuvieron, a inicio del siglo XX, a la Compañía de Ópera Italiana, que puso en escena las obras: Un baile de máscaras y Fausto; asimismo, diversas compañías lírico-dramáticas, como la Martí y Calvo, que estrenó en 1900, una de las obras elogiadas por el público: De mala raza, del español José Echegaray. También pisaron las tablas las compañías de corte dramático; una de ellas, la de Rosa Fuertes, quien fue una de las máximas figuras del momento en el país, dando función en el Teatro Morelos de Aguascalientes, el 24 de enero de 1901. Otras compañías que se presentaron a inicios de ese siglo: Compañía de Ópera Italiana Aragón, Sociedad Artística Hernández y Morales, Compañía de Zarzuela Medina, Compañía de Zarzuela Labrada, entre otras.
Para finalizar, y dejar el dato histórico del Teatro Morelos en la etapa de la Convención, el 20 de agosto de 1914 se dio la entrada triunfal a la Ciudad de México, de Don Venustiano Carranza, acompañado por los principales jefes del Ejército Constitucionalista. Varios de ellos visitaron en octubre la ciudad de Aguascalientes, por ser elegida esta plaza para la Convención, y fue del 10 de octubre al 10 de noviembre de 1914, cuando el teatro cobijó a decenas de patriotas mexicanos que buscaban el cambio social y político. Don Alejandro Topete del Valle señaló en su libro: “… el teatro cobijó a decenas de patriotas mexicanos que buscaban el cambio social y político (…) estas reuniones en el teatro representaban para nuestra historia una generosa intención, un respetable afán por evitar mayores desastres humanos, también la Convención haría famoso a nuestro teatro porque lo dio a conocer a nivel nacional e internacional”.
Fuentes Consultadas:
Una aventura llamada teatro. Aguascalientes en el siglo XIX. Clara Martínez y Julieta Orduña. Escenología, México, 2007.
Teatro Morelos. Alejandro Topete del Valle, Gobierno del Estado, México, 1985.