Un repunte (que no rebrote) para diciembre luce inevitable, según médicos entrevistados. ¿Qué debe hacer México? No son sólo las consecuencias médicas o económicas. El aspecto emocional también es una amenaza
La llegada del invierno amenaza no sólo con traer uno de los fríos más cruentos de los últimos años en el mundo, sino una segunda ola de Covid-19 que –al juntarse con la temporada anual de influenza– podría ser tan, o más, devastadora que la primera que arrancó en marzo de este año y que ha cobrado, hasta ahora, un millón 300 mil muertes, según el conteo de la Universidad Johns Hopkins.
Para ello, los países del hemisferio norte han comenzado a tomar acciones radicales tratando de encontrar el equilibrio entre desmovilizar a millones de personas para evitar contagios masivos y la lucha por mantener viva una economía que ha entrado en estertores.
El 25 de octubre España aprobó un toque de queda desde las 11 de la noche hasta las 6 de la mañana, que podría extenderse hasta diciembre; en Italia se ha ordenado el cierre de bares y restaurantes a las 6 de la tarde y un toque de queda al anochecer.
Francia también ha instalado un toque de queda –de 9 de la noche a 6 de la mañana– en la mitad de las regiones del país; mientras que la policía en Eslovenia tiene facultades de arrestar a quien quiera salir de su municipio, salvo por una emergencia médica o laboral.
En Alemania se creó una nueva multa para cualquier reunión en un espacio público que supere las 25 personas y en espacios privados, como casas, no puede exceder las 15 personas; y en Portugal hay grandes multas para quien no use cubrebocas en la calle.
¿Y México? Una aterradora posibilidad
El 14 de octubre, durante la conferencia vespertina del gobierno mexicano sobre la situación del Covid-19, el subsecretario de Salud, Hugo López Gatell, advirtió que hay estados, como Chihuahua, que podrían regresar a los niveles de confinamiento que se vivieron entre marzo y abril de este año, con la mayoría de los negocios cerrados y las calles semivacías.
“La decisión no es simple, pero cuando hay tendencia de cambio hacia arriba es momento de reflexionar y hacer ajustes”, dijo López Gatell ante la pregunta de si los mexicanos se encerrarían, otra vez, en sus casas en la temporada decembrina.
Para millones se trata de una aterradora posibilidad: industrias vitales para el país, como la turística, sufrirían cancelaciones masivas, profundizando la crisis de las aerolíneas, los hoteles, restaurantes, bares y centros nocturnos. Las pocas obras que han podido continuar tendrían que ser suspendidas, mientras que, las tiendas y comerciantes volverían a cerrar y los centros de trabajo tendrían que replantear, otra vez, el tamaño de su plantilla laboral.
Además, está el impacto en la salud mental: para millones de mexicanos, la temporada decembrina es la época de reencontrarse con la familia. Faltar a las reuniones familiares de Navidad y Año Nuevo sería un duro golpe para las emociones de millones de mexicanos.
Pero, ¿qué tan probable o deseable es volver a esos días y noches de calles desiertas y cortinas abajo? 4 expertos hablan con EMEEQUIS y hacen sus pronósticos basados en ciencia y medicina.
Es inevitable: habrá repunte Covid
La experiencia que adquirió el doctor Óscar Sosa Hernández, exjefe de la Unidad de Vigilancia Epidemiológica del Hospital Juárez de México, le dice que sí existe la posibilidad de que volvamos a esos confinamientos.
“Sin duda alguna, sí. Existe esa posibilidad sobre todo por el mal comportamiento de la población en general. La gente dice y argumenta que tienen derecho a salir, pero no lo hacen responsablemente y por encima de su derecho a salir no puede estar el derecho a la salud de más personas.
“Yo veo inevitable que haya un repunte de casos en diciembre. No hablaría de un rebrote, porque nunca hemos descendido el número de casos de una manera importante como para poder hablar de un control y luego de un rebrote. Lo que sí es evitable es colapsar los servicios de salud y ¿cómo se hace? Con la cooperación de todos”, dice el médico epidemiólogo.
Su recomendación es que la gente no deje de utilizar el cubrebocas, incluso en acciones cotidianas en las que aparentemente no es tan necesario, como pasear al perro por la colonia.
“Tenemos que repetirlo las veces que sean: uso de cubrebocas todo el tiempo. Y ser responsable. No todos los que tienen Covid-19 tienen fiebre. Si tengo cualquier síntoma, el que sea, como falta de olfato o gusto, hay que aislarse ante la duda y no acudir a las actividades públicas”.
No hay toque de queda, pero ¿confinamiento?
El 28 de octubre, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, rechazó que en México se instaure un toque de queda o se contemplen multas económicas a quienes sigan acudiendo a reuniones en espacios públicos o privados.
“Sí aprendemos de las experiencias de Europa y de otros lugares del mundo, pero nosotros no vamos a tener un toque de queda, tampoco vamos a imponer sanciones a quienes no cumplan las medidas obligadas para la protección de la salud”, dijo Olga Sánchez Cordero.
Sin embargo, para la doctora Damaris Stefy, médica certificada para Diagnóstico y Tratamiento de Covid-19 por el Issste, el confinamiento podría aliviar a un sistema de salud cuyo personal ya muestra signos de agotamiento, a casi nueve meses de que arrancó la pandemia:
“Las consecuencias de la desobediencia a las normas sociales tienen una repercusión dos semanas después. En esas últimas semanas todos hemos visto que no se han cumplido las medidas adecuadas y esto se va a reflejar a mediados de noviembre. Y lo que no se haga en noviembre se verá en diciembre. Esto es como una bola de nieve y lo que veremos es que los casos van a crecer considerablemente.
“Desde un punto de vista médico, el confinamiento sería lo mejor. Sin embargo, es técnicamente poco probable, porque la economía se desplomaría por completo. No es una situación viable, así que yo lo veo casi descartado”, comentó la especialista.
“Yo desearía que hubiera confinamiento”
Con ella coincide la viróloga Janine Temiz, doctora mexicana e investigadora que forma parte del grupo de expertos contra la Covid-19 que trabajan en el Hospital Queen Mary Hospital en Hong Kong:
“Yo desearía que México se confinara de vuelta. Sería lo más responsable médicamente hablando. Los países europeos están tomando muy en serio lo que viene en los próximos meses porque saben que es grave, pero también toman esas medidas porque su economía lo resiste.
“Desde Asia he seguido con mucho interés la manera en que se ha comportado la sociedad mexicana porque es mi país y mi familia sigue allá. Me preocupa que se esté privilegiando la economía sobre las vidas humanas. Ante una sociedad que es incapaz de salir a la calle a lo mínimo indispensable, lo ideal sería que el gobierno obligara al confinamiento”, asegura la doctora egresada de la UNAM.
Para Janine Temiz, sin un confinamiento forzado, México sufrirá una segunda ola más letal que la primera y podría elevar hasta en una tercera parte la cifra de fallecidos que ya existe en el país; hasta el 12 de noviembre, los dígitos marcaban, oficialmente, más de 97 mil decesos.
La doctora Stephany González, maestra en medicina molecular y candidata a doctora en ciencias también pronostica que será inevitable que en diciembre veamos un aumento de casos de Covid-19, pero con una mezcla explosiva que no conocíamos a principio de año: “Lamentablemente, no se podrá evitar que haya más casos en diciembre. Aunado a que ya empezó la temporada de influenza y enfermedades respiratorias, hay una nueva situación inmunológica y comorbilidades que hace un poco más sensible a la población”.
Típicamente, los casos de enfermedades respiratorias agudas se daban en población infantil o en población adulta mayor en la época decembrina; sin embargo, nuevos datos del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología –asegura la doctora Stephany González– muestran que habrá un nuevo pico de casos entre población de 30 a 40, es decir, es población adulta joven.
“Ahora estamos viendo un reconfinamiento, porque las recomendaciones que han hecho no se han seguido o se han seguido a medias. No hay restricción ni presión de las autoridades”, se lamenta la especialista. “Y sí, es muy probable que volvamos a estar, todo el país, en semáforo rojo y de regreso al confinamiento”.
@oscarbalmen