Uno de los grandes problemas que se enfrenta como católico es entender el concepto de dogma, no se puede poner en duda que una paloma embarazó a la esposa de José o la Santísima Trinidad, aquellos que tienen fe y acuden a esa iglesia para desplegarla están obligados a creer que Dios es uno y tres, es decir, la unidad dios está conformada por tres personas divinas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. También debemos creer en la infalibilidad pontificia, lo que diga quien se dice representante de Dios en la Tierra es ajeno al error, y en el caso de los mexicanos, no se puede cuestionar que a Juan Diego se le apareció la virgen para obligarlo a construir un santuario.
Entiendo las razones por las que muchos se pueden burlar de quienes profesan la fe católica o de los fieles de la Virgen de Guadalupe, ¿no era más fácil que se le apareciera a fray Juan de Zumárraga para que le construyeran su templo donde quisiera?, ¿por qué elegir a Juan Diego Cuauhtlatoatzin y como prueba estamparse en su ayate?; para los ateos es fácil exponer a los creyentes, elija cualquier al azar un precepto de la iglesia al que se someta y pídale las razones por las que obedece, estamos condicionados a aceptar el dogma, sin cuestionamiento.
Para los ateos también es muy sencillo ridiculizar las prácticas de fe de los creyentes; cómo entender que en la desesperación se pida ayuda a San Judas Tadeo, el mismo santo que auxilia a los ladrones; por qué un alcohólico puede evadir su enfermedad durante el periodo de tiempo que le haya jurado a una figura en una iglesia; cómo es que alguien se lastima a propósito o recorre una larga distancia para cumplir una manda religiosa; sí, es ridículo, y los creyentes no se defienden, básicamente por dos razones, la primera es que la fe es una cuestión personal y mientras en su ejercicio no se afecte a un tercero, pueden creer que la tierra es plana o la paloma que embaraza; segundo, la confusión que hay entre fe y fe religiosa, la incapacidad de distinguir entre la necesidad de creer en algo y depositar esa fe en una iglesia.
Creo que todos necesitamos de la fe, creo que todo mundo tiene derecho a encontrarse en esa creencia, tanto como considero que a nadie se le deben imponer rituales a partir del mito en el que se cree. Me parece que los ateos recalcitrantes que emplean su fe en la ciencia para demostrar que los creyentes están equivocados son igual de repudiables como los religiosos que intentan con su religión regular el comportamiento y vulnerar los derechos de los individuos.
Durante la pandemia, los gobiernos mexicanos han tenido que cerrar establecimientos para impedir el contagio, en Aguascalientes, montones de ateos fustigan a la autoridad para que cierre las iglesias, pero no han logrado su propósito, se siguen oficiando misas, con ciertas restricciones, así creo que debería ser, no tengo derecho a clausurar el santuario de nadie como nadie tiene derecho a impedir mi acceso a un concierto de la orquesta sinfónica o una presentación editorial, cada quien tiene derecho a encontrar en el sitio que desee su santuario.
Una prueba más que no hemos superado durante la pandemia es la forma en que pensamos la fe, cómo esa creencia no puede ser simplificada, por creyentes y ateos, a una simple expresión de devoción, seguimos con las prácticas de ridiculizar, atacar o defender a ciegas nuestro derecho a expresar nuestras creencias, confundiendo la obligación que se tiene con el dogma personal con abandonarse a las instrucciones de otro, faltando al respeto a los derechos de los demás.
Dicho lo anterior, qué bueno que cerrarán la Basílica de Guadalupe, no porque considere unos ignorantes a los millones que quieren ir a encontrarse con su virgen, sino porque creo que funciona como recordatorio de algo que se aprende en el catecismo: si bien la iglesia es la casa de Dios, Dios está en todas partes, y la virgen también.
Coda. En El mito de Sísifo, Albert Camus cita a León Chestov: “La única verdadera salida está precisamente allí, donde no hay salida alguna para el juicio humano. Si no, ¿para qué necesitábamos a Dios? No se vuelve uno hacia Dios para obtener lo imposible. Para lo posible, los hombres se bastan”.
@aldan