APRO/Judith Amador
Por la originalidad y el manejo de las técnicas narrativas con las cuales logró construir al personaje principal de su crónica Honduras o el canto del gallo, el escritor Diego Olavarría (Ciudad de México, 1984) obtuvo el Premio Bellas Artes de Crónica Literaria Carlos Montemayor 2020.
El galardón fue creado por el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y la Secretaría de Cultura del gobierno de Chihuahua para alentar la creación literaria en un género que, a decir del autor, requiere tiempo, apoyo y recursos, por su naturaleza periodística, de investigación y literaria.
Ganador también del Premio Nacional de Crónica Joven Ricardo Garibay, en 2015, el cronista y ensayista recibió el premio en una ceremonia realizada vía streaming.
A través de un comunicado del INBA, el escritor describió que la obra con la que obtuvo el galardón es una crónica autobiográfica en la que narra hechos ocurridos hace varios años y que él recupera a través de sus recuerdos y de un viaje que hizo a la ciudad hondureña de San Pedro Sula, lugar donde sucedieron.
El instituto informó que, a la convocatoria para la entrega de este reconocimiento, dedicado a la memoria del escritor chihuahuense Carlos Montemayor (1947-2010), se presentaron 98 propuestas, incluidas las de escritores de Brasil, Chile y Francia, así como un trabajo en lengua indígena nacional. Fueron hechas por 60 hombres y 38 mujeres, con un rango de edad de entre 36 y 56 años, procedentes de la Ciudad de México, Chihuahua, Durango, Jalisco, Hidalgo y Veracruz.
El jurado estuvo integrado por Josefina Estrada, Gustavo Maracovich y Pablo Espinosa, quienes por unanimidad decidieron entregar el premio a Olavarría. El acta destaca la agilidad de su prosa, que recrea anécdotas en las cuales se plasma el clasismo de la sociedad hondureña de los años noventa: “El autor proporciona los datos históricos, socioeconómicos y políticos necesarios para entender las raíces de la pobreza de Honduras y la obscena riqueza de empresarios, políticos y delincuencia organizada”.
El protagonista es un niño mexicano que habla inglés y llega a residir dos años en aquel país centroamericano porque su padre está ahí en misión diplomática.