El Colegio Nacional realizó un ciclo titulado Deconstrucción Femenina, de los cuales rescato un fragmento que llamó mi atención, de la participación de la distinguida doctora en Derecho Leticia Bonifaz en la conferencia sobre Liderazgos Femeninos.
Leticia Bonifaz detalla en que un punto clave en cuanto a liderazgos femeninos llega con Venustiano Carranza, a su consideración, el primer presidente feminista de México porque le dio a la escritora y periodista Hermila Galindo las posibilidades de tener no sólo presencia en la vida pública, sino capacidad de decisión. Galindo se convirtió en una primer líder en el ámbito público, es a quien el presidente manda a difundir la Doctrina Carranza en muchos países de América Latina, y sin embargo, su liderazgo se acaba con la muerte de Venustiano Carranza.
La doctora en Derecho se cuestiona cómo es que se empoderan las mujeres, “¿por nuestras propias capacidades o hay alguien que te empodera?”, y destaca que si bien es cierto que el liderazgo no tiene sexo, son las mujeres las que han tenido más dificultades para acceder a ello, “entonces, en esto de quién empodera, revisando la vida de muchas mujeres, casi siempre atrás de su empoderamiento está un padre o un abuelo, excepcionalmente una madre, es más frecuente que las mujeres que sobresalieron o que fueron líderes en el siglo XX, los primeros casos, son mujeres empoderadas por un padre o por un abuelo”.
Hace hincapié en los prejuicios y estigmas que padecían estas mujeres, aquellas que se atrevían a participar y a ser líderes, “se las comían, como hasta ahora, diciendo que perdían femineidad, que se volvían marimachas, incluso eran atacadas con una cuestión de falta de moralidad y buenas costumbres”, y recordó a Elena Arizmendi, mujer de inicios del siglo XX, destacada en los círculos políticos y fundadora de la Cruz Blanca Neutral, pero “ella llevó el peso de haber tenido una vida extramarital con Vasconcelos, eso la acabó”.
Y los presidentes empoderadores siguieron apareciendo: “Emilio Portes Gil cambia el código civil para provocar avances en las mujeres, hay entrevistas que dejan ver que estaba convencido que el voto de la mujer era un tema de interpretación y no de prohibición, y si seguimos viendo, Lázaro Cárdenas empuja a otras mujeres, doña Amalia Solorzano es otra mujer que toma iniciativas propias y va avanzando, Soledad Ávila Camacho […] Vemos que se abre en la época de Echeverría con el Año Internacional de la Mujer, donde vemos muchas mujeres mostrando liderazgo y participando en la vida pública de manera más amplia.
“Pero si vamos del 75 a finales del siglo, lo que vemos es que no siguió avanzando con el mismo ritmo, hasta que se tuvo que implementarse el usar cuotas y o hoy el tema de la paridad, ¿por qué?, porque desafortunadamente la mujer siguió entrando al espacio público paulatinamente, pero el hombre no entró al espacio doméstico a hacer la tarea complementaria para que la mujer no tenga una doble o triple carga de trabajo, en la medida en que se equilibre esto, la mujer va a tener más oportunidades, y explotar sus potencialidades”.
No me quedó más que pensar que es cierto. Hasta el momento, lo que nos ha traído hasta aquí, aun con el esfuerzo de miles de mujeres, es la mano masculina que continúa mandando en el país porque las mujeres no salen de casa y ellos no entran. Porque no importa todo lo que una mujer, o miles, solas o en colectivos, hagan, el permiso viene de estas estructuras sociales muy bien plantadas. Lo veo cuando escucho que tal funcionaria está casada con este hombre, tal regidora con aquél, tal mujer es hija de, siempre habrá un hombre detrás de nosotras que es quien comanda, sea cierto o no, más ahora en temporada electoral que hablamos de padrinos políticos.
Y para hacernos un huequito y que acceder a esos lugares se tuvo que imponer la Ley de Paridad. Y está bien. En estas elecciones, más de 127 mil mujeres serán candidatas a ocupar espacios en los congresos y en los ayuntamientos y en las gubernaturas, ¿cuántas de ellas vendrán libres de padrinazgos masculinos?, porque la pregunta verdadera es: de las mujeres que ya lograron estar en puestos de poder, ¿cuántas de ellas respaldan a otras mujeres?, ¿hay empuje entre estas mujeres?, ¿siguen atendiendo a un líder masculino?
Por supuesto que para contrarrestar todos los señalamientos que impliquen roles estereotipados y señalamientos sexuales de desprestigio ya está aquí el refuerzo de la Ley de Paridad, la Ley contra la Violencia Política de Género. Y si se trata de forzar las cosas, habremos de exigirles a las mujeres protagonistas que cumplan con otra cuota, la de impulsar mujeres. Mujeres que jalan a otras mujeres para que asciendan, mujeres que protegen a otras mujeres, mujeres que piensan en las mujeres. Aunque no lo hemos visto. Hemos visto cómo casi la totalidad de las legisladoras en el país trabajan para sus partidos o el gobierno en turno. En Aguascalientes no hay ni una sola que esté trabajando en dejar beneficios sustanciales, perdurables y verdaderos para las mujeres del estado. Ni una.
¿Qué necesita una mujer, todas para llegar a los lugares de liderazgo?, ¿qué debe hacer una mujer para sacudirse la figura masculina de su cuerpo y ser dueña y señora, nunca mejor dicho, de sus actos, y ser una mandamás? Seguro habrá una mujer perdida en la política que mande y actúe. Pero una no es ninguna.
La doctora Bonifaz sitúa su relato en el siglo pasado, a punto de terminar el 2020 la sombra masculina todavía viene adherida a los nombres y las acciones de las mujeres, por desgracia.
Hay mucho qué exigirle a todos los que están al mando, no se trata de solo tener presencia en la vida pública, sino capacidad de decisión y el punto final en la discusión pública. Celebro que cada vez existan más mujeres en los puestos de poder y más mujeres capaces de desarrollarse porque ellas tienen una deuda histórica y estructural para con las que vienen detrás. Se los demandamos.
- El presidente López Obrador propuso a Rosa Icela Rodríguez para titular en la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana: “Tengo que elegir al nuevo Secretario de Seguridad Pública y de una vez (informo) porque ni ella lo sabe. Va a ser una mujer”. Reduccionista, lo único que le importa a López Obrador es que sea una mujer, una mujer que ahora será la encargada de la estructura misógina de la policía y lo militar.
Ve el ciclo del Conal, Deconstrucción Femenina, aquí: https://bit.ly/360Z3zl.
@negramallanes