La ironía siempre es el mejor medio para la crítica - LJA Aguascalientes
24/04/2025

Entrevista a Isa González, acerca de Dígalo sin miedo y Tóxicas

 

El académico Frank Loveland comenta en la contraportada del libro de cuentos Dígalo sin miedo de la escritora mexicana Isa González que: “Los personajes de Isa González no son mujeres ejemplares. Más bien nos recuerdan que los derechos no se piden, se toman, y que cada manera audaz de vivir no necesariamente libera, pero si construye la singularidad de cada conciencia.” Los 13 cuentos reunidos en Dígalo sin miedo (Ediciones Periféricas) nos dan cuenta de un universo femenino que destruye moldes y paradigmas. Un libro que nos da cuenta de personajes que han asumido una sexualidad que puede bordear los límites, mientras que cuestionan los roles femeninos tradicionales. Mujeres que pueden hablar libremente de su consumo de marihuana con sus amigas, mientras cuestionan el hecho de que las mujeres sean las que esperan pacientemente para que sus parejas sean las que tomen la iniciativa en el ámbito sexual y afectivo.

Los personajes que la escritora poblana Isa González nos presenta son mujeres que cuestionan y que además toman la iniciativa. Algo que también podemos observar en la novela Tóxicas, que fue publicada el año pasado por la editorial Librosampleados, que se centra en la historia de dos hermanas gemelas, Ana y Susana, quienes mantienen una relación de codependencia con su primo, Ángel, quien, entre juegos eróticos, sombras e historias, busca controlar el cuerpo y la mente de las dos hermanas.

Tóxicas es una novela que parte del problema de las relaciones afectivas-sexuales que han sido impulsadas desde la violencia corporal y simbólica. Pero además Isa González también analiza la relación que se entabla entre los gemelos, cuyas ideas, sentimientos, pueden ser completamente diferentes, y hasta antagónicas. Dígalo sin miedo y Tóxicas comparten el espíritu irónico al observar las costumbres de nuestra sociedad y los cuestionamientos sobre la sexualidad, el cuerpo y la visión crítica sobre las relaciones afectivas contemporáneas. Platicamos con Isa González, que es autora de, entre otros libros, “De vez en cuando” (2008), “A qué le llamamos amor” (2011) y quien es Licenciada en Antropología Social por la UDLA. 

La autora nos comentó que “La idea de publicar los cuentos de Dígalo sin miedo fue del editor Nahum Torres de Ediciones Periféricas justo cuando estaba empezando la pandemia, cuando me habló de la idea de publicar un libro que reuniera cuento de mis libros anteriores, así fue como empezamos a trabajar y a seleccionar cuentos de mis cinco libros anteriores, trabajamos y corregimos y decidimos publicar este libro en plena pandemia, con la portada de Amalia Buergo, que es pintora y vive en Puebla.”

Javier Moro Hernández (JMH): Quería preguntarte sobre las voces femeninas, pues tanto en Dígalo sin miedo y Tóxicas, sin libros habitados por voces narrativas femeninas, son libros que exploran esos universos femeninos disruptivos, por llamarlos así.

Isa González (IG): Son dos libros que sí están centrados en la voz femenina, en el deseo femenino en indagar sobre estas relaciones, las fantasías que tienen las mujeres, pero también en indagar sobre las relaciones de poder, porque aunque la narradora sea mujer, también se indaga en las relaciones internas de poder que se viven en las relaciones de pareja, en donde uno puede ser el sádico y el otro el masoquista, esos juegos de saber quién gana, pero es una de los cosas que me interesaba indagar en esos cuentos que tienen ese hilo conductor. Pero también están las preguntas sobre el deseo de la mujer, el control, y la indagación sobre el cuerpo, porque también me interesa la pregunta sobre cómo es que las mujeres vivimos la relación con el cuerpo.

JMH: El tema del deseo tiene una parte que tiene que ver con la imagen que de la mujer se había construido tradicionalmente en nuestra sociedad, que es el de la pasividad. En tus cuentos eso no es así, en tus cuentos las mujeres son activas y actúan para obtener lo que quieren.


IG: Creo que justo es una visión que está cambiando, pero las mujeres siempre han sabido trabajar sus deseos y su satisfacción, aunque hayamos tenido un rol más bien pasivo. Aunque ahora es más frontal la forma en la que las mujeres se pueden adueñar de su sexualidad, y pedir más satisfacción. Aunque aún sigue esta complacencia ante el hombre, es algo que es complicado cambiar del todo.

JMH: Está el tema del cuerpo como uno de los hilos conductores de tus cuentos en Dígalo sin miedo, está el cuento de Mar y Tierra, en donde está el tema de las búsquedas espirituales, que son muy contemporáneas. También está el cuento de Dime qué me pongo. Es decir, la satisfacción sexual es una parte, pero también hay una pregunta sobre el cuerpo como una herramienta que hay que visitar y conocer.

IG: Creo que la mujer fue por muchos años fue objeto del deseo, y que esa es una de las grandes discusiones del feminismo, pero creo que también el cuerpo como objeto del deseo es un elemento importante, porque cuando eres objeto del deseo puede ser molesto, pero también se puede usar a nuestro favor, o te puede halagar, pero mientras las mujeres vamos creciendo y dejas de ser el objeto de deseo de las miradas de los hombres, es algo que también conflictúa, cuando la mirada del otro está en el cuerpo también es importante, porque me parece que sí es importante la relación entre mirada y cuerpo, mirada y deseo.

JMH: Justo el cuerpo de Mar y Tierra me parece que aborda la cuestión de cómo revitalizar una relación, a partir de la búsqueda de esta limpieza corporal y espiritual. También pensaba esto al leer el cuento de La Mazapana, que es un cuento en primera persona sobre cómo se estructura las relaciones, pero como ella también acepta el estatus actual en el que están viviendo.

IG: Las mujeres pueden lograr lo que quieren, la mujer siempre se puede salir con la suya, aunque a veces hay precios que pagar. Lo que me gustó mucho de La Mazapana es que es una mujer que puede fumarse sus churros de marihuana, y es feliz con lo que tiene, pero sí me parece que a mí me sale esta crítica social de saber por qué los hombres pueden hacer lo que quieren, por qué se van, su sexualidad es mucho más permisiva y por qué la mujer no, entonces por eso La Mazapana le hace esas preguntas a su amiga sobre la llegada al cielo y de qué te va a preguntar San Pedro cuando llegues al cielo. Para mí la respuesta es la libertad, el hacer lo que quieras y saber que al final no pasa nada, de que al final es una responsabilidad personal de cada uno, pero de qué en ocasiones hay que salirse un poco de la norma para alcanzar la felicidad.

JMH: Quería preguntarte sobre el tema de la crítica social, ya que me parece que lo haces desde un sentido del humor irónico, pero con la burla necesaria para entender las relaciones.

IG: Creo que la ironía siempre es el mejor medio para la crítica, porque si uno se pone muy duro el relato se vuelve más sombrío, más duro, a mí me parece que el humor rescata mucho a la tragedia, entonces hay que saber bien cómo narrar ciertas situaciones, desde qué visión se debe narrar una historia, y a mí la tragedia debe tener otros elementos. A mí se me da más contar lo que pasa, los deseos, lo mal visto, lo atroz, pero con cierto humor. Me parece que el humor corroe más que la crítica directa, y me parece una genialidad cuando en una obra, en una película, el humor alcanza esos niveles en donde te puedes reír de cosas terribles que pasan, porque la risa te permite darte cuenta de las atrocidades y de la brutalidad en la que podemos vivir. Pero lo ves de otra manera. El humor nos permite vernos de otra manera, y reírnos de nosotros mismos también es muy importante, porque si no termina uno se convierte en un amargado.

JMH: Quería preguntarte ahora sobre Tóxicas, novela que publicaste en Librosampleados. Me parece que hay un par de temas que se engarzan entre los dos libros: el cuerpo, pero con el tema de unas hermanas gemelas, que es una relación particular, pero también tenemos el tema del abuso sexual que sufren desde que son muy pequeñas estas chicas.

IG: Esta relación que tuvieron entre los tres, entre Susana y Ana, que son hermanas gemelas como mencionas, por supuesto, y con Ángel que es primo de las dos. Entonces es una relación que los marca a los tres, ninguno tuvo después una vida muy normal que digamos, entonces tuve que poner este elemento que es la manzana de la discordia entre estas dos hermanas, como para que compitieron, para que se diferenciarán entre ellas, y entonces creo que ese algo era el primo Ángel.

JMH: Me parece que Ana queda un poco más trastocada que Susana. Aunque son dos hermanas son muy distintas, aunque sean gemelas, como en este caso.

IG: Si al final la gente piensa que los gemelos son iguales, son uno mismo, y a veces es posible la confusión, sobre quién es cada quién, sobre todo cuando se habla de las personalidades de cada uno, y son diferentes, tienen sus diferencias y pueden ver los mismos hechos de manera completamente distinta, y cada una toma sus decisiones y su camino. 

JMH: Me llama la atención la forma en la que cada una de ellas lidia con esta situación, con este sufrimiento y con esta necesidad de encuentro, de saber quiénes son y cómo buscan saber quiénes son.

IG: Al final se extrañaban, pero tenían esta situación con Ángel, que es la manzana de la discordia, y ya había una competencia que había generado una distancia enorme entre ellas dos, y aunque ellas sean muy distintas, ya que Ana es una mujer más amargada, completamente encerrada en sí misma, mientras Susana cambia de ciudad, vive otras cosas, se enfrenta al mundo y extraña a su hermana, siempre está la sensación de que extrañas a tu hermana, podrías buscarla. 

JMH; El tema del Doppelgänger es un tema muy literario, y en tu novela podemos ver como Ana y Susana, que sufren lo mismo a manos de Ángel, deciden tomar caminos completamente distintos, aunque el destino las va a alcanzar.

IG: Sí claro, pero también tiene que ver con la forma en que cada uno asume las cosas a partir de sus respuestas personales, la forma en la que cada uno responde es distinta y cada una lo asumen para su perversión o para su enfermedad.

JMH: Susana es una mujer que trabaja en una funeraria, y sale de noche a caminar por la ciudad. Pareciera que es una mujer más abierta, pero mantiene un lado misterioso, de encierro.

IG: Sí, justo de noche, pero no me había dado cuenta de que Ana se viste como dark, pero no me había percatado de que Ana también es así, solo sale de noche a caminar, mientras el resto del tiempo uno se la pasa encerrada en el trabajo, justo, en una funeraria. Es algo que no había captado, pero tiene su lado vampírico.

JMH: También está la relación que Ana sostiene con el anticuario, que es su vecino. Entonces ahí también podemos ver una relación en donde ella se impone. Una relación en donde vemos el poder de nueva cuenta. 

IG: Porque Ana es un personaje complejo, porque al principio se somete al primo, sufre esa relación, es la más masoquista de la relación, pero después se vuelve sádica con el anticuario, entonces vemos esos cambios de rol. También podemos ser victimarios, aunque en un principio hayas sido la víctima. Lo que podemos ver es que estos roles sí pueden cambiar.


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