El Instituto Nacional Electoral (INE) aprobó nuevos criterios de paridad de género que aplicarán en la elección de gubernaturas en el 2021, siete de las 15 candidaturas deberán ser para mujeres; previo a la votación, la mayoría de los coordinadores de los partidos políticos en el Senado se manifestaron en contra de la decisión del INE, alegando que el Instituto estaba invadiendo sus facultades y que buscarían la forma de impugnar las nuevas reglas. Con esta decisión, los partidos políticos evidencian una de las fallas mayores de nuestro sistema, estas organizaciones no están preocupadas por representar movimientos o causas, hipócritas alegan que legislar es sólo atribución de diputados y senadores, cuando lo que están peleando es que no se afecte su capacidad de decisión sobre las candidaturas.
Hombres y mujeres por igual se cobijaron en el argumento legaloide para manifestarse en contra de los criterios. De Morena, Ricardo Monreal demandó que “el INE no legisle, que no invada nuestras facultades y atribuciones, como nosotros no lo hacemos con otros poderes. Es un llamado atento a que no extralimiten sus facultades. Lo hacemos todos los legisladores de todos los partidos” y por parte del PRI, Claudia Ruiz Massieu, intentó matizar la falta de compromiso por cumplir con la paridad de género en las candidaturas indicando que se trataba de defender, desde el Senado, su “ámbito de facultades legislativas”.
El consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello, respondió que “El INE no legisla, pero sí adopta medidas afirmativas que contribuyen a concretar en los hechos el mandato constitucional de una contienda electoral en condiciones de equidad, certeza, transparencia y legalidad”; la consejera Dania Ravel estableció que “No deben existir más mujeres políticamente relegadas ni excluidas, mucho menos tras bambalinas o en segundo plano. Nuestra meta debe ser que todas las mujeres que lo deseen pueden participar políticamente sin discriminación ni violencia” e indicó que la falta de mujeres en las gubernaturas se debe a que los partidos no las postulan para este tipo de cargos.
La reacción de los partidos políticos rechazando los criterios de paridad para gubernaturas es vergonzosa, exhibe el nulo compromiso con las mujeres, Acción Nacional comunicó que aunque postulará a siete mujeres, impugnará el acuerdo; Morena amenaza con acudir al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y a la Suprema Corte de Justicia; Movimiento Ciudadano esgrimió un penoso argumento, indicando que en la reforma constitucional de paridad se excluyeron los cargos de presidente y gobernadores porque son “unipersonales”, como si la persona o lo individual excluyera a las mujeres, cuando la Constitución indica que la paridad aplica para todos los cargos.
En diciembre los partidos deberán presentar sus candidatas a gobernadoras, están a prueba y bajo el escrutinio de una sociedad que demanda paridad, equidad e igualdad, no hay pretextos para no cumplir.
Coda. En su Nota sobre la supresión general de los partidos políticos, Simone Weil asegura que es imposible examinar los problemas complejos de la vida pública mientras se intenta discernir la verdad, la justicia, el bien público y, al mismo tiempo, conservar la actitud que conviene a un miembro de un grupo específico, como un partido político, “La facultad humana de atención no es capaz simultáneamente de ambas preocupaciones. De hecho, el que se preocupa por una, abandona la otra. Pero quien abandona la justicia y la verdad, a ese no le espera ningún sufrimiento. Mientras que el sistema de los partidos comporta las penalidades más dolorosas para la indocilidad. Penalidades que alcanzan casi todo —carrera, sentimientos, amistad, reputación, la parte exterior del honor, a veces incluso la vida familiar”; se puede entender, por los riesgos que asumen las mujeres, que callen ante las justificaciones legaloides con que los hombres pretenden mantener su poder de decisión, el control sobre los partidos, nada justificaría su complicidad con la permanencia de ese sistema.
@aldan