- Libros que reflejan solo la realidad es reflejo de falta de imaginación, es una salida fácil
- Hay una falsa concepción acerca de la literatura, esta no se debe de interpretar, se debe de leer
Claudina Domingo, con el poemario Tránsito, ganó el Premio Iberoamericano Bellas Artes de Poesía Carlos Pellicer, a su trabajo se sumó el poemario Ya sabes que no veo de noche. Posteriormente publicó el libro de cuentos Las enemigas y esta semana en la 52 Feria del Libro de Aguascalientes presentó su primera novela La Noche en el Espejo.
Respecto a la transición de poesía, luego a cuentos y a novela, la autora reconoció que fue algo difícil y progresivo. Señaló que se tiene la noción de que la poesía es lo máximo y debe de ser perfecta, pero también tenía interés de reflejar atmósferas, el sentido del humor y lo ridículo de la vida, aspectos que le parecen ser más fáciles de abordar desde la narrativa que desde la poesía.
Al escribir La Noche en el Espejo, que no tiene una narrativa lineal sino un carácter onírico, dijo que el reto fue al final para editarla, estructurarla. En cambio, al escribir los cuentos de Las Enemigas comentó que fue más exigente, pues en dicha forma narrativa se debe tener elementos concisos que lleguen al núcleo de los relatos.
“Yo me divertí mucho escribiendo La Noche en el Espejo, es un libro que me divirtió mucho. Tarde aproximadamente como dos años y medio. Es curioso el asunto de la literatura porque puedes tardar justamente dos años y medio en escribir un libro a todo vapor y la recompensa a veces es el orgullo de terminarlo”, declaró.
Durante la presentación del libro en la 52 Feria del Libro, el autor Eduardo Rabasa comentaba acerca del cómo La Noche en el Espejo se diferenciaba de un panorama narrativo nacional en donde predominan temas como el narcotráfico o la violencia, pues el libro de Claudina Domingo buscaba en cambio representar un aspecto onírico.
Generalmente el arte es un reflejo del contexto bajo el cual es creado, directa o indirectamente. La autora reconoció que, aunque no es la intención del libro, la violencia es uno de los aspectos que se logra trasminar indirectamente.
“En estos momentos no comulgo totalmente con nada más reflejar la realidad, me parece un poco flojo, un poco falto de imaginación nada más reflejar la realidad. Yo sé que tengo colegas que están interesados en denunciar la realidad, pero también creo que el narrador tiene que imaginar cosas. En este momento prefiero que no todo lo que escriba sea la realidad, pues vivir la realidad cansa y aburre, simplemente el vivirla”, destacó.
En la presentación se concluyó que el reflejo del panorama literario en narrativa obedecía, quizá, a la mercadotecnia de las editoriales para lograr posicionar libros con estas temáticas relacionadas con la violencia que se vive, de contenidos de fácil digestión para el lector. “No confían tanto las editoriales en la capacidad del lector”, señalaron.
Claudina Domingo opinó que la causa de lo anterior expuesto radica en la educación literaria. “Por lo menos en México, hay un concepto de que la literatura se tiene que interpretar y ese es un concepto bastante absurdo, la literatura se tiene que leer, el lector no tendría por qué estar interpretando cosas en los libros, no es como si fueran una escritura jeroglífica”.
Esta idea vaga acerca de la literatura provoca que los escritores tengan un acercamiento con el lector con una interpretación sencilla y fácil. “Cada vez veo más esta tendencia de que el escritor quiere escribir cosas fáciles de interpretar. Me gusta que los escritores que leo tengan un secreto en sus historias”.
Dijo sentirse afortunada de trabajar junto con la editorial Sexto Piso, pues los editores comprenden la parte artística de la creación literaria y no tienen la exigencia para que se escriban sobre ciertos temas.