Una sola cruz grande para todas en Paseo de la Reforma - LJA Aguascalientes
15/11/2024

  • “Tenemos derecho a vivir sin miedo”, reclama Yesenia, madre de Marichuy, víctima de feminicidio en 2016. El 25 de noviembre el gobierno le ofrecerá una disculpa pública por fallas en la investigación. 

 

EMEEQUIS/Gabriela Reyes

 

Paseo de la Reforma se viste de colores que reflejan tristeza y rabia. “Estoy haciendo una ofrenda junto con nuestras compañeras, en honor a nuestras hijas, hermanas, madres, principalmente, víctimas de feminicidio”, dice Yesenia Zamudio, madre de Marichuy, víctima de ese delito. 

“Estoy aquí por María de Jesús Jaime Zamudio, mi hija. Ella fue asesinada en el 2016 y al día de hoy aún no tengo justicia para mi hija; sin embargo, le ponemos el altar no sólo para Mari, si no para otras víctimas; prácticamente, lo que queremos hacer, es un altar para todas, por eso hacemos una sola cruz y grande”.

La tarde del domingo 1 de noviembre, sobre la Avenida Paseo de la Reforma de la Ciudad de México, un grupo de alrededor de 10 mujeres coloca una cruz de aserrín color rosa (de unos 20 metros de largo), con un contorno de pétalos de cempasúchil. Alrededor hay más cruces pequeñas de sal y más cempasúchil, con fruta. Un letrero dice “Ni una menos” y completan la escena fotos de víctimas de feminicidio y desaparición en México.

 

Habrá disculpa para Yesenia

A unos días de que el gobierno federal le ofrezca una disculpa pública a Yesenia Zamudio (25 de noviembre), por los errores cometidos en la investigación del feminicidio de su hija, platica que el Frente Nacional Ni Una Menos México está integrado por mujeres que han sido víctimas de feminicidio, violencia, abuso, acoso y desaparición. 


Viste una playera blanca con las leyendas “Ni una menos” y “Marichuy”, como le decían a su hija. Yesenia Zamudio cuenta que tiene los ojos hinchados porque ha llorado mucho y la extraña. 

“Ella vive en mi corazón, siempre la recuerdo como mi Marichuy en vida. Siempre la recuerdo alegre, su sonrisa, nunca la voy a olvidar. A ella le gustaba practicar deporte, era muy solidaria, era una niña muy alegre, muy amorosa, le gustaba ayudar siempre a las demás personas, inclusive le ayudaba a otras compañeras, compañeros en sus estudios. Le gustaban las mascotas, le encantaban los niños, le gustaba mucho leer… la extraño mucho”.

La hija de Yesenia murió en 2016, tras ser arrojada del quinto piso de un edificio. A pesar de las pruebas de violencia que mostraba, las autoridades clasificaron la muerte como suicidio.

Tres años después, su madre logró que el caso fuera reconocido como feminicidio.

La lucha de Yesenia se hizo pública a través de un video subido a redes sociales el 15 de febrero de este año, en el que reclama justicia por todas.

Estábamos en nuestras casas, bien a gusto llorando y bordando. Ya no señores, ya rompimos el silencio ¡no les vamos a permitir que hagan un maldito circo ya de nuestro dolor! y si van a hablar, hablen de todas, hablen de todas las que violan, acosan, también los maestros y servidores públicos, a las que les avientan ácido…”.

 

Cinco carpetas de investigación contra su expareja

El viernes 4 de septiembre, Yesenia, con un grupo de mujeres, tomaron el edificio de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), localizado en el Centro Histórico de la Ciudad de México. Ahí también se encontraba Karla Daniela García Tello, víctima de violencia intrafamiliar, quien, cansada de tener miedo y de ir de oficina en oficina gubernamental para buscar justicia, se unió al Frente Nacional Ni Una Menos.

“Tengo cinco carpetas de investigación por violencia familiar en contra del papá de mi hijo y tengo riesgo feminicida”, platica Karla.

Para su madre, Angélica Tello, es triste que, cuando llega con su hija a las instituciones, en lugar de darle una solución, “te mandan de un trámite a otro, o inclusive recibes burlas”.

La expareja de Karla la intentó asfixiar hasta desmayarla y en otra ocasión quiso atropellarla. El agresor fue detenido en 2019, pero lo dejaron en libertad.

Con el maquillaje de calaca que ella misma se hizo, y una playera blanca que dice: “Ni una menos”, Karla respondió a la convocatoria del Frente Nacional Ni Una Menos para colocar la ofrenda en Reforma, acompañada de su madre y su hijo de dos años. 

Son cinco carpetas de investigación y la situación no cambia. Ante la falta de respuesta, el 28 de febrero de este año, se despertó a las 4 de la mañana para ir a una audiencia pública con la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, quien la recibió. El folio de su audiencia fue el 00001405 y la enviaron con la fiscal general, Ernestina Godoy, pero sólo la obtuvo atención durante algunas semanas, dice Karla. Ya no la volvieron a buscar.

La investigación por violencia intrafamiliar sólo se reactivó después de que se uniera a la toma de la CNDH, ya que su caso entró en el pliego petitorio que entregaron a la Secretaría de Gobernación.

“Yo me acerqué a las mamás que estaban ahí y, a raíz de eso, logré llegar ya a Gobernación, con Sánchez Cordero. Así es como apenas, después de dos años, está empezando a avanzar un poco (la investigación). Sacaron todas las carpetas de investigación, de archivo y ahorita pues me están dando un seguimiento, cuando yo ya me había acercado a la jefa de gobierno, a la fiscal, Ernestina Godoy y no tuve ninguna respuesta”. 

Su voz se corta cuando cuenta que para ella es importante estar ahí, en la ofrenda para las víctimas de feminicidio.

“Soy afortunada de estar aquí, de poder seguir en mi lucha, cuando hay muchas mujeres que no tuvieron esta oportunidad que ni siquiera pudieron decirle a sus familiares algo, qué les pasó, qué les hicieron. Yo sí estoy aquí y me siento orgullosa, porque en este camino he encontrado a más mujeres que están en la misma situación y que se han podido salvar”.

La fuerza de Karla para continuar con su exigencia de justicia, a pesar de tener miedo, es su hijo. Aunque sabe que está en riesgo al hacer pública su historia, es la única forma en la que ha logrado un poco de atención. Sin embargo, tiene un poco de esperanza en que pronto se resuelva.

El problema del feminicidio está lejos de resolverse en México. Cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) indican que, de enero a septiembre, la cifra no ha bajado en tres años. En 2018 fueron 641, en 2019, 701, y en este año se agregaron 704. 

 

¡Que hagan su trabajo!

“Lo que no se nombra no existe, entonces, tenemos que estarlas nombrando, tenemos que estar recordándole a la sociedad que existe la violencia de género, que nos están matando por ser mujeres y que dejemos de voltear hacia a otro lado”, dice Yesenia.

“¡Que hagan su trabajo, que hagan su trabajo! No nos hacen un favor. Solamente pedimos que hagan su trabajo”.

El 25 de noviembre, Yesenia Zamudio, madre de María de Jesús Jaime Zamudio, recibirá una disculpa pública del gobierno federal, por los errores que hubo en la investigación por el feminicidio de su hija en 2016.

A Yesenia le ayuda a seguir adelante el amor que siente por Marichuy y por sus otras hijas, por sus nietos, nietas. Le gustaría que la situación en el país cambie. Que ellos puedan vivir en un país en el que puedan ser felices, libres y sin miedo.

“Tenemos derecho a vivir sin miedo”.

 

@GabytaReyes

 


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