APRO/Rosalía Vergara
El martes 24 de noviembre entraron en vigor las reformas a la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia en la Ciudad de México y en esto consisten:
Si un hombre agrede a una mujer en su casa, deberá dejar el hogar, pero se hará responsable del pago de los servicios. Tampoco podrá vender, donar o ceder la casa o los bienes adquiridos en la sociedad conyugal, cuando el matrimonio fue por bienes mancomunados.
Lo mismo aplica para los bienes que se encuentren en el domicilio común en caso de concubinato o sociedad de convivencia, a fin de que el agresor no pueda enajenar o gravar los bienes aunque la pareja no esté casada.
En cuanto a vivienda, la dependencia antes citada, junto a la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda, así como la Fiscalía General de Justicia capitalinas, facilitarán los trámites para que las mujeres víctimas de violencia obtengan viviendas y créditos accesibles para adquirir o mejorar una, tomando en cuenta las condiciones de vulnerabilidad de las agredidas.
Habrá además Refugios Especializados que estarán a cargo de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) y deberán estar incluidos en el presupuesto de egresos de la capital del país en cada ejercicio fiscal para que tengan recursos para su operación.
La Secretaría de Inclusión y Bienestar formulará programas de becas para víctimas y sus dependientes.
Se deberán establecer acciones y medidas para la reeducación y reinserción social de un agresor de violencia sexual, siempre y cuando exista un método terapéutico debidamente probado en sus beneficios y alcances y será supervisado por la Secretaría de las Mujeres, entre otras.
Las medidas, que entran en vigor un día antes de la conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, fueron aprobadas por el Congreso de la Ciudad de México el pasado 10 de noviembre.
La Jefatura de Gobierno tiene 120 días hábiles para realizar las reformas reglamentarias que se requieran para garantizar la aplicación de esta legislación.
Los agresores
Según la más reciente Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (2016), elaborada por el INEGI, los novios o los esposos de las mujeres mexicanas son sus principales agresores.
A lo largo de su vida, 40.1% del total de las mujeres sufrieron algún tipo de violencia emocional, el 20.9% económica o patrimonial, 17.9% física y 6.5% sexual por parte de su pareja.
Las mujeres más violentadas tienen entre 15 y 24 años. El 78.6% no solicitó apoyo ni presentó una denuncia. El 8.8% solo pidió ayuda, el 5.6% solo denunció y el 5.6% hizo ambas cosas.
Entre las razones para no pedir apoyo ni denunciar son el minimizar el hecho, miedo a las consecuencias, vergüenza, por sus hijos, para evitar que se enterara la familia, por desconfianza en las autoridades, porque no sabían cómo ni dónde hacerlo o porque desconocen la existencia de leyes para sancionar la violencia contra las mujeres.